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| Foto: LFP |
La carrera de un futbolista tiene momentos clave. El debut en el fútbol profesional es un momento muy importante. No son pocos los jugadores que han palidecido cuando han dado el salto al primer equipo tras despuntar con el filial. No es fácil el salto, más por una cuestión mental que futbolística. La selección natural se encarga de separar a los futbolistas con cualidades de los grandes que pueden llegar a jugar durante años en la máxima categoría.
Es un momento importante que Brais Méndez superó con nota. Juan Carlos Unzué realizó un gran trabajo con él, dándole más importancia con el paso de los partidos, y confiando en él a pesar de algún mal partido o algún bajón en su rendimiento. El siguiente paso es asentarse en el equipo, algo que logró con cierta naturalidad esta temporada. Empezó jugando menos, pero Mohamed terminó rindiéndose a su talento.
Tener continuidad en un equipo de Primera División es importante, pero el salto a estrella de La Liga es muy serio, y mucho más complicado que todo lo anterior. Y dar el salto no es destacar durante unas semanas, sino mantener ese rendimiento, con los lógicos altibajos que tienen todos los jugadores, y mantenerse a ese nivel durante muchos años.
En eso está Brais Méndez. Y como en los casos anteriores, el cerebro jugará una parte más importante que la calidad técnica o sus virtudes futbolísticas. Brais Méndez ha acumulado elogios en las últimas fechas, sus estadísticas le sitúan en la élite de La Liga y ha llegado a ser internacional absoluto, marcando un gol en su debut. Todo eso en poco más de un mes.
Difícil de digerir para un chico de 21 años si no tiene la cabeza amueblada y bien asentada. Hay cientos de casos de futbolistas que no fueron capaces de superar esta etapa con normalidad. Ahora Brais es el foco de atención mediática, y también de sus rivales. Ya no es un chico al que no conoce nadie. Gran parte del fútbol español está pendiente de su evolución, y no siempre es fácil lidiar con esta situación, pero estamos convencidos de que al igual que ha llegado hasta aquí con tanta naturalidad que ha parecido fácil, seguirá creciendo como si tal cosa. Eso es lo que diferencia a los buenos futbolistas de los grandes.
