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| Foto: Diario AS |
La Copa del Rey se le escapó al Celta en una noche amarga en el Carlos Belmonte. El conjunto vigués cayó eliminado ante el Albacete en la tanda de penaltis tras un partido largo, intenso y marcado por los detalles, las lesiones y el desgaste. Al término del encuentro, Claudio Giráldez compareció con gesto serio y un discurso cargado de autocrítica, pero también de reconocimiento al esfuerzo de sus futbolistas.
El técnico celeste no ocultó su enfado por la eliminación.
“Estamos enfadados, hicimos todo lo que estuvo en nuestra mano para pasar de ronda”, comenzó explicando. Giráldez señaló directamente el inicio del partido como uno de los puntos clave:
“El primer gol es imperdonable, pero después atacamos”. Con el paso de los minutos, el Celta fue creciendo, algo que el entrenador valoró especialmente tras el descanso.
“En la segunda parte mejoramos, fuimos verticales”, apuntó, aunque el guion del encuentro volvió a torcerse con la lesión de Borja, un golpe anímico y futbolístico para el equipo.
En los minutos finales y durante la prórroga, el Albacete apretó y obligó al Celta a replegarse más de lo deseado.
“Hemos tenido demasiado tiempo al Alba en nuestra línea en los minutos finales y en la prórroga estuvimos mejor, con espacio, y el rival corrigió”, analizó Giráldez, dejando claro que el duelo se movió en márgenes muy estrechos.
La eliminatoria terminó decidiéndose desde los once metros, y ahí el técnico fue claro:
“Nos ha salido la cruz”. El gol de Vallejo en la tanda marcó un antes y un después.
“Tras el gol de Vallejo el estado de ánimo creo que nos ha condicionado. Toca reponernos”, resumió, con la vista ya puesta en lo que viene.
En su análisis global del partido, Giráldez insistió en la falta de energía inicial.
“Nos ha faltado energía en la primera parte y eso lo tenemos que mejorar”, reconoció, antes de lanzar una reflexión contundente sobre la exigencia de la competición:
“El nivel de Primera y Segunda es el mismo, y cuando un equipo no va al 200% no gana”. Las circunstancias tampoco ayudaron:
“Hoy tuvimos jugadores tocados, la lesión de Borja y otras cosas. Tenemos que aprender”.La desolación era evidente en el vestuario.
“El Albacete se ha volcado en los minutos finales y lo hemos notado, no hemos defendido todo lo bien que nos gustaría”, explicó el entrenador, recordando de nuevo el impacto de la lesión. Giráldez fue sincero sobre la situación del equipo:
“No estamos para jugar tres competiciones”. Aun así, quiso contextualizar sin excusarse:
“Hoy teníamos muchos futbolistas con gripe, no quiero que suene a excusa”.El cierre fue tan humano como duro:
“Hay jugadores llorando en el vestuario, el equipo lo ha intentado y esto es una moraleja”.
