Mostrando entradas con la etiqueta Opinión. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Opinión. Mostrar todas las entradas

Jonny y la comunicación


Foto: Getty Images
Las declaraciones de Jonny en Radio Marca han vuelto a levantar cierta polémica, aunque lo cierto es que repetía lo dicho hace un tiempo, y simplemente se limitaba a contestar en público lo que muchos piensan en privado. Estoy convencido de que Jonny no es diferente a la gran mayoría de los jugadores que militan en cualquier equipo de Primera. Quieren lo mejor para ellos, y reciben muchas presiones por parte de los agentes. 

¿Cuál es la diferencia en el caso de Jonny?. Yo creo que no hay muchas. Es cierto que hay jugadores que pueden parecer más leales, y en algunos casos seguramente lo sean, pero creo que a Jonny lo que le falla es la comunicación. Hay ciertos jugadores que deberían hablar lo mínimo posible para no dañarse. En un mundo como el nuestro, en el que cada palabra es escrutada, en el que cada declaración paraliza el mundo, cuánto menos se hable mejor.

Ser sincero es bueno si se saben utilizar las palabras adecuadas para que este mundo reciba el golpe sin molestarse. Tampoco se puede intentar quedar bien con todo el mundo, cuando dijo en una previa del derbi que el Deportivo siempre había sido superior al Celta. Lo cual ni es cierto ni es su percepción. Sencillamente no todo el mundo está preparado para la comunicación. De hecho, muy pocos lo están, y en el mundo del fútbol, la principal virtud de los futbolistas suele ser la de jugar muy bien a este deporte, y que otros se encarguen de asesorarlos de forma correcto. Lo que no siempre pasa. 

Jonny es una de esas personas privilegiadas con el don del fútbol. Lo hace muy bien, y es lógico que tenga sueños e inquietudes. Es lícito. Todos queremos un jugador que sienta los colores y que no tenga mayor deseo que el de defender el escudo del Celta durante toda su carrera. Algunos, incluso queriendo eso no pueden, porque los intereses económicos son muy grandes. A algún jugador el club le pidió salir porque el dinero del traspaso le venía bien y acabó siendo acusado de pesetero. La vida no siempre es fácil para un futbolista. Jonny ha reconocido que quiere salir algún día, pero no ha puesto fecha ni condiciones.  Lo dice con acento argentino y acabamos retirando su camiseta. 
Leer más »

Eduardo Berizzo, el guía para el crecimiento del Celta


Foto: Óscar Vázquez/La Voz de Galicia
El futuro de Eduardo Berizzo será uno de los temas estrella en todos los debates entre celtistas de aquí a final de temporada o hasta que se concrete si renueva o no con el Celta. El preparador argentino está a punto de finalizar su tercera temporada en el equipo vigués, situándolo en cotas que no se alcanzaban desde la mejor época de aquel Euro Celta comandado por Víctor Fernández, y que contaba con un defensa recién llegado de Argentina llamado Berizzo. 

El nombre del argentino está escrito con letras de oro en la historia del club vigués. Sus goles, a pesar de ser un central, llevaron al Celta a la última final de la Copa del Rey, fue clave en la clasificación para la Champions League, y como entrenador está replicando parte de aquellos logros, o acercándose mucho en una situación completamente distinta a aquella. 

Su trabajo en Vigo, con sus errores y sus sombras, es indiscutible. Cierto que cuenta con un número importante de detractores, algo totalmente lógico en un entrenador que lleva tanto tiempo en el club. Todos los técnicos los han tenido a lo largo de la historia, pero si hubiese la posibilidad de medir esto, veríamos que el número de admiradores es muy superior a la media de cualquier otro entrenador que haya tenido el Celta en los últimos años. 

Y es normal. No hay mucho que reprocharle a Berizzo, salvo que no haga al Celta campeón de Liga y de Copa. De momento, el equipo está bien situado en la Europa League, y no renuncia a la posibilidad de volver a Europa, o al menos a pelear por ella en las instancias finales del campeonato. 

Ayer Felipe abría una vía a la esperanza para la renovación del técnico argentino, asegurando que habían establecido un primer contacto, y que ambas partes querían que todo siguiese como hasta ahora. Berizzo no pide dinero, sino ambición, y si el club quiere ser ambicioso nadie mejor que el “Toto” para guiar la nave, para que club y equipo den de la mano un salto de calidad. 
Leer más »

Ser el ombligo del mundo


Foto:EFE
Ayer se conoció la intención de la Liga, formulada a través de su Presidente Javier Tebas, de colocar el partido pendiente del Celta ante el Real Madrid entre las jornadas 37 y 38, eliminando así la tradición de que en las dos últimas jornadas se jueguen todos los partidos a la misma hora. 

Pues bien. Desde Madrid han aprovechado para volver a hacer otro tirón de orejas al Celta por la suspensión del partido, como si tuviese culpa del temporal que sacudió Vigo aquel fin de semana, y a asegurar que se adultera la competición por el aplazamiento de este partido. En Madrid esperaban que el Celta no llegase muy lejos en la Europa League, lo que  hubiese permitido que ese partido se jugase antes, probablemente en marzo, que era su fecha ideal. 

Pero no fue así, por lo que tendrán que esperar a después de la penúltima jornada, cuando todo igual ya está resuelto en la lucha por la Liga. O tal vez no y se resuelve ese mismo día. El caso es que si desde Madrid están molestos, desde Barcelona también aseguran que se adultera la competición con este partido,  que no es más que un compadreo entre Celta y Real Madrid para conseguir sus objetivos, como si pudieran repartirse 6 puntos en lugar de 3. 

Es curiosa la necesidad que sienten los seguidores de Madrid y Barcelona de sentirse agraviados con cada suceso que pasa. Y esa innata capacidad de ofenderse por lo mismo o lo inverso que su rival. El ombligo es lo que tiene. 
Leer más »

Cometas no Ceo


Foto: Miguel Riopa/Getty Images
Haberá quen pense que o touro pasado é moito máis fácil facer algún tipo de avaliación ou reflexión. E non deixa de ter razón, pero este artigo non pretende una analise ventaxista. Este artigo non é unha avaliación do equipo, senón unha reflexión para a afección. Dun afeccionado  os outros. Non ten maior obxectivo nin pretende ir máis alá.
En calquera caso, con cada partido xa finiquitado remata o momento do esforzo físico e da táctica e empeza un período de reflexión que sempre é importante. Que ninguén pense que as próximas vitorias non van ter como xénese algunha derrota presente ou pasada . Só a través dunha derrota un pode realmente aprender dos seus erros e convertelos en virtudes cara ó futuro.
Cabral dicía esta mañá que se pode seguir soñando na Europa League. Eu atrévome a matizar da frase. Debemos seguir soñando. Na adversidade é cando realmente esta afección históricamente estivo máis vinculado ao equipo.  Estou seguro que esta vez non vai ser menos. Nin antes eramos tan bós como algúns querían facernos ver nin agora somos tan malos como outros están a intentar vender. Sei que algunhas veces é difícil atopar folgos para animar a un equipo. E unha tarefa complicada con tanta información manipulada e tanta controversia. Moitas veces enxendrada por  algún 'xornalista' ( as comillas son unha xenerosidade, a miña boa acción do día)  que mancilla a profesión cando exerce de noxento 'hooligan' ou bufandero en determinados medios da capital.  Tamén iso e parte do post - xogo, ¿Por qué? ... Sinxelo: porque interesa.

A fin de contas, vivimos nun estado onde vende más libros Belén Esteban que Mario Vargas Llosa.
A adversidade é un estado propio ao fútbol, inherente ao xogo, interesante mesmo dende o punto de vista psicolóxico.  E ahí  é onde debemos estar a afección, proporcionando un intento de inflexión ou un matiz diferencial.  O celtismo non entende de baixar os brazos, non entende de deixarse vencer, non entende de imposibles. O celtismo debe saber que a adversidade é só un banzo e non un muro infranqueable. Debemos creer para poder chegar. Quen non imaxina a viaxe nunca empeza a percorrer o camiño.
Dicíao o propio Winston Churchill: As cometas elévanse máis alto en contra do vento, non ao seu favor. 
Quizá este equipo -que fixo un mes de xaneiro a tan absolutamente impresionante- necesite durante este mes de febreiro que a súa afección entenda que o límite entre o ben e o mal márcao o alento do afeccionado. Por iso probablemente necesitemos creer que se pode, e que o noso alento e apoio non deixará de ser visible e ceibe…  como unha cometa ondeando e bailando no ceo.

