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| Foto: Marta Grande |
La primera es que no olviden,
No olviden las temporadas en segunda y los viajes a aquellos estadios, no olviden cuando el abono de jubilado solo era para Gol, no olviden el riesgo de gastar más de lo que se puede, no olviden cuando estuvimos metidos en concursal y no podíamos pagar traspasos, no olviden a los que aprovecharon el Celta para anunciar sus empresas o hacer carrera política, no olviden cuando íbamos 7000 a Balaídos y se escuchaba al portero colocar la barrera, no olviden cuando nos eliminaron de un play-off de ascenso y fuimos a recibir al equipo a Peinador, no olviden cuando lo habitual era que en todo el primer equipo solo hubiera 1 canterano o ninguno, no olviden cuando tener sede en propiedad, estadio nuevo o ciudad deportiva sonaba a utopía.
La segunda cosa que les voy a pedir es que sonrían,
Que sonrían al color celeste, que sonrían al fútbol de salón, que sonrían a nuestros canteranos en el primer equipo, y a los que están proyectando nuestra cantera en otros equipos, que sonrían a los que dan todo por nuestra camiseta sobre el césped, que sonrían a una afición que sabe estar siempre ahí y anima incluso perdiendo 1-5 en casa, que sonrían cuando vean a un niño o niña con una camiseta del Celta por la calle, que sonrían porque logramos volver a Europa pero con una nueva filosofía de club, que sonrían a Carlos Mouriño y a todos los que trabajan para que sigamos creciendo, que sonrían al equipo de Vigo que lleva los colores y el corazón de todo un país.
Sonrían, sonrían que sí se puede ;-)
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