¡Ni pizca de gracia! Por Alex de la Rola


Foto: Atlántico Diario
Como sabéis, está abierto el buzón de moiceleste (info@moiceleste.com) para expresar vuestra opinión sobre cualquier aspecto relacionado con el Celta. En esta ocasión ha sido Álex de la Rola, el que quiere compartir su opinión con todos nosotros. Lo aquí expresado no tiene necesariamente que coincidir con las opiniones de moiceleste.com. 

En relación al comunicado que acaba de publicar el R. C. Celta, a título particular me permito aportar algunas reflexiones, ofrecidas como añadido al propio texto aportado por el Club.

¿Está vendido el Celta? 

NO. El Celta no está vendido y no ha iniciado ninguna operación de venta. Se han recibido ofertas, pero ninguna desde Vigo o Galicia. Este Proyecto pertenece a Vigo y su futuro debe estar siempre vinculado a la Ciudad.

Viene a decir (01 dic.) que el proyecto del Celta nunca saldrá de Vigo.  Entonces, efectivamente, lo de los chinos era una trola, como sospechábamos algunos (véase el artículo publicado en este medio con fecha 20/10/2016, “Historia de una trola”). Pero un día después (02 dic.) dice que es posible llevarse al Club fuera de Vigo  ¡???! Una velada amenaza.

¿POR QUÉ EL CELTA QUIERE RECUPERAR BALAÍDOS?

Para dotar de estabilidad al Proyecto, reforzar su arraigo con la Ciudad y consolidar el futuro del Club. 

Hermosas palabras, pero mensaje ambiguo, falto de contenido.

Porque en pocos años el Celta no podrá competir en ingresos con el resto de clubes y por tanto afrontará la competición en clara inferioridad de condiciones. 

¿La propiedad del estadio nos va a proporcionar más ingresos? ¿Cuáles, cómo, cuánto?

Porque si el Celta recupera Balaídos se reforzará su sólido arraigo con la ciudad, un vínculo inquebrantable. ¡El Celta nunca saldrá de Vigo! 

Hermosas palabras otra vez, vacías de contenido. Y reitera que nunca saldrá de Vigo.

Porque el futuro nos exige desarrollar nuevas actividades en el estadio, más allá de su uso deportivo como equipo local. El Celta juega en Balaídos pero no dispone de Balaídos, no se le permite desarrollar ninguna otra actividad. 

¿Qué nuevas actividades rentables para el Celta se pueden desarrollar en Balaídos, que no se puedan desarrollar en otra parte con iguales ventajas?

Y porque Balaídos es el espacio común, el espacio de todos 

Ya lo es, de todos los vigueses, celtistas o no
El hogar de las emociones, los valores y la ilusión del Celtismo y de todos los ciudadanos de Vigo. 
Hermosas, grandilocuentes y demagógicas palabras. Efectivamente, todo eso ya lo es. ¿Lo sería más? ¿Por qué?

SI EL CELTA RECUPERA BALAÍDOS, ¿PODRÁ ESPECULAR CON EL ESTADIO?

NUNCA. El Club ofrecerá todas las garantías necesarias para que Balaídos nunca deje de ser un estadio de fútbol, con la renuncia expresa a una posible recalificación.
Con la recuperación del estadio y el compromiso de nunca modificar su uso, el arraigo del Celta con Vigo será definitivo y la estabilidad y el futuro del Club estarán garantizados. 

Exactamente igual que ahora, el arraigo no va a ser mayor por tener el estadio en propiedad, no depende de eso; pesan mucho más 90 años de historia común,  que los vigueses consideren al Celta como algo propio (eso es lo que da el arraigo, no la propiedad del estadio). Y la estabilidad y futuro del Celta no dependen de la propiedad del estadio, sino de una eficiente gestión de sus directivos.

Además, el presidente pondrá sus acciones como garantía del préstamo necesario para recuperar el estadio, por lo que será imposible la venta del Club. 

Hasta que el préstamo se pague, claro.

¿CUÁL ES EL PLAN DE FUTURO DEL CELTA?

SER UN CLUB, NO SOLO UN EQUIPO Una Institución fundamental en la vida de Vigo. 

Ya lo somos. Además, la nueva sede se hizo para eso ¿no? Para relanzar la idea de Club y explotar sus potencialidades.
Un Club con patrimonio propio que le permita generar ingresos que garanticen la viabilidad del Proyecto. 
¿Qué ingresos extra se pueden obtener con la propiedad del estadio, que ahora no sean alcanzables sin ella?

Un Club con las mejores instalaciones, una ciudad deportiva y un estadio propio, que le permitan reforzar y potenciar su apuesta por la Cantera, consolidando el futuro del Celta. 

