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Roberto Lago dejó el fútbol por una lesión de rodilla


Roberto Lago dejó el Apoel Nicosia en el verano de 2018. Entonces anunció que su intención era esperar una oferta para volver a jugar, pero casi dos años después sigue sin equipo sin anunciar su retirada. 

Este anuncio lo ha hecho Roberto Trashorras, íntimo amigo del ex jugador del Celta, en una entrevista publicada por La Voz de Galicia, en la que asegura que el motivo por el que ha colgado las botas es una lesión de rodilla, que le ha obligado a dejar la práctica activa del fútbol con tan solo 33 años. 

El vigués se formó en la cantera del Celta, llegando al primer equipo en la Temporada 2007-08. Con el equipo celeste disputó un total de 215 partidos durante seis cursos, anotando un total de 8 goles. En 2013 terminó contrato con el Celta y aceptó la oferta del Getafe, donde jugó tres años. Sus dos últimas temporadas las vivió en el Apoel Nicosia, donde tuvo la oportunidad de participar en competiciones europeas antes de retirarse. 

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Roberto Lago tiene claro con cual de sus dos ex equipos irá el sábado


Roberto Lago desarrolló su carrera en La Liga entre el Celta y el Getafe, los dos equipos que se enfrentan este sábado en el Coliséum Alfonso Pérez. A pesar de esta dualidad, el lateral vigués tiene claro con qué equipo va: “Quiero que la victoria sea para el Celta, porque además necesita más estos tres puntos”, indicó en una entrevista para la Cadena COPE-Vigo. 

Sobre el Celta, indicó que “desde fuera he visto como en los últimos partidos han mejorado de forma muy clara. Ahora, el Celta transmite mucha más seguridad defensiva, y si son capaces de mantener esa buena línea hasta el final, lograrán la salvación de forma holgada”, manifestó. 

El lateral vigués debutó con el primer equipo del Celta en la Temporada 2007-08, siendo un jugador importante durante los cinco años en Segunda División, y en la máxima categoría tras el ascenso. En junio de 2013 cumplió su contrato con el Celta y fichó por el Getafe, donde se mantendría tres temporadas, antes de viajar a Chipre. Actualmente está sin equipo desde hace más de un año, aunque no ha anunciado todavía su retirada. 
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Dorsales históricos del Celta | #3 Roberto Lago


Hace cuatro años publicamos una serie en la que destacábamos a los jugadores que más veces habían vestido cada uno de los dorsales del Celta desde que los números tienen propietario durante toda la temporada. Es decir, desde la Temporada 1995-96. En estos cuatro años se han producido algunos cambios importantes, aunque otros siguen manteniéndose como los que más veces han portado un determinado número. Vamos a ver quienes son los “dueños” de cada uno de los 25 números. 

#3 Roberto Lago (175 partidos)

Roberto Lago es todo un referente de la cantera viguesa y celeste. Nacido en el popular barrio de O Calvario, el joven Lago se incorporó al Celta en 1995 con apenas diez años y fue escalando por los diferentes equipos del Celta hasta llegar al filial y posteriormente dar el salto al primer equipo. Apodado "La galerna del Calvario" por el periodista de la Cadena SER Jacobo Buceta, demostró durante sus seis temporadas en el primer equipo ser un lateral de largo recorrido, gran capacidad físico y proyección ofensiva. 

Su debut con el filial se produjo el 27 de marzo de 2004 en un encuentro disputado ante el Bilbao Athletic en tierras vascas. Aquel día fue titular y sería sustituído en el minuto 53 por Cristóbal Juncal, tío de Iago y Jonathan Aspas. Este último pertenecía también a aquel filial. Formaron parte del filial aquel día jugadores como Dani, Bru, Pablo Suárez, Jorge Rodríguez, Richy, Jonathan Aspas, Isaac, Nacho Franco, Alberto García, Goran Maric, Cristóbal, Marcos Rodríguez o Edgar. Muchos de ellos acabaron jugando algún partido en el primer equipo. 