Un ceo evidentemente azul celeste.
Leer más »

O Celta era Isto


Foto: Gonzalo Arroyo Moreno/Getty Images
Bielsa dicía - e con moita razón- que de cando en vez hai que fracasar para poder ter éxitos. Pode soar a escusa de perdedor pero na análise da propia frase a coherencia da mesma convértea nun argumento absolutamente irrebatible. Os argumentos de Bielsa xeralmente gozan dunha profundidade que case os converten en axiomas.

No Calderon  comprobamos que o proceso da xestión dun equipo é sempre un proceso de constante aprendizaxe, un proceso no que entran en xogo múltiples factores que aos que somos exóxenos a este mundo escápansenos. Os técnicos teñen os seus medos, as súas precaucións, as súas aprendizaxes,  os seus erros e cambios de criterio … En definitiva convertéronse en humans aos ollos da afección. Xa non son eses mariscales de campo implacables que parecían gozar de toda a verdade e non aceptaban a crítica como un dos factores do seu traballo. Os afeccionados celestes temos unha memoria fráxil para o que nos interesa.  Esquecémonos que o noso técnico, do mesmo xeito que moitos xogadores  goza dunha extraordinaria mocidade con respecto a outros competidores.

A Eduardo Berizzo non fai falla que saia ninguén a defendelo,. Nin eu nin ningún outro xunta letras do tres ao cuarto. A honestidade do seu traballo e a coherencia do mesmo son máis que suficientes para xustificar o seu papel protagonista nos éxitos do equipo nos últimos anos. Creo, amais, que non ten demasiadas axudas por parte da secretaría técnica -nin da anterior, nin do presente-  pero iso é unha cuestión que quizais sexan obxecto doutro artigo e non deste.

Pero non fago absolutismo:  Respecto firmemente a todas aquelas persoas que critican tamén ao adestrador, porque a súa opinión sempre que este enunciada dentro dos parámetros da educación e o respecto debe de ser ponderada. Así mesmo creo que todo desempeño profesional goza de altibaixos e de momentos de maior acerto e momentos de menor atino.  Como en calquera profesión. Porque somos humans. E coma somos humans o outro día, o noso mister, trabucouse.

Cosas do posto. Ao 'Toto' a parte humana pésalle. ( Pregúntenlle senon a Orellana)   Iso tamén lle leva a cometer erros, a estar nun constante proceso de aprendizaxe. Direi do 'Toto' o mesmo que dixeron en determinado intre de Bielsa: é un pensante, un reflexivo, un home disposto a examinar as súas formulacións una e outra vez ante o fracaso e tamén no éxito. Si algo demostrou o equipo contra o Atlético é que a visión do Celta como un ordeado atrincheramiento de recursos non era válido nin viable. O Celta é outra cousa. O Celta era o Celta de onte,  O Celta era isto, esta maneira de xogar, esta maneira de entender o fútbol, o trato exquisito á pelota, esta xeito de entrar na área rival, esta aposta en recursos que poidan resolver.  E o outro era outra cousa:  algo de  difícil  entendemento para o afeccionado que seguiu ao equipo nos últimos anos.  Cal foi o causante desta transmutación na copa? Xustifíqueno na plasmación dos medos tanto internos como externos e nas ganas de perpetuar o éxito, a  ansiedade pola consecución dun título.

Por iso hoxe, tras o choque do Calderón, atrévome a dicir que a derrota, inda que moi dolorosa, é  unha derrota menos amarga, sobor de todo porque sufrímos os ultimos dez minutos, pero antes estivemos por diante dun rival que ten tres ou catro veces a nosa capacidade orzamentaria. Porque  non esquezamos que isto é un xogo, porque tenemos que entendelo como o que e.. Porque  a esencia da bravura, da afouteza e o corazón é parte do ADN deste equipo sexa xogando en segunda división, ou ben disputando prazas de Europa liga. E onte entrámoslle a cara de can ao Atlético, ao mediático Atlético, ao equipiño de moda dos mass media  do último lustro,  para darnos de sopapos futbolísticos ben entendidos e pintarlle a cara de celeste. Porque é o que este equipo sempre soubo facer, sair a atacar e escachar os dentes, o peito ou o talón e Aquiles,  cos recursos que tivo . Independentemente do éxito acadado.

Toto sabe perfectamente o que fai. Iso inclúe os seus erros. É consciente deles. Aprende deles. Onte demostrou que non ten un único discurso senón que a formulación da semifinal de copa estivo plenamente condicionado pola necesidade de plasmación dun éxito.  Retorno a Bielsa e vostedes descúlpanme a recurrencia: ‘A relación éxito e fracaso foi fundamental na miña vida, pero o éxito e a felicidade non funcionan como sinónimos’. Quizá esta foi a frase que desmemorió Eduardo á hora de expor a semifinal. En calquera caso os tempos pretéritos non poden modificarse.  Deben  analizarse e usarse como fundamento de éxitos futuros. Pero iso non debe de ser unicamente unha tarefa do míster, senón tamén de todos nós. Debemos aprender dunha vez esta lección:  Ninguén cultivou éxito inmediato dunha maneira nobre, ninguén tivo un éxito inmerecido sen pasar antes polo doloroso calvario de morrer na beira.

Xa morremos demasiadas veces na beira: quizá sexamos os cadáveres máis listos do cemiterio, ou quizá - só un quizá - probablemente sexamos os  que cultiven éxitos máis pronto que tarde.   
Leer más »

¿Nervioso yo?


Foto: Miguel Riopa/Getty Images
Quedan menos de dos horas para que arranque el partido en Mendizorroza. A lo largo de todo el día, quien más y quien menos, ha ido compartiendo en las redes sociales su estado de ánimo. La ilusión se ha instalado entre el celtismo, y también los nervios lógicos ante un partido que puede ser histórico. El Celta ha alcanzado por segunda vez en su historia, dos semifinales de forma consecutiva, y si el año pasado caímos ante el Sevilla, este tiene que ser nuestro año. El caso es que, conforme se acerca la hora del partido, la tensión va en aumento, y alguno seguro que a estas alturas está bastante nervioso. 

Pero yo no estoy nervioso, estoy muy tranquilo. Lo que pasa es que tengo muchas ganas de moverme, y si no aguanto sentado en el sofá ni en ninguna silla, es simplemente porque muy cómodas no serán. Y el caso es que hasta hoy las veía muy confortables. Y además, no echan nada interesante en la tele, y el movil se ha quedado sin batería de tanto ver una y otra vez lo mismo. 

Y que sí, que los memes y los gif de Donald Trump están muy bien y todo eso, pero tal vez no sea para esta risa nerviosa que me ha entrado. Y también os digo, que si las cosas de la nevera ya no están frías, no es porque la abra cada 30 segundos, sino porque tiene algún defecto. Llamaría al técnico pero soy incapaz de marcar el número, porque este teléfono tiene mal las teclas. 

¿Nervioso yo? Que va, estoy la mar de trwnqiuol. 

Leer más »

Larga vida al Totismo


Foto: Marta G. Brea/Faro de Vigo
Ayer vi el partido solo, sin redes sociales, apenas intercambiando algún mensaje con amigos por Whatsapp. Simplemente disfrutando de un partido en el que el Celta dio una lección en muchos aspectos. La primera de fútbol, la segunda de estilo, y la tercera de ética. El Celta lo hizo todo bien durante 80 minutos. Bordó el fútbol, fue infinitamente superior a  un rival de un gran nivel, en un escenario magnífico, maravillando a los seguidores imparciales. 

Lo hizo todo bien hasta ese minuto en el que Roncaglia comete el penalti sobre Iñaki Williams, y el partido se tuerce de una manera insospechada solo 30 segundos antes. Con todo, e incluso jugando con uno menos, el Celta plantó cara al Athletic, que solo llegaba a balón parado, e incluso Wass pudo marcar con un libre directo que sacó de nuevo Kepa. La palabra que sentí por el equipo en esos momentos fue orgullo. Me parecía imposible sentir otra cosa. 

Al finalizar el partido, entré en Twitter y lo que vi me sorprendió. Aunque tal vez no debiera hacerlo. Los comentarios en la popular red social eran apocalípticos. Berizzo merecía la muerte, y se le consideraba el principal responsable de la derrota. ¿Principal responsable de qué? Acusaciones de todo tipo que apuntaban directamente al preparador argentino. Ese mismo que ha conseguido llevar al Celta hasta donde está a pesar de perder a sus mejores jugadores en los últimos años. 

