El celtista y el empresario


Foto: Atlántico Diario
Últimamente se da en el Celta una curiosa bicefalia. El conjunto celeste tiene dos mandatarios, uno es el Presidente del Consejo de Administración, el celtista Carlos Mouriño, y el otro es el Presidente del Corporativo GES, el empresario vigués Carlos Mouriño. Tienen el mismo nombre, y se parecen bastante, pero cada uno tiene bien delimitadas sus funciones, aunque a veces se lían. 

El celtista es el que se sienta en el despacho de Antonio Chaves a firmar la renovación de Hugo Mallo, uno de los referentes de la cantera celeste durante su etapa al frente del club. El empresario es el que emite comunicados rajando de Abel Caballero sin nombrarlo, y exigiendo que se siente a negociar la venta del estadio por el valor de la reforma, que es como proponerle a su casero que pagará la reforma de la casa, a cambio de que la ponga a su nombre.  Podéis probar a proponérselo al vuestro. Y si de forma sorprendente no acepta, emitid un comunicado. 

El celtista es ese que tiene a toda la plantilla del Celta con contratos largos y cláusulas de rescisión que garantizan una indemnización jugosa en caso de perder dichos activos. El empresario es el que invita a un grupo de chinos a su casa, les manda información sobre el club para una posible venta, pero asegura a los celtistas que no sabe el nombre del grupo al que representan. 

El Celtista es quien realiza una gestión impecable para salvar al club de una quiebra de la que, en parte, se siente responsable, y consiguiendo dotar al equipo de futuro, mientras el empresario es el que hace cosas extrañas con las acciones desde hace años, hasta tener el control absoluto del club, negando siempre hacer tal cosa. 

El celtista es el que realiza una gran inversión en la cantera para que el primer equipo se pueda nutrir de chicos de la casa, garantizando también la supervivencia del club, mientras el empresario es el que chantajea al Alcalde, asegurando que sin una ciudad deportiva, a su manera, la cantera y el club no tienen futuro. Del Alcalde hablaremos otro día. 

Tengo claro que si me dan a elegir me quedo con el presidente del Celta, y no me interesa nada de lo que haga o diga el presidente de GES. Y me preocupa, incluso me indigna, que el presidente de GES sea el que decida los contenidos de la web oficial del Celta, de eso prefiero que se encargue el Presidente del Celta. 

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