A pesar de haber sido siempre lateral izquierdo, Rafa Sáez, técnico del filial, pidió a Roberto Lago que jugase de mediocentro, posición en la que se desenvolvió con relativa frecuencia en su etapa con el segundo equipo del Celta. Roberto Lago formó parte del filial durante las siguientes tres temporadas, en las que jugó un total de 82 partidos, anotando 4 goles. Su debut con el Celta se produjo en un partido amistoso disputado en Balaídos ante el Boavista, en el que actuó en el doble pivote junto a Jonathan Vila.

El 19 de noviembre de 2006 llegaría su primera convocatoria con el primer equipo. Y no sería en un partido cualquiera, sino en el derby disputado en Riazor. En un principio Fernando Vázquez  convocó a Iago Aspas, pero al haber sido expulsado ante el Alcorcón con el filial el día anterior, no podía ser convocado para este choque. De tal modo que Vázquez llamó a Lago, que no llegó a debutar en aquel partido, ni tampoco lo haría a lo largo de la temporada. 

Finalizado aquel curso, el Celta dio con sus huesos en Segunda División, y Roberto Lago subió al primer equipo. El conjunto céltico ficho a un búlgaro recomendado por el entrenador Stoichkov, Peter Zanev, que pelearía con Lago por la titularidad. La realidad sin embargo fue que Zanev jamás le discutió la plaza a Roberto Lago, que acabó la temporada con 33 partidos disputados y contando para todos los entrenadores que tuvo el equipo, que fueron cuatro: Hristo Stoichkov, López Caro, Antonio López y Alejandro Menéndez.  Y eso a pesar de que su debut en Liga se produjo ante el Córdoba, en agosto de 2007, jugando como lateral izquierdo. 

La siguiente temporada fue más compleja. Roberto Lago se encontró con la dura competencia de Fajardo y de Fabiano Lima. En un principio no entraba en los planes de Pepe Murcia, que lo puso a jugar en Castellón para darle una lección, confiando en que Arana, uno de los extremos más incisivos del momento, le pasase por encima. Así fue, y Roberto Lago desapareció del equipo por un periodo de dos meses, limitándose sus apariciones a los partidos de Copa ante Real Sociedad y Espanyol. Ante los "pericos", anotó un gol y volvió a ganarse un sitio en el equipo, aunque seguiría alternando la suplencia con la titularidad durante varias jornadas.

Al regreso de las vacaciones de navidad, Roberto Lago ya se había asentado en la titularidad, y la llegada de Eusebio Sacristán al equipo reforzó su condición. Para entonces, el Celta tenía ante sí la dramática batalla de evitar el descenso. El conjunto de Eusebio llegó a la antepenúltima jornada con la obligación de derrotar al Alavés para asegurarse matemáticamente su permanencia. Roberto Lago fue titular aquel día y jugó los 90 minutos el día que Iago Aspas debutó en Balaídos y anotó dos goles que dieron la salvación al Celta. 

El Celta se había salvado de una probable desaparición. Inmerso en graves problemas económicas y en medio de un proceso concursal, el club apostó por la cantera y depositó en Roberto Lago, uno de los abanderados de su apuesta por A Madroa, parte del futuro del club. Aún así, se reforzó en verano con Pedro Botelho, que llegó cedido por parte del Arsenal, y que debería disputarle el puesto en el once. El año arrancó mal para el Celta y Lago, que sufrió un golpe de calor en el partido inaugural disputado en Balaídos ante el Numancia. Las altas temperaturas registrados aquellos días en Vigo, y el horario del partido, seis de la tarde, provocaron que Lago tuviese que retirarse al descanso. No sería la última vez que el lateral zurdo celeste demostrase su escasa querencia por el calor. El Celta perdió aquel día. 

Un año más, Roberto Lago tuvo que sobreponerse a un mal inicio. No fue titular en Liga desde la primera jornada hasta la décima, pero ya no perdería dicha condición. Durante esa temporada Roberto Lago dio un salto de calidad muy importante y se convirtió en titular indiscutible del Celta, adueñándose por completo del lateral zurdo, jugando 32 partidos y anotando un gol. El Celta deambuló toda la temporada por la zona baja, aunque terminó salvándose con relativa tranquilidad, pero vivió su mejor momento de la temporada en la Copa del Rey, donde eliminó a dos Primeras como Tenerife y Villarreal, y plantó cara a todo un Atlético en cuartos de final. Lago disputó aquellos partidos y se dio a conocer al gran público. 