Resulta sorprendente la capacidad que tenemos de auto destruirnos. Mientras el Celta recogía elogios por parte de los críticos que siguen el fútbol, el celtismo se desangraba pidiendo la cabeza del entrenador y criticando con una dureza extrema sus decisiones. No podía salir de mi asombro. 

El Celta realizó un partidazo, no se arrugó en ningún momento. Estuvo perfecto en defensa hasta el penalti, y no cambió su forma de juego en ningún momento. Casi ni con uno menos. Con 0-1 tuvo dos ocasiones clarísimas, una a pies de Iago Aspas y otra con Radoja como protagonista, que solo un extraordinario Kepa pudo evitar. ¿De verdad tuvo la culpa Berizzo en eso?. ¿Perdió el Celta por una cuestión táctica? 

Se le culpa de los cambios, por echar el equipo atrás, pero la realidad es que el único cambio con 10, el de Marcelo Díaz por un extenuado Guidetti, no supuso cambio alguno, porque en realidad fue un cambio de piezas. Aspas pasó al 9, Wass a la banda y Pablo Hernández a la media punta. ¿Acaso es el equipo “amarrategui” cada vez que no juegan Aspas y Guidetti juntos?. El cambio de Aspas es el más controvertido. Cierto que dejaba al equipo sin un delantero, pero eso no provocó el segundo del Athletic. En ese momento, con Aspas también fatigado, optó por dejar en el campo a Bongonda, más rápido y más entero físicamente. Y en todo caso, unos minutos después también lo retiró del terreno de juego para dar entrada a Sisto. 

Se puede debatir sobre sus decisiones, estar más o menos de acuerdo en ello, pero la crítica constante al mejor entrenador que ha tenido el Celta en décadas es sorprendente. Berizzo ha sido quien nos ha traído hasta aquí, ha sido el entrenador que ha preparado el partido a la perfección, pero no tiene control sobre todo lo que sucede en un terreno de juego. La responsabilidad de un entrenador no está en los aciertos o en los fallos de sus jugadores en un partido concreto. Lo está a largo plazo, pero no en un partido. La única responsabilidad que tuvo ayer Berizzo fue la de construir un equipo que maravilla al mundo del fútbol. Y eso nos debe hacer sentir muy orgullosos. Luego se puede ganar o perder, pero creo que no nos podemos quejar de los dos años y medio que estamos viviendo con él en el banquillo. Larga vida a Toto y al Totismo. 
Leer más »

La tragedia fue belga


REUTERS

Quizás tenía que ser así. En 93 años de historia el Celta le ha cogido el gusto a vivir en el alambre. Muchas veces ha perdido el equilibrio, precipitándose al vacío, y otras ha conseguido salir airoso cuando todos los pronósticos auguraban un final infeliz. Esta vez se aproximó al fuego, lo rozó con los dedos, pero no terminó de quemarse. El Ajax actuó en Lieja como traje ignífugo de un equipo concentrado en rematar en Atenas los deberes que había dejado para última hora en las cinco jornadas anteriores. Cumplió con su parte, imponiéndose a un pobre Panathinaikos, y aprovechó el favor holandés para convertir en belga la tragedia griega. Las rotaciones masivas y toda la polémica derivada de ellas quedarán en el olvido. Ya nadie se acordará de la gestión de esta primera fase de la competición. El Celta está en dieciseisavos.

A diferencia de aquella noche de hace hoy 13 años en San Siro, la de Atenas difícilmente permanecerá en el rincón de la memoria reservado a los grandes recuerdos celestes. Fue un partido insulso, aburrido, condicionado en exceso por el tempranero gol de Guidetti, al que un exquisito centro de Hugo Mallo encontró a medio camino entre los dos centrales helenos. El Celta consiguió a los tres minutos lo más difícil, traspasar la presión a Bélgica y podar gestionar su partido. Bastaron pocos minutos más para cerciorarse que el Ajax no había ido a Lieja de paseo. 

De hecho, durante los 90 minutos jugaron mejor los neerlandeses que el propio Celta. Los de Berizzo fueron el equipo sin ideas ofensivas del primer tramo de temporada. Un Orellana en pleno proceso de reactivación tras la lesión y la ausencia de Aspas eran una losa demasiado difícil de superar. Tampoco era capaz de controlar el encuentro a través de la pelota, la cual arrebataron en varios momentos los griegos. No obstante, parecía bastar con una defensa correcta para conservar la ventaja, agrandada más tarde con el gol del Ajax en el Maurice Dufrasne. El Panathinaikos demostró el porqué de su triste andar en la competición, sin más peligro que un par de acercamientos al área celeste que no llegaron a inquietar a Rubén.

Sin "Tamudazo a la belga" se llegó al final soñado por los celtistas. El Celta avanza y estará el lunes en el bombo de los dieciseisavos de final, donde esperan pocas cenicientas y muchos cocos. Pero esa será otra historia. Por el momento toca disfrutar de una clasificación que no por sufrida deja de ser lógica. El Celta era cuanto menos el segundo mejor equipo de los cuatro. Sólo una mala gestión de la competición por parte de Berizzo condujo a un todo o nada en las dos últimas fechas que por suerte sonrió a los de celeste. Aunque la moneda también pudo haber salido cruz. Finalmente no fue así y la tragedia griega, afortunadamente, fue belga y no gallega.


Leer más »

¡Ni pizca de gracia! Por Alex de la Rola


Foto: Atlántico Diario
Como sabéis, está abierto el buzón de moiceleste (info@moiceleste.com) para expresar vuestra opinión sobre cualquier aspecto relacionado con el Celta. En esta ocasión ha sido Álex de la Rola, el que quiere compartir su opinión con todos nosotros. Lo aquí expresado no tiene necesariamente que coincidir con las opiniones de moiceleste.com. 

En relación al comunicado que acaba de publicar el R. C. Celta, a título particular me permito aportar algunas reflexiones, ofrecidas como añadido al propio texto aportado por el Club.

¿Está vendido el Celta? 

NO. El Celta no está vendido y no ha iniciado ninguna operación de venta. Se han recibido ofertas, pero ninguna desde Vigo o Galicia. Este Proyecto pertenece a Vigo y su futuro debe estar siempre vinculado a la Ciudad.

Viene a decir (01 dic.) que el proyecto del Celta nunca saldrá de Vigo.  Entonces, efectivamente, lo de los chinos era una trola, como sospechábamos algunos (véase el artículo publicado en este medio con fecha 20/10/2016, “Historia de una trola”). Pero un día después (02 dic.) dice que es posible llevarse al Club fuera de Vigo  ¡???! Una velada amenaza.

¿POR QUÉ EL CELTA QUIERE RECUPERAR BALAÍDOS?

Para dotar de estabilidad al Proyecto, reforzar su arraigo con la Ciudad y consolidar el futuro del Club. 

Hermosas palabras, pero mensaje ambiguo, falto de contenido.

Porque en pocos años el Celta no podrá competir en ingresos con el resto de clubes y por tanto afrontará la competición en clara inferioridad de condiciones. 

¿La propiedad del estadio nos va a proporcionar más ingresos? ¿Cuáles, cómo, cuánto?

Porque si el Celta recupera Balaídos se reforzará su sólido arraigo con la ciudad, un vínculo inquebrantable. ¡El Celta nunca saldrá de Vigo! 

Hermosas palabras otra vez, vacías de contenido. Y reitera que nunca saldrá de Vigo.

Porque el futuro nos exige desarrollar nuevas actividades en el estadio, más allá de su uso deportivo como equipo local. El Celta juega en Balaídos pero no dispone de Balaídos, no se le permite desarrollar ninguna otra actividad. 

¿Qué nuevas actividades rentables para el Celta se pueden desarrollar en Balaídos, que no se puedan desarrollar en otra parte con iguales ventajas?

Y porque Balaídos es el espacio común, el espacio de todos 

Ya lo es, de todos los vigueses, celtistas o no
El hogar de las emociones, los valores y la ilusión del Celtismo y de todos los ciudadanos de Vigo. 
Hermosas, grandilocuentes y demagógicas palabras. Efectivamente, todo eso ya lo es. ¿Lo sería más? ¿Por qué?

SI EL CELTA RECUPERA BALAÍDOS, ¿PODRÁ ESPECULAR CON EL ESTADIO?

