Granada y Elche han empatado a cero esta noche en el partido de ida de la final de la promoción de ascenso a Primera. El partido estuvo igualado en la primera mitad, con ocasiones para ambos equipos, sin embargo en la segunda mitad casi todas las ocasiones fueron para los andaluces, que de no estar negados de cara al gol pudieron haberse llevado una renta importante.
La polémica arbitral volvió a ser protagonista, como en las semifinales. Pino Zamorano anuló un gol a Collantes por supuestas manos de Collantes, aunque la repetición parece aclarar que se lleva el balón con el muslo. Con el tiempo cumplido, Pino Zamorano señaló un penalti sobre Álex Geijo, que volvió a jugar hoy. Dani Benítez que había dicho que si había un penalti lo tiraría él, se acobardó y fue Abel el encargado.
El primer lanzamiento lo detuvo Jaime, pero Pino Zamorano ordenó repetir el lanzamiento debido a que Vasco Fernandes entró en el área antes de lanzarse el penalti. La repetición del mismo, ya con siete minutos por encima de los 90 minutos, lo volvió a detener Jaime que estalló de alegría, mientras que Fabri estaba hecho un basilisco. Es lógico, estas cosas con Lesma López no pasaban.
Al finalizar el partido, Jaime fue entrevistado por canal plus, en un momento en el que estaba muy caliente y eufórico por haber detenido dos penaltis. El portero ilicitano dijo: "Que hablen menos y que jueguen más", en clara relación a los excesos verbales de los jugadores del Granada, que también han estado calentando la eliminatoria de forma miserable como hicieron ante el Celta. El fútbol español ya les va conociendo.
La afición del Granada volvió a estar a su altura, y los punteros láser volvieron a tomar protagonismo, hasta el punto de que se tuvo que pedir por megafonía que no apuntasen a los jugadores con ellos. El sábado ya lo hicieron, pero no recibieron sanción alguna. Hoy lo han vuelto a hacer y en el próximo partido que jueguen lo volverán a hacer. Es que es una afición tan graciosa que se les permite todo.
Al finalizar el partido hubo altercados entre los aficionados de ambos equipos. Si Abel hubiese marcado el penalti seguramente los seguidores granadinos aplaudirían a la afición rival, pero falló.
De todos modos, y a pesar de la euforia ilicitana, la eliminatoria no está ni mucho menos decidida, y el resultado no es tan malo para el Granada al no encajar goles. Sin embargo, por lo visto en el campo, el Elche se puede ir contento con el resultado.