A pesar de la holgada salvación, el Celta necesitaba algo más, y por eso decidió cambiar de entrenador, contratando a Paco Herrera y dejando marchar a Eusebio, que finalizaba contrato. A Lago nadie le discutía el puesto, ya que el club solo fichó a Murillo, un central que se reconvertiría en lateral cuando fuese necesario. Lago lo jugó todo, salvo los partidos en los que estaba sancionado o lesionado. Fue un mal año a nivel disciplinario, ya que fue expulsado en tres ocasiones, la mayor parte de ellas de forma muy rigurosa. El Celta completó un gran año, en el que se clasificó para el play-off de ascenso, pero falló en la tanda de penaltis. Lago jugó los dos partidos ante el Granada. 

Y sería el Granada precisamente el gran protagonista de los siguientes meses. El conjunto presidido entonces por Quique Pina se interesó muy vivamente por Lago. El Celta aceptó en un principio su traspaso y cuando todo hacía prever que recalaría en Los Cármenes, frenó el traspaso al no aceptar las condiciones de pago propuestas por el conjunto nazarí. Los planes de Roberto Lago de jugar en Primera deberían esperar. La cantidad que ofrecía el Granada superaba el millón de euros. 

Unos meses antes, en enero de 2011, el club había renovado en masa a todos los canteranos del club, pero Roberto Lago no apareció en aquella foto. Problemas con el representante dificultaban cualquier negociación, según indico el Presidente Mouriño en aquel momento. Su contrato vencía el 30 de junio de 2013, y su renovación daría mucho que hablar durante los siguientes meses. Cada cierto tiempo aparecía una noticia en la prensa que daba por cercana su renovación, pero no acababa de llegar.

Pero volvamos a lo estrictamente deportivo. Roberto Lago había perdido la oportunidad de jugar en Primera, pero pronto tendría otra oportunidad, esta vez con el Celta, su equipo de toda la vida. El club contrató a Carlos Bellvís, que había descendido con el Tenerife a Segunda B y se entrenaba en solitario. Se pretendía que Lago tuviese un recambio de ciertas garantías que le permitiese mantenerse en alerta. Si ese era el objetivo, desde luego que se logró, ya que Lago firmó una de sus mejores temporadas y fue clave en el ascenso del Celta. Lago disputó 35 partidos y anotó 1 gol. Trabó una gran amistad con Hugo Mallo, Iago Aspas y Orellana, y unido al resto de los compañeros logró el ascendo directo en la última jornada ante el Córdoba. 

Nuevamente su nombre se vinculó a varios equipos que pretendían su fichaje. El tema de su renovación seguía dando que hablar. Lago no renovó, pero prefirió seguir en el Celta, que le daba la oportunidad de debutar en Primera. No tardó mucho en adaptarse a la exigencia de la categoría, aunque al equipo le costó un poco más. El del Calvario vivió un año marcado por los rumores que le situaban en el Getafe. A partir del 1 de enero de 2013 era libre para negociar y firmar con cualquier equipo. Y así fue. El Celta disputó en enero un partido de Copa del Rey ante el Real Madrid en el Bernabéu, y viajó desde allí hasta Barcelona, donde jugaba el fin de semana un partido de Liga ante el Espanyol. 

Durante la mini concentración del equipo en la capital catalana, Roberto Lago estampó su firma como jugador del Getafe para la siguiente temporada. Unos meses antes, Carlos Mouriño había asegurado que el Celta no se podía permitir el salario que pedía el jugador. Un dato tal vez exagerado. La firma de aquel contrato en Barcelona no gustó a Paco Herrera, que insinuó en rueda de prensa que su rendimiento podía bajar por este hecho. Más tarde se retractó de sus propias declaraciones.