NUNCA. El Club ofrecerá todas las garantías necesarias para que Balaídos nunca deje de ser un estadio de fútbol, con la renuncia expresa a una posible recalificación.
Con la recuperación del estadio y el compromiso de nunca modificar su uso, el arraigo del Celta con Vigo será definitivo y la estabilidad y el futuro del Club estarán garantizados. 

Exactamente igual que ahora, el arraigo no va a ser mayor por tener el estadio en propiedad, no depende de eso; pesan mucho más 90 años de historia común,  que los vigueses consideren al Celta como algo propio (eso es lo que da el arraigo, no la propiedad del estadio). Y la estabilidad y futuro del Celta no dependen de la propiedad del estadio, sino de una eficiente gestión de sus directivos.

Además, el presidente pondrá sus acciones como garantía del préstamo necesario para recuperar el estadio, por lo que será imposible la venta del Club. 

Hasta que el préstamo se pague, claro.

¿CUÁL ES EL PLAN DE FUTURO DEL CELTA?

SER UN CLUB, NO SOLO UN EQUIPO Una Institución fundamental en la vida de Vigo. 

Ya lo somos. Además, la nueva sede se hizo para eso ¿no? Para relanzar la idea de Club y explotar sus potencialidades.
Un Club con patrimonio propio que le permita generar ingresos que garanticen la viabilidad del Proyecto. 
¿Qué ingresos extra se pueden obtener con la propiedad del estadio, que ahora no sean alcanzables sin ella?

Un Club con las mejores instalaciones, una ciudad deportiva y un estadio propio, que le permitan reforzar y potenciar su apuesta por la Cantera, consolidando el futuro del Celta. 

Aparte de la ciudad deportiva, que todos queremos, pero que no tiene nada que ver con el estadio, ¿Qué beneficio extra va a reportar a la cantera la propiedad de Balaídos?

Por último, quiero resumir mi postura en seis argumentos:

1º) No acabo de ver los beneficios que supuestamente va a obtener el Celta con la propiedad del estadio. Solo veo inconvenientes. El primero, la inversión con su consiguiente endeudamiento (se descarta el regalo municipal, por supuesto). La compra del estadio va a suponer un endeudamiento para el Club. Endeudamiento innecesario, dado que el Celta ya disfruta de Balaídos en condiciones tan ventajosas que a algunos se nos antoja caprichoso el empeño en comprarlo. Porque el presidente no se creerá que se lo puede comprar al Concello de la manera que ha señalado en su anterior comparecencia. Sería como si el inquilino le dijera al propietario: “mira, si me quedo con la propiedad de la casa, ya me ocupo yo de arreglar el tejado; si me la regalas te libero de tan oneroso compromiso”. Además, a partir de ese momento, cualquier obra de mejora correría a cargo del nuevo propietario, el Celta, cosa que no ocurre ahora. Obviamente, las inversiones inmobiliarias (incluyendo un nuevo estadio, como insinúa ahora) van a penalizar las inversiones puramente deportivas, como el reforzamiento de la plantilla (si no se puede porque hay que pagar los créditos… pues no se puede). Añadiendo en esta última comparecencia que lo de Balaídos sería una “pequeña ilegalidad” (en España las ilegalidades no son pequeñas ni grandes, son simplemente sí o no. Por una nimiedad, si es ilegal, los tribunales tumban al más imponente de los proyectos).

2ª) Sí veo claro, en cambio, que la propiedad del estadio favorece las opciones de venta (a cualquiera, tenga la piel amarilla o verde). De hecho, desconfío que esa haya sido la causa de que se haya frustrado la operación recientemente. Parece claro que el club es más fácilmente vendible, y con mayores plusvalías, si tiene el estadio en propiedad. Pero la venta del Club es algo que a los celtistas no nos hace ni pizca de gracia. 

3ª) No me puedo fiar de quien engaña y amenaza. Ahora asegura que no está vendido el club y que no tiene intención de venderlo a gente de fuera. Hace muy poco se daba por hecho que se vendería a los chinos, y esa idea la alimentaba el Sr. Mouriño. Sigo convencido de lo que decía en “Historia de una trola”. Hoy, 02 dic., asegura tajante que el club no se vende, pero que hay un aval presentado por unos posibles comparadores. Si no se vende, por qué le ha exigido un aval a los pretendientes. Si se ha exigido un aval y este ha sido presentado, es que hay un precio establecido para iniciar conversaciones. ¿Se vende o no se vende a gente de fuera, Sr. Mouriño?

4ª) La emisión de comunicados atestados de grandilocuentes palabras pero huecas, vacías de contenido, me reafirman en la desconfianza. En este último se hace especial énfasis en reforzar el arraigo del Celta en la ciudad (tres veces se hace uso de este recurso en un texto relativamente corto).
¿Pero qué es el arraigo? Según la RAE, arraigar es establecerse de manera  permanente en un lugar, vinculándose a personas y cosas, hacerse muy firme, enraizarse. Resulta evidente que el Celta, después de 93 años de historia es una institución firmemente arraigada en la ciudad. En mis viajes por el extranjero, cuando decía de dónde era, invariablemente me contestaban ¡Ah, Celta Vigo! ¡Que no nos vendan ahora el arraigo del Celta en Vigo, por favor!

5ª) El Sr. Mouriño ya ha disfrutado bastante del juguete Celta. A lo mejor no le interesa a él directamente la venta del juguete, dada su edad. Pero quizás quiera preparar el terreno a sus herederos para que, cuando él ya no esté, y lo consideren oportuno, puedan venderlo tranquilamente a chinos o marcianos, da igual, los que mejor paguen.

6ª) Y si solo se tratara, que podría ser, de alimentar el ego del presidente (el mejor de la historia, en mi opinión, hasta ahora), poniéndole a Balaídos el nombre de “Estadio Carlos Mouriño”, si con eso acabáramos con esta detestable controversia… ¡Empezáramos por ahí! 
Vaya por delante mi conformidad a crear una campaña de recogida de firmas entre los celtistas para solicitar el cambio de nombre al Concello, que eso sí sería legal.
Si los méritos de Mouriño son indiscutibles, nadie lo niega. Pero de ahí a soportar mentiras, amenazas, que nos ponen el alma en vilo, sin saber a cuento de qué…


Lo dicho: ¡Ni pizca de gracia!
Leer más »

No seamos injustos con Aspas


Foto: Ricardo Grobas/Faro de Vigo
Que Iago Aspas es un jugador impulsivo es algo que nadie debe negar, pero en las últimas horas hemos leído y escuchado cosas sobre el moañés que resultan bastante injustas. Pareciera que a Aspas lo expulsan cada dos partidos, pero la realidad es que sus goles son mucho más habituales que sus expulsiones, y que parte de su juego se cimenta en un carácter ganador que le lleva, en ocasiones, al exceso con los colegiados. 

Aspas ha jugado en el Celta 209 partidos, siendo expulsado en 5 ocasiones -no, no lleva 30 expulsiones- la última antes de la del pasado jueves había sido por el cabezazo a Marchena en Riazor. Desde entonces, su actitud ha sido muy diferente, como también lo ha sido el respeto del estamento arbitral hacia su figura. Muchas de las expulsiones se concentran en los primeros años del canterano en Segunda División, y alguna de ellas absurda, como ante la Real Sociedad en Balaídos, cuando fue expulsado por sacar dos faltas antes de que el árbitro le diese permiso. ¿Sería capaz de hacerle eso a un jugador del Real Madrid?. 

Es comprensible la exigencia de la afición hacia nuestros jugadores, especialmente hacia los mejores. La roja del jueves impedirá que Aspas esté en el partido decisivo de Atenas, y eso es indiscutiblemente un error, pero no debemos “matar” al futbolista por esta acción. Aspas da al Celta infinitamente más de lo que puede quitar con una expulsión, y no es el único jugador que suele ser expulsado por protestar. 

Da la sensación de que muchos, especialmente aquellos que vaticinaban que era un error recuperar al jugador cuando estaba en el Sevilla, estaban esperando este momento para recordar que ya lo habían advertido. Han tenido que esperar 55 partidos y 26 goles con el Celta, además de una internacionalidad con la selección absoluta para poder decirlo. No está nada mal. 

