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| Foto: Marca |
(EFE) El Celta de Vigo recrudeció en los últimos días, con una campaña publicitaria difundida en la prensa escrita local, sus críticas al alcalde de la ciudad, Abel Caballero, al que acusa de querer echar al equipo celeste del estadio municipal de Balaídos.
La construcción de la ciudad deportiva en la localidad vecina de Mos avivó la tensión entre la entidad que preside Carlos Mouriño y el Gobierno socialista que lidera Caballero, que ostenta una amplia mayoría en la ciudad (17 concejales en una corporación de 27).
"Sr. Alcalde, ¿por qué rompió su compromiso de no interferir en la ciudad deportiva del RC Celta en Mos?; ¿por qué rompió su compromiso por el cual el RC Celta se comprometía a jugar 50 años en Balaídos y pagar 1 millón de euros?", son algunas de las preguntas que lanza la entidad celeste en su anuncio.
El Celta, en dicho comunicado publicitario, acusa a Caballero de "traicionar" a la sociedad "viguesa y gallega" que participó en el acto celebrado el 15 de diciembre de 2017 en el Hotel Pazo Los Escudos, donde se acordó la concesión del estadio de Balaídos durante medio siglo y la construcción de la ciudad deportiva en Mos.
"Hoy es el día más importante de los 94 años de historia del Celta", comentó en aquella jornada Mouriño, presidente y máximo accionista del club, ante el alcalde de la ciudad; el presidente de la Xunta Alberto Núñez Feijóo; y el presidente de la Liga, Javier Tebas, entre otros.
Pero en la última junta de accionistas del Celta, celebrada el pasado 6 de noviembre, Mouriño ya acusó a Caballero de "boicotear" la construcción de un estadio propio del club en la ciudad, y dejó entrever que si la corporación municipal no se lo permite buscarán terrenos en otra localidad para hacerlo.
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