El caso es que Paco Herrera no acertó. Roberto Lago siguió dando el mismo rendimiento, aportando la misma brega que durante los cinco años anteriores en el club. El Celta rondó el descenso y se vio en Segunda durante muchas jornadas, pero terminó salvándose de forma agónica ante el Espanyol, en el que supondría el último partido de Lago como jugador del Celta. Más tarde, se despediría del club y de la afición en una conferencia de prensa en la que las lágrimas hicieron acto de presencia: "No es fácil despedirme después de 18 años en este club. Aquí me he criado como futbolista, pero también como persona. Todos los valores que tengo son gracias a este club. Todo lo que he vivido en el Celta no creo que lo vuelva a vivir en otro sitio” aseguró el futbolista de O Calvario al mismo tiempo que dejaba abierta la puerta para un posible regreso en el futuro: “salir y tener éxito fuera y luego acabar mi carrera donde ha nacido todo ese éxito sería magnífico".

El  ya exjugador celeste buscaba nuevos retos. “Era el momento de crecer. El Getafe es un club consolidado en Primera y que lucha por entrar en Europa. Quizás había otras opciones con más nombre, pero escogí esta porque creo que era lo mejor para mí” afirmó. Asimismo, reconoció que el aspecto económico fue una parte decisiva para tomar la decisión: “esto es corto, tengo casi 28 años y por eso creo que es el momento de ver cómo se me valora fuera”.

Para concluir, Lago admitió que los últimos meses habían sido complicados, con gente dudando de su compromiso con el club. No obstante, prefirió recordar los episodios felices de estos 18 años como jugador celeste: “el ascenso del año pasado y salvarse esta temporada en la última jornada después de estar prácticamente condenados fue algo espectacular, una cosa maravillosa". Quiso acordarse también de los dos entrenadores que han marcado su carrera, Rafa Sáez y Paco Herrera: "Rafa me hizo debutar en juveniles de División de Honor con dos años de antelación y luego en Segunda división B también apostó muy fuerte por mí. Con Paco Herrera me acabé consolidando en el primer equipo. Han sido tres años magníficos y a muchos de nosotros nos ha ayudado a madurar tanto dentro como fuera del campo", destacó. Finalmente, se despidió con estas palabras: “ahora me tocará apoyar al equipo desde fuera, como cuando era pequeñito. Seré un vigués y un celtista de corazón".

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Roberto Lago: "El Celta ha sido y será mi vida"


Roberto Lago sigue buscando equipo. El veterano lateral izquierdo está en paro desde que terminó su contrato con el Apoel Nicosia el pasado mes de mayo. Trabaja con un entrenador personal en Vigo: “No hay que perder los buenos hábitos, es lo que sabemos hacer en esta vida. Estoy entrenando cada día para ver si podemos seguir jugando al fútbol. En verano tuve opciones, y ahora también y valoraremos la posibilidad de seguir en este mundo, que es en el quiero estar”, explicó en una entrevista realizada por Rafa Valero para el diario Marca

De su etapa con el Celta solo tiene buenos recuerdos: “El Celta ha sido y será mi vida. Siempre he sido celtista. Entré en el club con 9 años y me fui con casi 28. Jugué 209 partidos con el club, como para que alguien dude de mi celtismo. Es el sitio en el que más feliz he sido. Soy quien soy a nivel personal, gracias al club, por lo que me han inculcado. En mi caso me fui porque después de muchos años quería probarme fuera y ver cómo podía rendir en otros sitios”, señala. 

De sus antiguos compañeros, recuerda con especial cariño a Hugo Mallo: “Yo era capitán, cuando Hugo subió con 17 años. Lo acojo y él se refugia un poco en mí y lo intento ayudar. Me siento orgulloso al verlo como capitán. Iago lo conozco desde antes de que entrase en las categorías inferiores del Celta. No me sorprende nada de lo que está consiguiendo. Es el mejor futbolista que ha tenido Galicia y el Celta. Va a marcar una época".