A estas alturas, destacar esta característica por encima de todo lo que le da al Celta es absurdo. Aspas ha marcado 76 goles, y claro que comete errores, como todos, uno de ellos es este, y lo ha pulido en los últimos años, pero no es Pepe del Real Madrid, ni tampoco Sergio Ramos. En muchas ocasiones lo castiga el escudo, pero su carácter no lo cambia la camiseta que vista. Aspas es uno de los nuestros, y pocos jugadores encajarán de forma tan precisa en esa descripción. Así pues, respetemos y ayudemos a los nuestros. Debe mejorar en este aspecto, es indudable, pero firmaría tener a tres más como él. ¿Vosotros no? 
Leer más »

Rubén Blanco se afianza en la portería del Celta


Foto: Miguel Riopa/Getty Images
Rubén Blanco fue la única sorpresa en la alineación de Berizzo, y no porque no se merezca la titularidad, sino que parecía más probable que el titular fuese Sergio. Así lo comentamos en el día de ayer basándonos en lo que el técnico argentino había hecho en ocasiones anteriores, alternando a sus guardametas cuando el Celta jugaba tres partidos en una misma semana, y teniendo en cuenta que Sergio está sancionado y no podrá jugar ante el Granada. 

Sin embargo, el preparador argentino apostó por dar continuidad a Rubén Blanco, que ha disputado su cuarto partido consecutivo como titular. El de Mos pidió continuidad en alguna entrevista concedida recientemente, entendiendo que ese es el mejor aval para un portero, y de momento le está siendo concedida esta oportunidad. 

A estos partidos tendrá que sumar los dos siguientes de Liga, en los que jugará seguro por la sanción de su compañero y rival en la portería. La buena noticia es que el canterano está respondiendo. Su rendimiento ha ido a mejor desde que jugase ante el Ajax en Amsterdam, demostrando que está preparado para asumir el reto de la titularidad en el Celta. 

Veremos qué sucede en el futuro y cual es la decisión de Eduardo Berizzo con respecto a su pupilo, pero estará bien que tenga una serie de partidos como titular, que adquiera confianza y que saque lo mejor de sí mismo. El Celta necesita estabilidad en la portería, y Rubén Blanco pasa por ser la mejor opción de futuro para la entidad. 
Leer más »

Balaídos se acostumbra a ganar



Sin jugar bien, sin merecerlo. Así ganó el Celta al Valencia un partido parejo, un tanto gris, agitado por la inoperancia arbitral, y que cayó del lado vigués por esos intangibles que explican dinámicas positivas y negativas, rachas buenas y malas. El Celta, el de Balaídos, está en la cresta de la ola. Suma cuatro victorias consecutivas en su estadio en liga. A ello hay que sumarle el triunfo europeo ante el Panathinaikos. Tras iniciar con dos tropiezos, se ha hecho fuerte a orillas del Lagares. Ya han caído el Sporting, el Barcelona, el Deportivo y un Valencia inmerso en la búsqueda de sí mismo. Necesita todavía tiempo para acostumbrarse a ganar, algo que ya ha conseguido el Celta, al menos en casa.

Foto: Ricardo Grobas/Faro de Vigo
Y eso que el primer enemigo fue el césped del coliseo celeste. Balaídos vuelve a presentar un tapete irregular, dañino para los intereses del equipo al que acoge. No obstante, supo adaptarse a la situación el Celta. Berizzo apostó por Guidetti en punta y Aspas en una banda para darle sentido a un fútbol más directo. El sueco, voluntarioso e irreductible, sigue sin compensar todo lo que se pierde con su compañero de Moaña en banda. Sin embargo, sí encontró el gol que premió su esfuerzo en una jugada de pizarra, aunque el Toto diga lo contrario, que el recién incorporado Marcelo Díaz canalizó desde la esquina del campo hasta la cabeza del delantero nórdico. Su entrada por un mermado Radoja, junto a la evolución de un Tucu gris en el primer tiempo, inclinó el campo hacia la portería ché en los momentos en los que se decidía el resultado.

Antes, el Valencia fue capaz de rondar a Rubén más que el Celta a Diego Alves. Se aprovechó de la inactividad de Costas, quien padeció a Rodrigo en el primer acto y terminó cometiendo un penalti innecesario. Después, con el paso del tiempo, se entonó y acabó firmando una actuación potable, pero necesita más minutos, más confianza y crecer al lado de una defensa más asentada, no del arsenal de circunstancias que tuvo que poner ayer Berizzo en liza. 

En esa defensa deberá estar Roncaglia, cada día más firme y seguro. Defensivamente es un muro difícil de quebrar por alto, por bajo, en el cuerpo a cuerpo y en el uno contra uno. Si encima ayuda en ataque, su presencia se antoja indispensable. El gol, al filo del descanso, despeja el panorama para el Celta y permite la remontada posterior. Al igual que la parada de Rubén Blanco inmediatamente después. Sobriedad y seguridad. No se le pedía más y lo dio. Merece que Berizzo le entregue la portería sin condiciones en el medio plazo para probar su verdadero nivel.

Toca descansar. El ajetreo se detiene a la espera del último atracón antes de Navidad. Liga, una eliminatoria de Copa y el partido ante el Standard. Cabe esperar que Berizzo invierta el orden de prioridades esa noche. La ocasión lo merece. El Celta es octavo a 2 puntos de los puestos europeos. Está donde debe estar y con margen y capacidad suficientes para poner la vista en Europa sin descuidar la competición doméstica. Balaídos, que empieza a acostumbrarse al dulce sabor del triunfo, espera por esa victoria definitiva.
Leer más »

Berizzo se queda sin balas


MARCA

Tenía que pasar, y pasó. Cuatro son demasiadas ocasiones para tentar a la suerte. Funcionó en Lieja, donde un disparo de Rossi con cantada incluida evitó la derrota. Valió ante el Panathinaikos, porque Sergio evitó el gol visitante primero y Aspas acercó el triunfo local después. Y sirvió frente al Ajax, en Balaídos, cuando Orellana se sacó de la chistera un gol salvador a poco del final. Sin embargo, el Amsterdam Arena es otra cosa. El cuarto experimento de Berizzo no pudo evitar lo que por muchos momentos merecieron los tres anteriores. La primera derrota europea llegó con ocho cambios en el once inicial con respecto a Gran Canaria, un clamoroso error de Bongonda, una primera mitad pobre, tres goles en contra, una reacción tardía y otro flagrante fallo de Bongonda. Y conduce a una final en casa ante el Standard, tan decisiva como innecesaria, que decidirá todo lo que el Celta no supo o no quiso dirimir antes. En cuatro encuentros, los celestes no han sido mejores que su rival en ninguno. En cambio, prevalece la sensación de que, con unas rotaciones más coherentes, hubiese sido mejor en todos.

Todo análisis del partido debe circunscribirse a los primeros 80 minutos. Los 10 del final son una locura fruto de la inagotable calidad de un jugador diferencial. Iago Aspas, seguramente cansado de que lo consideren cansado, fue suplente una vez más. Ni siquiera entró cuando debía, que fue en ese inicio de segunda parte que con el 1-0 todavía descubrió a un Celta más asentado y más dominador de la pelota. Lo hizo tras el tercer golpe en contra, cuando más motivos había para no correr riesgos. Difícil de entender. Aún así, le dio tiempo para regalarle un gol a Guidetti y hacer él otro. No suma más de media hora en la competición, pero fue decisivo ante el Panathinaikos y casi lo es contra el Ajax. Sólo con Aspas, el Celta puede que ya estuviese clasificado. Ante el Standard será imposible de justificar su ausencia.

Es difícil que un equipo funcione con ocho cambios. Más todavía si algunos de ellos juegan una vez cada tres semanas. Berizzo debería saberlo, pues fue notorio en las tres noches precedentes. Pero prefirió forzar el colchón al máximo, y se ha quedado sin él. El Celta perdió porque fue inferior. Recibió tres goles, algo que ya es costumbre, pero apenas inquietó, algo que no es tan habitual. Sólo intimidó cuando se lo puso en bandeja el Ajax, pero Bongonda, de nuevo falto de la última decisión, no supo castigar. Nada más que eso. Marcelo Díaz corrió detrás de la pelota, con el nulo rédito para el equipo que ello suele aportar. El propio Bongonda fue un quiero y no puedo, igual que Lemos y Señé. Y Rossi terminó desesperado. 

