He de reconocer que no suelo ver partidos de fútbol que no
tengan alguna relación con el Celta, pero ayer hice una excepción y disfruté de
la final de la antigua copa de la
UEFA.
Quizás tenga algo que ver el hecho de que, en cierto modo,
veo en el Athletic de Bilbao un espejo en el que reflejarnos, una especie de dogma de fe sobre el que la cantera del Celta tiene que articular y construir su futuro…de celeste.
Y es que, quién más, quién menos, quizás ha creído ver en las diabluras
de Muniain a un tal Aspas. Tal vez valorando al número 5, ese central rocoso
(ayer un poco menos) llamado Amorebieta
han pensado en un tal Túñez. Y a lo mejor, en el doble pivote Iturraspe-Ander Herrera más de uno ha apreciado similitudes con nuestro doméstico mediocampo formado por el dúo Alex López-Oubiña.
Digo esto porque aunque es verdad que quien ganó, con todo merecimiento, fue el Atlético de Madrid, lo que provocó que esa generación de futbolistas acabase su viaje europeo entre lágrimas, nadie puede obviar el orgullo que sienten los bilbaínos viendo como han crecido los cachorros de Lezama hasta convertirse en los leones que defienden su camiseta y escudo por Europa.
Y digo yo, si tenemos buenos mimbres en la cantera da
Madroa, ¿porqué no hemos nosotros de pensar en confeccionar un cesto parecido?
¿Tendrá el Celtismo la paciencia necesaria para permitir que
se forje la identidad y madurez de los canteranos el año que viene en Primera
División? (que nadie dude que vamos a ascender)
A todos se nos iluminan los ojos pensando en un Celta con
esos chicos de Vigo, Ferrol, Moaña o Ames, aunque, por descontado, tampoco debemos ser tan intransigentes que reconozcamos ese punto de mejoría que nos aportan jugadores como
el cántabro Bermejo, el catalán De Lucas…o el chileno Orellana.
De hecho, no hace tanto que disfrutábamos en Balaídos de los goles y las jugadas de cine de un israelí, un bosnio o unos rusos...y el pecho se nos inundaba de orgullo como si hablásemos de uno de Candeán o de Vincios!
Y ya para finalizar, centrándome en el partido de ayer, una cuestión y su respuesta:
¿Papá, porque somos de Atleti? Porque a pesar de tener una deuda de 215 millones de € con Hacienda nos permiten comprar a un futbolista total como Falcao (47 millones €).
Amigos colchoneros, mucho “presumir” pero… vosotros no sabéis lo que es ser unos “pupas”.