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Los ex célticos que están sin equipo


El mercado de fichajes se cerró ayer sin que varios ex jugadores del Celta hayan encontrado equipo, por lo que seguirán siendo agentes libres. Recordemos que en ese caso pueden fichar por cualquier equipo con independencia de que el mercado esté cerrado. Hoy vamos a recordar a alguno de los que han jugado recientemente en Vigo y que no han podido encontrar equipo. 

Álex López (2009-15) 

Jugó 172 partidos con el Celta, pero la llegada de Pablo Hernández le sacó de la titularidad. En 2015 salió cedido Al Sheffield Wednesday, y un año después al Real Valladolid. Tras rescindir contrato con el Celta, Paco Herrera se lo llevó de nuevo al Sporting de Gijón, pero una lesión y la destitución de su principal valedor le dejaron sin oportunidades. Este verano se entrenó con el Racing de Ferrol a la espera de ofertas, que por el momento no han llegado. Tiene 30 años. 

Giuseppe Rossi (2016-17)

Las lesiones graves han marcado la trayectoria de este gran delantero, que marcó 6 goles en 29 partidos con el Celta. Cuando jugó en Vigo ya no era aquel delantero brillante que se hizo grande en el Villarreal, pero aún dejó buenas tardes, como el día en el que marcó un hat-trick ante la UD Las Palmas. La pasada temporada jugó en el Genoa, con un rendimiento discreto, y este verano no ha encontrado equipo. Tiene 31 años. 


Toni Dovale (2009-14)

Canterano del Celta, integrante de la gran generación que en 2009 jugó la final de la Copa de Campeones, junto a Rodrigo, Hugo Mallo o Joselu, entre otros, disputó 80 partidos con el primer equipo del Celta, marcando 5 goles. Fue uno de los jugadores más importantes en el ascenso, pero en Primera se fue quedando atrás paulatinamente. Tras dejar el Celta jugó en el Kansas City, Lugo, Leganés, Rayo Vallecano y Bengaluru (India), donde terminó su contrato el pasado mes de junio. Por el momento no ha encontrado equipo. Tiene 28 años. 


Roberto Lago (2007-13)

Canterano que se hizo titular en el lateral izquierdo tras el descenso de 2007. En seis temporadas fue el amo absoluto de su banda, disputando 215 partidos en los que marcó 8 goles. El Celta no pudo renovar su contrato, y en 2013 dejó el Celta para fichar por el Getafe, donde estuvo hasta el descenso de los madrileños en 2016. Las dos últimas campañas las ha pasado en el Apoel Nicosia de Chipre, llegando a disputar la Champions League. Este verano dejó este equipo y por el momento no ha recibido ofertas apetecibles. Tiene 33 años. 


Íñigo López (2013-14)

El caso del riojano es diferente, ya que no ha anunciado su retirada, pero es posible que no vuelva a jugar. Este verano rescindió su contrato con el Huesca, con quien disputó las tres últimas temporadas. En el Celta jugó media temporada en 2014, acumulando 9 partidos en los que marcó 1 gol. Después jugó en el Córdoba y en el Huesca, con quien logró el ascenso hace unos meses. Tiene 36 años. 


Néstor Díaz (2015-16)

Fichado para el Celta B, debutó con el primer equipo en la primera jornada de la Temporada 2015-16- Sergio estaba sancionado, así que ocupó un puesto en el banquillo, y tuvo que saltar al terreno de juego cuando Rubén Blanco se lesionó. Disputó apenas unos minutos, pero cumplió. Estuvo tres temporadas en el filial, disputando un total de 37 partidos. El pasado año fichó por el Badajoz, con quien rescindió su contrato en el mes de enero. Desde entonces está sin equipo. Tiene 26 años. 
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El ex céltico Roberto Lago sigue sin equipo


Foto: Dennis Doyle
Uno de los canteranos que salieron del Celta en los últimos años ha sido Roberto Lago. El del Calvario ejerció en el lateral izquierdo celeste durante seis temporadas, y se marchó libre en junio de 2013 tras no alcanzar un acuerdo con el club para la renovación de su contrato, en una historia que recordó mucho a las vividas esta temporada, aunque con un final muy diferente. 