Ahora todo se jugará a una carta. En casa, sí. Ante un rival a priori inferior, también. Con el once de gala en el campo, se supone. Pero a una carta. A un resfriado, a un resbalón, a un fallo, a un gol de rebote, a una expulsión, de quedar fuera. Es a donde ha llegado el equilibrismo de Berizzo. Ya no hay más balas. Un triunfo es el pase y una derrota la eliminación. Innecesario visto el máximo nivel del resto, y especialmente conociendo el del propio Celta. Dos, tres, a lo sumo cuatro cambios por partido hubiesen bastado para afrontar semanas de tres encuentros. No ocho. Las rotaciones sirven para competir mejor en todas las competiciones, no para dejar de competir en una de ellas. Berizzo prefirió versiones radicalmente opuestas para luchar a pleno rendimiento en liga, y mientras ir tirando en Europa. Ya no puede tirar más. El del Standard es "el partido" y entonces necesitará de todo su arsenal. Esperemos que el final sea feliz y todo esto se recuerde como un arriesgado, pero exitoso, camino hacia la felicidad.
Leer más »

Bendita locura


Foto: LFP
Ejercer la cordura en la vida real es lo más recomendable, aunque seguramente habrá momentos también para la locura, pero es evidente que en el fútbol la cordura solo conduce al tedio y al aburrimiento. Y aunque muchos viven de ella, y han hecho carrera, probablemente los que navegan en la lancha de la locura futbolística son más felices. 

Digo esto para intentar explicar  lo sucedido ayer cuando el Celta no supo parar el ritmo del partido con un 0-3 a favor. Ya le sucedió ante el Barcelona, y casi le cuesta un disgusto, y pudo salir bien ayer si el remate  de Tucu toca la red en vez del poste. Era el 1-4 que demostraba que el Celta no se apeaba de la locura, buscando la portería contraria. 

Dicen que estas cosas solo le pueden pasar al Celta, que nadie se deja remontar un 0-3, y aunque hay casos de otros equipos, estoy de acuerdo en que es algo que le puede pasar al Celta, como también es cierto que pocos equipos pueden ponerse con tres goles a favor en el minuto 20. Si ayer lo logró el Celta, fue por aplicar la locura al fútbol y dejar de lado una cordura que invitaba a replegarse y no hacer locuras con 0-1 en el marcador. 

Probablemente la mayor parte de equipos de la Liga mantendrían el 0-1 durante casi todo el partido, algunos hasta el final, y no buscarían nada más que proteger el marcador alcanzado. Algunos triunfarían, y otros verían como el Las Palmas le empataba o le remontaba el partido, pero siempre apelando a la cordura. 

El propio Las Palmas, que es un equipo que está muy de moda por su juego bonito, apeló a la cordura tras el empate. Tenía un jugador más que el Celta, pero renunció a seguir instalado en la locura en la que se había convertido el partido, y fue el Celta quien siguió buscando la victoria, a pesar de que todo parecía indicar que cada ataque de los de Berizzo alimentaba las posibilidades de que el rival matase el partido en una contra. El Celta se vuelve loco en la cordura. Es su estilo de vida, es su forma de ver el fútbol. Es la forma en la que Berizzo ha logrado que le sigan sus jugadores. Así llevó al equipo a Europa, y lo mantiene entre las diez primeras posiciones esta temporada. 

Este equipo nos dará disgustos como el de ayer, o el de Villarreal, y enormes alegrías como las goleadas a Deportivo o Barcelona. La locura es así. Va y viene. A veces estamos mejor, y otras nos afecta. Pero el círculo de volverse loco dentro de la cordura nunca cambiará. Y eso nos hará grandes. O al menos nos hará emocionarnos y disfrutar con este deporte llamado fútbol al que muchos se empeñan en convertir en un triste trámite para pasar un sábado o un domingo. El fútbol no se hizo grande así, sino peleando en el barro con borceguíes pesados y balones descosidos que se llenaban de agua y se volvían intratables. Aquella épica, locura pura, fue la que enamoró a nuestros abuelos y convirtió al fútbol en el deporte elegido.
Leer más »

El celtista y el empresario


Foto: Atlántico Diario
Últimamente se da en el Celta una curiosa bicefalia. El conjunto celeste tiene dos mandatarios, uno es el Presidente del Consejo de Administración, el celtista Carlos Mouriño, y el otro es el Presidente del Corporativo GES, el empresario vigués Carlos Mouriño. Tienen el mismo nombre, y se parecen bastante, pero cada uno tiene bien delimitadas sus funciones, aunque a veces se lían. 

El celtista es el que se sienta en el despacho de Antonio Chaves a firmar la renovación de Hugo Mallo, uno de los referentes de la cantera celeste durante su etapa al frente del club. El empresario es el que emite comunicados rajando de Abel Caballero sin nombrarlo, y exigiendo que se siente a negociar la venta del estadio por el valor de la reforma, que es como proponerle a su casero que pagará la reforma de la casa, a cambio de que la ponga a su nombre.  Podéis probar a proponérselo al vuestro. Y si de forma sorprendente no acepta, emitid un comunicado. 

El celtista es ese que tiene a toda la plantilla del Celta con contratos largos y cláusulas de rescisión que garantizan una indemnización jugosa en caso de perder dichos activos. El empresario es el que invita a un grupo de chinos a su casa, les manda información sobre el club para una posible venta, pero asegura a los celtistas que no sabe el nombre del grupo al que representan. 

El Celtista es quien realiza una gestión impecable para salvar al club de una quiebra de la que, en parte, se siente responsable, y consiguiendo dotar al equipo de futuro, mientras el empresario es el que hace cosas extrañas con las acciones desde hace años, hasta tener el control absoluto del club, negando siempre hacer tal cosa. 

El celtista es el que realiza una gran inversión en la cantera para que el primer equipo se pueda nutrir de chicos de la casa, garantizando también la supervivencia del club, mientras el empresario es el que chantajea al Alcalde, asegurando que sin una ciudad deportiva, a su manera, la cantera y el club no tienen futuro. Del Alcalde hablaremos otro día. 

Tengo claro que si me dan a elegir me quedo con el presidente del Celta, y no me interesa nada de lo que haga o diga el presidente de GES. Y me preocupa, incluso me indigna, que el presidente de GES sea el que decida los contenidos de la web oficial del Celta, de eso prefiero que se encargue el Presidente del Celta. 
Leer más »

A redención da Madroa


RICARDO GROBAS

Era 15 de abril, 2012. Balaídos acollía a volta do derbi galego á cidade de Vigo cinco anos despois da última cita entre ambos. Celta e Deportivo enfontrábanse no alto da táboa clasificatoria de Segunda na procura do seu retorno á Primeira, uns de seguido tralo fatídico descenso do ano anterior, e outros tras un lustro de penurias na división de prata. Borja Fernández, declarado celtista nos seus anos de cativo, facía no desconto o 2-3 definitivo tras un partido cargado de emoción, tensión e goles. Os locais perecían ao carón da aréa tras moito nadar con dous goles en contra. Aquel testarazou do xogador ourensán esmagou moitas ilusións celestes esa mañá de domingo, e aínda que meses despois o equipo acadou o ansiado ascenso, a de entonces foi unha derrota imposible de borrar da lembranza, desas que firen o corazón e quedan grabadas a lume na pel.

Hugo Mallo e Iago Aspas estaban aquel día sobre o céspede de Balaídos. Tamén Fabián Orellana. Incluso Sergio, aínda que o de Catoira tivo que ver o partido dende o banco. Para calquera deles, especialmente para a parella do Morrazo, aquel golpe foi difícil de dixerir. Tamén os que chegaron despois con aquela triste visita a Riazor en marzo de 2013. "Non saben xogar os derbis", dicíase. E en certo modo non era mentira. A paixón, o exceso de motivación, a ansiedade, íalles en contra. 

Pero onte, onte sí, tiveron por fin a desexada redención. Se un celtista fose cuestionado horas antes do partido sobre que guión gustaríalle escribir para o mesmo, seguramente solicitaría unha goleada. A poder ser, con goles de Iago Aspas, quizás Hugo Mallo, e de paso Orellana, por non esquecer tamén aquel cruel tanto de Lassad. Dito e feito. As meigas aliñáronse e brindáronlle ao celtismo o derbi que anhelaba, ese que lle fora negado anteriormente incluso en momentos nos que a súa superioridade fútbolística sobre o eterno rival era manifesta. Ese derbi co que tamén dormía Iago Aspas e toda a xeración de canteiráns que rescataron ao clube en 2009, ascendérono en 2012, salvárono en 2013 e, aínda que con menor representación, metérono en Europa en 2016. O de Moaña, o de Marín, Jonny e Sergio foron a representación de todos eles. De todo o celtismo. Foi a reconciliación definitiva co derbi deste grupo, desta nova etapa do celtismo, e a demostración no cara a cara de que, dende hai un tempo, en Galicia manda o Celta.

