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| Foto: Celta |
El Celta puso esta noche un colofón perfecto a una temporada inmensa, en la que solo la mala racha de 10 partidos sin ganar le impidió alcanzar cotas mayores. Cerró el año a lo grande, ganando, con remontada incluida, y con un hombre menos desde el minuto 21 de partido. Inmenso broche final para una tarde cargada de emociones.
El partido empezó raro. Los jugadores saltaron al campo un cuarto de hora antes de lo previsto para rendir homenaje a Borja Oubiña, y calentaron después del mismo sobre el césped. Eso no evitó que el partido comenzara con mucho ritmo, dominio alterno en los primeros instantes hasta que el Celta logró domar el balón. Entonces ya se jugaba en el campo del Espanyol. Santi Mina pudo adelantar al Celta, pero lo evitó Kiko Casilla con una gran intervención.
A los 20 minutos de juego, el partido cambió radicalmente. Mala cesión de Fontàs a Sergio, que no llega al balón y acaba derribando a Sergio García. Penalty y expulsión. De libro. Larrivey sería el sacrificado para que entrase al campo Rubén Blanco, que no pudo detener la pena máxima.
El gol no desencajó al Celta. Berizzo colocó a Orellana como referencia ofensiva y dejó que el equipo jugase igual. Santi Mina y Nolito formaban unas bandas consistentes que generaban peligro en cada acción. No parecía que el Celta estuviese en inferioridad, y esa era la mejor noticia de la primera mitad.
A los 37 minutos de juego encontró el premio a su buen desempeño. Orellana se plantó ante Casilla, que sacó su disparo, pero apareció Hugo Mallo para remachar de cabeza al fondo de las mallas poniendo el empate. De ahí al descanso poco más destacable que un golpe recibido por Santi Mina, que le impidió jugar en la segunda mitad.
Borja Fernández fue la novedad tras el descanso, donde el Celta recibió otro duro golpe cuando Stuani batió con una brillante vaselina a Rubén Blanco. Pero este Celta ha vuelto a demostrar que es de otra pasta y no se rinde tan fácilmente. Los de Berizzo pelearon como jabatos, a pesar de estar con uno menos y obtuvo recompensa a su ambición cuando Cabral, a los 12 minutos de la reanudación cabeceó de potente cabezazo una falta botada por Nolito.
El premio gordo llegó a la media hora cuando Nolito aprovechó una contra para marcar su gol más habitual. Brillante el andaluz, ejecutó un disparo inalcanzable para Casilla. La guinda la pudo poner Krohn-Dehli cuando condujo una contra. Tenía pase y posibilidad de disparo y en su cabeza peleaba el jugador obsesionado con el pase y aquel que sabe que tiene una oportunidad para despedirse con un gol. Al final el equilibro fue fatal y ni hizo una cosa ni la otra, pero se llevó una atronadora ovación en su despedida.
Otra tarde de felicidad en Balaídos, con una afición entregada a unos jugadores que han hecho historia, terminando la temporada con 51 puntos, muy por encima del objetivo inicial. El Celta ha vuelto a la élite. De verdad. El Celta acaba la temporada en octava posición, una por encima del año pasado.
Ficha técnica
Celta: Sergio, Hugo Mallo, Cabral, Jonny, Augusto, Krohn-Dehli (Sergi Gómez, min.83), Santi Mina (Borja Fernández, min.46), Orellana, Nolito e Larrivey (Rubén, min.21)
Espanyol: Casilla, Víctor S., V. Álvarez, Stuani (Caicedo, min.67), Sergio García, Moreno, Javi López, Lucas Vázquez, Fuentes, Álvaro e Arbilla
Goles: 1-0, min.22: Sergio García; 1-1, min.37: Hugo Mallo; 1-2, min.47: Stuani; 2-2, min.57: Cabral; 3-2, min.76: Nolito
Árbitro: Del Cerro Grande, do comité madrileño. Expulsou a Sergio con vermella directa (min.20) e amonestou a Augusto
Campo: Estadio de Balaídos, 18.385 espectadores