Tras dejar el club de su ciudad, Roberto Lago firmó con el Getafe, con quien jugó durante tres temporadas. Tras el descenso del cuadro madrileño, que coincidió con el fin de su contrato, se aventuró a la liga chipriota, militando durante dos temporadas en el APOEL de Nicosia. Allí vivió buenos momentos a nivel deportivo, ya que ganó dos ligas y tuvo la oportunidad de jugar la Champions League. 

Este verano quedó sin equipo, y de momento sigue sin encontrar destino para la Temporada 2018-19, que está a punto de comenzar en las dos primeras categorías de España. Hace unos días su nombre se vinculó con el Racing de Santander, que milita en la Segunda División B, aunque por el momento no se ha concretado nada. A punto de cumplir 33 años, Roberto Lago espera pacientemente el que podría ser uno de sus últimos contratos como futbolista profesional. 

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Roberto Lago: "Cada vez que sube un canterano me alegro"


Foto: Michael Regan/Getty Images
Roberto Lago prosigue su carrera futbolística en Chipre. El ex jugador del Celta viene de proclamarse campeón de la liga en Chipre con el Apoel Nicosia. De vuelta en Vigo, donde disfruta de unos días de asueto, el lateral analizó para el diario Marca varios aspectos de la actualidad de su ex equipo. 

El futbolista cree que en la actual plantilla del Celta “hay excelentes jugadores”, y destaca el fichaje de Antonio Mohamed: “Se ha fichado a un entrenador que no tiene cartel en España, pero algo parecido sucedió con Berizzo, y las cosas no pudieron salir mejor”, subraya. 

Cree que al equipo celeste le faltó regularidad el pasado curso, y celebra la presencia de la cantera en el primer equipo: “Cada vez que sube un canterano al primer equipo me alegro. Son futbolistas fiables, algo que han acreditado sobradamente en estos últimos años”, recuerda. 

Roberto Lago jugó 215 partidos oficiales con el Celta entre 2007 y 2013. Puedes acceder a su biografía y estadísticas pinchando aquí. 

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Roberto Lago y su partido de Champions en el Bernabéu


Foto: Sakis Savvides/Getty Images
Con 32 años recién cumplidos, Roberto Lago vivirá uno de sus momentos más emocionantes desde que es futbolista profesional gracias a su debut en la Champions League, hecho que se producirá esta noche a las 20:45 en el Estadio Santiago Bernabéu. El vigués visita al Real Madrid con el Apoel de Nicosia, club en el que juega desde la pasada temporada. 

En su primer año en tierras chipriota tuvo la ocasión de disputar competiciones europeas, en concreto la Europa League, en la que cayó en la ronda de octavos de final. El buen rendimiento en la liga le permitió al Apoel participar en la Champions, y el primer partido de la fase de grupos será, ni más ni menos, ante el campeón de las dos últimas ediciones. 

Roberto Lago debutó con el primer equipo en la Temporada 2007-08. Fue uno de los jugadores más importantes en la transición por la categoría de plata, y por supuesto clave para el ascenso. En el año 2013 se marchó a Getafe con la intención de crecer como futbolista, pero a nivel deportivo no le fue muy bien. Mientras el Celta cada año era más grande y acababa disputando competiciones europeas, el Getafe de Roberto Lago se empequeñecía cada curso hasta descender en 2016. 

Fue ahí cuando abandonó la disciplina azulina, fichando por el Apoel, club en el que milita actualmente y que le permitirá disputar un partido de Champions en el Bernabéu.

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Dorsales históricos del Celta: (3) Roberto Lago


Hace cuatro años publicamos una serie en la que destacábamos a los jugadores que más veces habían vestido cada uno de los dorsales del Celta desde que los números tienen propietario durante toda la temporada. Es decir, desde la Temporada 1995-96. En estos cuatro años se han producido algunos cambios importantes, aunque otros siguen manteniéndose como los que más veces han portado un determinado número. Vamos a ver quienes son los “dueños” de cada uno de los 25 números. 