Dixo Berizzo en rolda de prensa que o resultado foi abultado. Pode ser. Pero o certo e que só o Celta deu sensación de querer gañar o partido. Maniatou ao Deportivo nuns primeiros 25 minutos de bo nivel no que Wass rondou o gol. A partir de ahí perdeulle o ritmo ao envite. Pese ao 1-0 de Hugo Mallo, comezou a xogarse ao que quería o rival. Interrupcións, xogo lento e moito balón parado en contra. Así chegou o empate de Albentosa trala enésima falta lateral concedida. Foi o guión ata o penalti, que cambiou todo e desatou ao Celta. Entonces, con espacios, os vigueses reafirmaron a notoria superioridade do seu vagón ofensivo e Aspas atopou vía libre para saldar todas as súas débedas. Incluso o propio Garitano recoñeceu a diferencia de potencial, acrecentada por el mesmo antes de comezar, deixando fóra da lista ao turco Emre Çolak, a única nota imaxinativa dentro do plano e romo ataque coruñés.

Amosouse unha vez máis co Celta é máis e mellor con tres homes no centro do campo. Acertou Berizzo anclando a un excelso Radoja no pivote, situando a Tucu e Wass na mediapunta e botando a Orellana cara o costado dereito. Procuraba o Toto xuntar ao mellor do Celta contra o peor do Deportivo, e dese combate Orellana-Navarro saíron o primeiro e o segundo gol. O terceiro foi obra do propio chileno tras centro dun irregular Jonny, que pese a todo conseguiu aportar máis en ataque ca un desacertado Bongonda, novamente inocou co seu fútbol. 

Cabral e Ronclagia foron o sostén do equipo atrás, só inquedado polla sucesión de absurdas faltas laterais concedidas. Eles e un Hugo Mallo cada vez máis líder e cada vez máis decisivo en campo propio e tamén no rival. Merecía un día así. Igual que Iago Aspas, o que máis suspiraba por todo o que aconteceu. Foi verdugo en Balaídos do seu eterno enimigo. Non precisou do seu mellor partido, senón de frialdade para executar un penalti que borrase pantasmas, e de toda a súa pillería, velocidade e calidade para oficilaizar a goleada co cuarto gol. Toda a súa esencia nese tanto. Non houbo rabia na celebración. Só un bico a un escudo ao que lle debía unha actuación así. Foi a súa vinganza, a súa redención, a da Madroa, a de todos os celtistas que un día pensaron que os seus rapaces non sabían gañar derbis. Onte, por fin, todos eles deitáronse a descansar no trono reservado para o rei do fútbol gallego. 
Leer más »

Un poema al rescate


EFE

Y en plena prosa holandesa, surgió el más bello verso chileno. El de Orellana, el de El Histórico, el de El Poeta. Añorado durante su mes de ausencia, volvió en Villarreal, pero reapareció anoche en Balaídos. Regresó sólo media hora a casa, y 30 minutos le bastaron para que el respetable corease su nombre al inicio, pero sobre todo al final. Por el medio, una obra de arte con sello propio que salvó al Celta de un destino tan feo como el comportamiento de los seguidores más radicales del Ajax. Pagaron 40 euros en una grada que no es grada y que convirtieron en espacio de sus fechorías. Afortunados al menos fueron por presenciar de cerca la maravilla del genio sudamericano.

Orellana empezó en el banquillo, al igual que titulares habituales como Wass, Jonny o Sergio. Incluso Rossi, habitual en Europa. Mientras otros como Aspas, Cabral, Marcelo Díaz, Hugo Mallo o Bongonda, estrenaban cubierta en Tribuna. Sin todo eso se plantó Berizzo de inicio, repitiendo el plan de jornadas atrás que había arrojado más resultados que juego. Amparado en eso, y en la proximidad del derbi, pretendió hacer frente a un Ajax alejado de sus cuatro Copas de Europa, pero también del nivel de Standard o Panathinaikos. Fue la tercera sesión de malabarismo técnico buscando sacar el mayor rédito continental, pero priorizando absolutamente la liga.

Y, por lo menos de primeras, no salió del todo mal. El Celta firmó sus mejores 45 minutos en Europa desde hace diez años. Sin hacer nada del otro mundo, consiguió dominar a un Ajax que, eso sí, mostraba argumentos intimatorios para salir al contraataque. Así llegó el 0-1, nacido en una duda de Roncaglia, pero que no desanimó al Celta, que sujetado por Radoja y el Tucu, consiguió arrinconar a los holandeses y firmar el 1-1 en una afortunada virguería de Fontás.

El cuento cambiaría en la reanudación. El Ajax se apoderó poco a poco de la medular a medida que Radoja y el Tucu vacíaban sus pulmones. Se jugaba en campo celeste y los vigueses no conseguían asustar. Sería otra vez en un contraataque, de nuevo en una duda de Roncaglia, donde se gestaría el 1-2 que parecía definitivo. Parecía, porque lo merecían los neerlandeses, y porque finalmente no se terminaría de producir. De eso se encargaría Orellana con una rosca infinita lanzada desde su casa. Un gol que salvó al Celta de su primera derrota europea del curso. Un poema al rescate.

Vistas convocatorias, alineaciones y desarrollo de los tres partidos, es digno de celebración que los celestes acumulen 5 puntos y gocen de una cómoda posición en el grupo. No se ha merecido tanto botín. El ahorro europeo para el consumo doméstico ha significado jugar tres veces con fuego, aunque librando las llamas siempre. El Celta no semeja inferior a nadie con sus primeras espadas. Otro asunto es con las necesarias rotaciones. De momento, el plan le sale a Berizzo. Y teniendo en cuenta la situación del grupo, puede que todo quede resumido a la visita del Standard a Balaídos. Entonces probablemente haya que jugar más cartas, pues esa victoria lo encarrila todo. Aunque por si las moscas, mejor también puntuar en Amsterdam o en Atenas. O en ambos lados. Ya se verá. Turno ahora de pensar en lo que se viene encima el domingo, que no es poco.




Leer más »

Otra vez


@Theo_Bongonda

Otra vez. Segunda entrega. Tercera, contando la proeza de hace un par de temporadas en el Camp Nou. Balaídos volvió a zarandear al campeón, al Barça de Luis Enrique, al equipo que ha logrado ocho títulos desde que el técnico asturiano cambió las Rías Baixas por el mar Mediterráneo. Fue distinto, pero fue igual. Cuatro goles de nuevo y esa sensación de ver al gigante abatido, contra las cuerdas, sin capacidad de reacción. Aunque después la tuvo, a diferencia del curso pasado. Tocó sufrir como no se sufrió entonces. Dio igual, porque el premio fue menos abultado pero igual de grande. Satisfacción máxima. Y sin Nolito, sin Augusto y sin Orellana. Pero con Iago Aspas, siempre con Iago Aspas.

Los primeros 45 minutos del Celta fueron un primor. La última media hora del primer acto, sencillamente, insuperable. La gran obra de Berizzo. Una presión alta, altísima, con Aspas y Wass botándose a la yugular de Piqué y Mathieu para incomodar el germen del fútbol culé. Lejos de atrapar directamente a Busquets, el Celta decidió ensuciar las jugadas desde el inicio para después robar en el territorio del mediocentro. Lo hizo tan bien, a semejante nivel de intensidad, que el Barcelona vivió embotellado en su mitad de campo durante muchos minutos. Robaba una y otra vez, una y otra vez. 

Y después, lograba ser exageradamente vertical. Cada pelota recuperada se convertía en un misil que devoraba metros en dirección portería a una velocidad endiablada. Poco o nada pasaba entre que el balón caía en pies celestes y aparecía en área azulgrana. Así llegó el primero, el segundo y el tercero, en medio de una borrachera de fútbol como no se recuerdan en Balaídos. Aspas era el epicentro de todo. Presionaba, robaba, conducía, asistía y marcaba. El significado de afouteza resumido en un futbolista. Por suerte es de Moaña y celtista, porque no habría dinero para comprarlo.

