La plantilla del Celta pasó ayer por la sede del club antes de iniciar el descanso estival. La mayoría de los jugadores salió del edificio de la plaza de España con la carta que indicaba la fecha de reincorporación al trabajo (14 de julio en A Madroa). Otros, como Ander Murillo, acudieron a la cita para que el director deportivo les comunicase que no encajan en los planes de Herrera para la próxima temporada. El defensa vasco se va dolido de Vigo, pues considera que el club le mandó mensajes equívocos hasta el último momento sobre su situación contractual, que finaliza el 30 de junio y que el Celta ha renunciado a renovar.
"Más que sorpresa fue un golpe duro porque no era lo que me estaban comunicando hasta anteayer. En ese sentido fue un golpe de los que duelen, y lo único que puedo decir es que no me lo esperaba y que estoy un poco decepcionado con algunas personas por cómo se ha ido dando todo y por la información que yo tenía", explicó Murillo, que entiende los motivos pero desaprueba las formas: "A pesar de todo esto, entrenador, presidente y director deportivo quieren montar un equipo más fuerte el año que viene y nosotros sólo somos piezas. Ellos están en su derecho de elegir y no hay que darle más vueltas. No queda otra: trabajar y esperar que el año que viene sea tan bonito como este en otro club".
Murillo fue el último fichaje de la pretemporada pasada, a petición de Herrera, para reforzar el centro de la defensa. La irrupción en esa posición del centrocampista Jonathan Vila relegó al exjugador del Athletic de Bilbao a la suplencia y a jugar en los dos laterales cuando faltaban Mallo o Lago.
Fuente: Faro de Vigo
P.D: Ha sido un gran profesional, tal vez se merecía algo más. En fin, esto es así. Le deseamos lo mejor. Grande.
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