3 Roberto Lago (175 Partidos) 

Roberto Lago es todo un referente de la cantera viguesa y celeste. Nacido en el popular barrio de O Calvario, el joven Lago se incorporó al Celta en 1995 con apenas diez años y fue escalando por los diferentes equipos del Celta hasta llegar al filial y posteriormente dar el salto al primer equipo. Apodado "La galerna del Calvario" por el periodista de la Cadena SER Jacobo Buceta, demostró durante sus seis temporadas en el primer equipo ser un lateral de largo recorrido, gran capacidad físico y proyección ofensiva. 

Su debut con el filial se produjo el 27 de marzo de 2004 en un encuentro disputado ante el Bilbao Athletic en tierras vascas. Aquel día fue titular y sería sustituído en el minuto 53 por Cristóbal Juncal, tío de Iago y Jonathan Aspas. Este último pertenecía también a aquel filial. Formaron parte del filial aquel día jugadores como Dani, Bru, Pablo Suárez, Jorge Rodríguez, Richy, Jonathan Aspas, Isaac, Nacho Franco, Alberto García, Goran Maric, Cristóbal, Marcos Rodríguez o Edgar. Muchos de ellos acabaron jugando algún partido en el primer equipo. 

A pesar de haber sido siempre lateral izquierdo, Rafa Sáez, técnico del filial, pidió a Roberto Lago que jugase de mediocentro, posición en la que se desenvolvió con relativa frecuencia en su etapa con el segundo equipo del Celta. Roberto Lago formó parte del filial durante las siguientes tres temporadas, en las que jugó un total de 82 partidos, anotando 4 goles. Su debut con el Celta se produjo en un partido amistoso disputado en Balaídos ante el Boavista, en el que actuó en el doble pivote junto a Jonathan Vila.

El 19 de noviembre de 2006 llegaría su primera convocatoria con el primer equipo. Y no sería en un partido cualquiera, sino en el derby disputado en Riazor. En un principio Fernando Vázquez  convocó a Iago Aspas, pero al haber sido expulsado ante el Alcorcón con el filial el día anterior, no podía ser convocado para este choque. De tal modo que Vázquez llamó a Lago, que no llegó a debutar en aquel partido, ni tampoco lo haría a lo largo de la temporada. 

Finalizado aquel curso, el Celta dio con sus huesos en Segunda División, y Roberto Lago subió al primer equipo. El conjunto céltico ficho a un búlgaro recomendado por el entrenador Stoichkov, Peter Zanev, que pelearía con Lago por la titularidad. La realidad sin embargo fue que Zanev jamás le discutió la plaza a Roberto Lago, que acabó la temporada con 33 partidos disputados y contando para todos los entrenadores que tuvo el equipo, que fueron cuatro: Hristo Stoichkov, López Caro, Antonio López y Alejandro Menéndez.  Y eso a pesar de que su debut en Liga se produjo ante el Córdoba, en agosto de 2007, jugando como lateral izquierdo. 

La siguiente temporada fue más compleja. Roberto Lago se encontró con la dura competencia de Fajardo y de Fabiano Lima. En un principio no entraba en los planes de Pepe Murcia, que lo puso a jugar en Castellón para darle una lección, confiando en que Arana, uno de los extremos más incisivos del momento, le pasase por encima. Así fue, y Roberto Lago desapareció del equipo por un periodo de dos meses, limitándose sus apariciones a los partidos de Copa ante Real Sociedad y Espanyol. Ante los "pericos", anotó un gol y volvió a ganarse un sitio en el equipo, aunque seguiría alternando la suplencia con la titularidad durante varias jornadas.

Al regreso de las vacaciones de navidad, Roberto Lago ya se había asentado en la titularidad, y la llegada de Eusebio Sacristán al equipo reforzó su condición. Para entonces, el Celta tenía ante sí la dramática batalla de evitar el descenso. El conjunto de Eusebio llegó a la antepenúltima jornada con la obligación de derrotar al Alavés para asegurarse matemáticamente su permanencia. Roberto Lago fue titular aquel día y jugó los 90 minutos el día que Iago Aspas debutó en Balaídos y anotó dos goles que dieron la salvación al Celta. 