El cuento cambió en la reanudación. A la lógica reacción del Barça, sustentada en la calidad de Iniesta y el liderazgo de Piqué, se sumó un Celta que no supo interpretar lo que pedía el encuentro. Mantuvo el plan inicial cuando lo sensato hubiese sido plegar velas. No encerrarse en el área, pero sí dejar de presionar como si no hubiese mañana. Ya no había fuerzas para ello, era imposible. Llegó el 3-2 y todo caminaba hacia el empate final. Hasta que se encontraron Ter Stegen y el Tucu. Fue la jugada que decidió el partido, la que dio suficiente oxígeno a los de Berizzo como para aguantar la victoria hasta el final. Con todo lo bueno que habían hecho los celestes hasta entonces, sin esa acción puede que todo se hubiera ido al garete. Habla de la magnitud del rival al que se había derrotado.

Balaídos pelea por ser ya Anoeta, ese estadio que llegue como llegue, siempre se le atraganta al Barça. Lo que fue Riazor en su día para el Real Madrid. Lo que es Vallecas para el Celta. Para Luis Enrique, tanto el feudo como el equipo al que un día entrenó, son ya parte de su historia negra en los banquillos. Si ya es difícil golear al conjunto azulgrana una vez, más todavía repetir la hazaña. Pasarán los años y se hablará de aquella época en la que el todopoderoso Barcelona recibió cuatro goles por dos veces ante el Celta de Berizzo. Imborrable.
Leer más »

Rossi cambia la historia


EFE

Fue el partido de siempre en Cornellà. Frío, insulso, aburrido, sin fútbol. Lo habitual, vamos. Algo extraño ocurre en la nueva casa espanyolista que no permite que se presencie un buen espectáculo en las visitas celestes. No importa la hora, fecha o jugadores que haya sobre el terreno de juego. El guión es el mismo irremediablemente. 90 minutos de tedio y un añadido agitado.

Iba el partido camino del gol de Sergio García, ese destinado a romper el soporífero y merecido 0-0 de siempre, cuando la pelota encontró a otro delantero ratonero, pero de distinta camiseta. Al espacio de un magnífico pase de Cabral apareció Rossi para cambiar la historia. Le tocaba sonreír al Celta. Lo hará más a menudo si el italiano está sobre el campo. Berizzo lo cuida y sólo descubre su calidad en pequeñas dosis. Suficiente de momento para arañar un punto en Europa y sumar tres en liga. Sólo así se explica que no participe más. Cada paso que da genera peligro, cada pelota que agarra es un quebradero de cabeza para el rival. Si la rodilla lo permite, el Toto cuenta en su plantilla con un superclase que tarde o temprano será indiscutible.

Después llegó Pione para desatar todas sus virtudes en cinco segundos y ampliar el botín. Potencia, conducción en carrera, regate y fuerte disparo. Los highlights de Youtube han llegado a la vida real. Siempre mejor en la izquierda que en la derecha, aunque todavía a ráfagas. Apareció en la primera parte y se diluyó en la segunda. Parece haber adelantado a Bongonda en la jerarquía que dibuja Berizzo en su cabeza. Su próximo reto puede ser mantenerse en el once cuando regrese Orellana y Rossi sea innegociable. Dependerá también del nivel de su compatriota Wass, vulgar hasta el momento. Da la sensación de no estar a tono físicamente. 

Resultado al margen, el Celta no hizo un gran partido. Confirmó su mejoría defensiva de esta temporada. Mejoría en la que seguramente algo tenga que ver Roncaglia, más que correcto en el lateral, tanto arriba como abajo. Pero no solucionó sus problemas ofensivos. Volvió Marcelo Díaz, pero faltaba el Tucu. También Orellana. Puede que el Celta no vuelva a carburar del todo hasta que no tenga al tridente chileno sobre el verde. Y junto a ellos a un Rossi que reduzca la soledad de Aspas. Sin ellos, al Celta le cuesta dar el paso que sigue al dominio de la pelota. La posee, pero no consigue emplearla para dañar al rival. Le sirve para defender, pero no logra atacar con peligro. Pasó ante el Leganés, ante el Sporting y anoche también. El de Moaña, muy sólo, fue el único capaz de romper una línea y merodear por las proximidades de Diego López, aunque sin demasiado éxito. Necesita a Rossi, a Orellana y mejorar su relación con Pione, con el que todavía no termina de entenderse.

De camino a todo ello, el Celta se ha instalado en la tranquilidad y va dejando atrás dudas y fobias. El triunfo de ayer compensa el escaso premio de Pamplona. Resta equilibrar la derrota ante el Leganés y todo estará de nuevo en su sitio. Barça y Villarreal serán las primeras oportunidades, pero antes toca afrontar la segunda cita con Europa ante el Panathinaikos. Un partido que se ve de otra manera con 7 puntos en el casillero y no 0, como en Lieja. Será en Balaídos y el Celta debe buscar la victoria para acomodar su clasificación. Falta comprobar qué planea Berizzo esta vez, si otra revolución o una rotación más lógica y moderada. Sea como fuere, habría que solicitar formalmente que Rossi sea de la partida. Con él, siempre, será más fácil. 
Leer más »

O sofrido camiño da liberación



Por fin. Balaídos por fin sorriu co seu equipo. Seis datas de esta ilusionante temporada tivo que agardar para festexar o primero triunfo do ano. Unha sofrida vitoria con aroma ao Morrazo e á Madroa. Hugo Mallo e Iago Aspas, un de Marín e outro de Moaña, quizáis os dous grandes emblemas do Celta contemporáneo, certificaron a primeira ledicia do curso, que chegou coas habituais doses de angustia nestes casos. 

Non sabe a camisola celeste sair dunha mala xeira con facilidade. Cando o Barcelona é sorprendido no Camp Nou polo Alavés, a Celtic e Leganés espéranlle dúas malleiras para espantar as pantasmas. O mesmo acostuma a facer o Real Madrid e incluso o Atlético, coma se viu en Vigo. O Celta non. O Celta acariña o perigo cos dedos, móvese 90 minutos nese fío que separa a tranquilidade da traxedia. Coma se algo intanxible impediselle sacar a cabeza do auga doadamente e tirase del cara ese fondo do que trata de escapar.

Así foi onte con ese penalti absurdo que devolveu ao equipo ás profundidades. Non se achegara o Sporting á portería de Sergio ata entón. O Celta dominou, certamente de xeito estéril en moitos tramos, pero sen medo a que os asturianos incomodasen ao de Catoira. Faltou ese home entre liñas quen de recoller unha pelota, darse a volta e romper unha liña rival cun pase ou un regate. Ese home chamado Orellana, superando a súa lesión na bancada, pero que onte ben podía ser Rossi ou incluso Señé, ambos no banquillo. O Tucu Hernández, mancado dende o inicio, viu mermado o seu rendemento e non foi a figura trascendental coa pelota dos últimos partidos. Iago Aspas, ata o gol de penalti, viviu inmerso nunha batalla baleira con Amorebieta e Babín que sacouno do partido.

Cuns fóra e outros apagados, só Sisto atopou o xeito de inquedar á ordeada retaguardia sportinguista. Por primeira vez por esquerda, foi quen de amosar ese desequilibrio polo que foi contratado. Incluso despois, cando mudou de costado con Bongonda, seguíu facendo dano. Todo o contrario co seu homólogo belga, emperrado unha e outra vez na procura da súa perna zurda. Bongonda voltou a decidir mal en case todas as accións de finalización nas que participou. Berizzo mantivolo no campo sen moita xustificación cando o atasco celeste reclamaba a entrada de Rossi e sobre todo a permanencia de Sisto. Nin unha nin outra. O gol de Mallo provocou a saída do danés e retrasou a chegada do italiano, quen reactivou ao Celta tralo varapalo do empate. Toda a forza celeste diluirase co 1-0 e a obriga de defender un tesouro. Era a primeira vantaxe da temporada e xestionouse con pánico. O erro de Roncaglia motivou un empate que semellaba definitivo. Sorte que apareceu o penalti para aportar xustiza ao marcador. 

O berro de Mallo, o berro de Aspas, o berro de Balaídos, enmudecido antes da execución do decisivo penalti. Berros de rabia propios de quen se sacode un peso das costas, de quen afasta os seus medos. Precisaba este triunfo o Celta para trocar a dinámica negativa, liberarse e botar a andar. Seguramente todo sexa máis doado a partires de agora, unha vez que arrincou esa pedra do lombo e volveu sorrir tres meses despois. Pero para facelo, ía sufrir. Tiña que ser así.
Leer más »