Aparte de la ciudad deportiva, que todos queremos, pero que no tiene nada que ver con el estadio, ¿Qué beneficio extra va a reportar a la cantera la propiedad de Balaídos?

Por último, quiero resumir mi postura en seis argumentos:

1º) No acabo de ver los beneficios que supuestamente va a obtener el Celta con la propiedad del estadio. Solo veo inconvenientes. El primero, la inversión con su consiguiente endeudamiento (se descarta el regalo municipal, por supuesto). La compra del estadio va a suponer un endeudamiento para el Club. Endeudamiento innecesario, dado que el Celta ya disfruta de Balaídos en condiciones tan ventajosas que a algunos se nos antoja caprichoso el empeño en comprarlo. Porque el presidente no se creerá que se lo puede comprar al Concello de la manera que ha señalado en su anterior comparecencia. Sería como si el inquilino le dijera al propietario: “mira, si me quedo con la propiedad de la casa, ya me ocupo yo de arreglar el tejado; si me la regalas te libero de tan oneroso compromiso”. Además, a partir de ese momento, cualquier obra de mejora correría a cargo del nuevo propietario, el Celta, cosa que no ocurre ahora. Obviamente, las inversiones inmobiliarias (incluyendo un nuevo estadio, como insinúa ahora) van a penalizar las inversiones puramente deportivas, como el reforzamiento de la plantilla (si no se puede porque hay que pagar los créditos… pues no se puede). Añadiendo en esta última comparecencia que lo de Balaídos sería una “pequeña ilegalidad” (en España las ilegalidades no son pequeñas ni grandes, son simplemente sí o no. Por una nimiedad, si es ilegal, los tribunales tumban al más imponente de los proyectos).

2ª) Sí veo claro, en cambio, que la propiedad del estadio favorece las opciones de venta (a cualquiera, tenga la piel amarilla o verde). De hecho, desconfío que esa haya sido la causa de que se haya frustrado la operación recientemente. Parece claro que el club es más fácilmente vendible, y con mayores plusvalías, si tiene el estadio en propiedad. Pero la venta del Club es algo que a los celtistas no nos hace ni pizca de gracia. 

3ª) No me puedo fiar de quien engaña y amenaza. Ahora asegura que no está vendido el club y que no tiene intención de venderlo a gente de fuera. Hace muy poco se daba por hecho que se vendería a los chinos, y esa idea la alimentaba el Sr. Mouriño. Sigo convencido de lo que decía en “Historia de una trola”. Hoy, 02 dic., asegura tajante que el club no se vende, pero que hay un aval presentado por unos posibles comparadores. Si no se vende, por qué le ha exigido un aval a los pretendientes. Si se ha exigido un aval y este ha sido presentado, es que hay un precio establecido para iniciar conversaciones. ¿Se vende o no se vende a gente de fuera, Sr. Mouriño?

4ª) La emisión de comunicados atestados de grandilocuentes palabras pero huecas, vacías de contenido, me reafirman en la desconfianza. En este último se hace especial énfasis en reforzar el arraigo del Celta en la ciudad (tres veces se hace uso de este recurso en un texto relativamente corto).
¿Pero qué es el arraigo? Según la RAE, arraigar es establecerse de manera  permanente en un lugar, vinculándose a personas y cosas, hacerse muy firme, enraizarse. Resulta evidente que el Celta, después de 93 años de historia es una institución firmemente arraigada en la ciudad. En mis viajes por el extranjero, cuando decía de dónde era, invariablemente me contestaban ¡Ah, Celta Vigo! ¡Que no nos vendan ahora el arraigo del Celta en Vigo, por favor!

5ª) El Sr. Mouriño ya ha disfrutado bastante del juguete Celta. A lo mejor no le interesa a él directamente la venta del juguete, dada su edad. Pero quizás quiera preparar el terreno a sus herederos para que, cuando él ya no esté, y lo consideren oportuno, puedan venderlo tranquilamente a chinos o marcianos, da igual, los que mejor paguen.

6ª) Y si solo se tratara, que podría ser, de alimentar el ego del presidente (el mejor de la historia, en mi opinión, hasta ahora), poniéndole a Balaídos el nombre de “Estadio Carlos Mouriño”, si con eso acabáramos con esta detestable controversia… ¡Empezáramos por ahí! 
Vaya por delante mi conformidad a crear una campaña de recogida de firmas entre los celtistas para solicitar el cambio de nombre al Concello, que eso sí sería legal.
Si los méritos de Mouriño son indiscutibles, nadie lo niega. Pero de ahí a soportar mentiras, amenazas, que nos ponen el alma en vilo, sin saber a cuento de qué…


Lo dicho: ¡Ni pizca de gracia!

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