El Celta se había salvado de una probable desaparición. Inmerso en graves problemas económicas y en medio de un proceso concursal, el club apostó por la cantera y depositó en Roberto Lago, uno de los abanderados de su apuesta por A Madroa, parte del futuro del club. Aún así, se reforzó en verano con Pedro Botelho, que llegó cedido por parte del Arsenal, y que debería disputarle el puesto en el once. El año arrancó mal para el Celta y Lago, que sufrió un golpe de calor en el partido inaugural disputado en Balaídos ante el Numancia. Las altas temperaturas registrados aquellos días en Vigo, y el horario del partido, seis de la tarde, provocaron que Lago tuviese que retirarse al descanso. No sería la última vez que el lateral zurdo celeste demostrase su escasa querencia por el calor. El Celta perdió aquel día. 

Un año más, Roberto Lago tuvo que sobreponerse a un mal inicio. No fue titular en Liga desde la primera jornada hasta la décima, pero ya no perdería dicha condición. Durante esa temporada Roberto Lago dio un salto de calidad muy importante y se convirtió en titular indiscutible del Celta, adueñándose por completo del lateral zurdo, jugando 32 partidos y anotando un gol. El Celta deambuló toda la temporada por la zona baja, aunque terminó salvándose con relativa tranquilidad, pero vivió su mejor momento de la temporada en la Copa del Rey, donde eliminó a dos Primeras como Tenerife y Villarreal, y plantó cara a todo un Atlético en cuartos de final. Lago disputó aquellos partidos y se dio a conocer al gran público. 

A pesar de la holgada salvación, el Celta necesitaba algo más, y por eso decidió cambiar de entrenador, contratando a Paco Herrera y dejando marchar a Eusebio, que finalizaba contrato. A Lago nadie le discutía el puesto, ya que el club solo fichó a Murillo, un central que se reconvertiría en lateral cuando fuese necesario. Lago lo jugó todo, salvo los partidos en los que estaba sancionado o lesionado. Fue un mal año a nivel disciplinario, ya que fue expulsado en tres ocasiones, la mayor parte de ellas de forma muy rigurosa. El Celta completó un gran año, en el que se clasificó para el play-off de ascenso, pero falló en la tanda de penaltis. Lago jugó los dos partidos ante el Granada. 

Y sería el Granada precisamente el gran protagonista de los siguientes meses. El conjunto presidido entonces por Quique Pina se interesó muy vivamente por Lago. El Celta aceptó en un principio su traspaso y cuando todo hacía prever que recalaría en Los Cármenes, frenó el traspaso al no aceptar las condiciones de pago propuestas por el conjunto nazarí. Los planes de Roberto Lago de jugar en Primera deberían esperar. La cantidad que ofrecía el Granada superaba el millón de euros. 

Unos meses antes, en enero de 2011, el club había renovado en masa a todos los canteranos del club, pero Roberto Lago no apareció en aquella foto. Problemas con el representante dificultaban cualquier negociación, según indico el Presidente Mouriño en aquel momento. Su contrato vencía el 30 de junio de 2013, y su renovación daría mucho que hablar durante los siguientes meses. Cada cierto tiempo aparecía una noticia en la prensa que daba por cercana su renovación, pero no acababa de llegar.

Pero volvamos a lo estrictamente deportivo. Roberto Lago había perdido la oportunidad de jugar en Primera, pero pronto tendría otra oportunidad, esta vez con el Celta, su equipo de toda la vida. El club contrató a Carlos Bellvís, que había descendido con el Tenerife a Segunda B y se entrenaba en solitario. Se pretendía que Lago tuviese un recambio de ciertas garantías que le permitiese mantenerse en alerta. Si ese era el objetivo, desde luego que se logró, ya que Lago firmó una de sus mejores temporadas y fue clave en el ascenso del Celta. Lago disputó 35 partidos y anotó 1 gol. Trabó una gran amistad con Hugo Mallo, Iago Aspas y Orellana, y unido al resto de los compañeros logró el ascendo directo en la última jornada ante el Córdoba. 

Nuevamente su nombre se vinculó a varios equipos que pretendían su fichaje. El tema de su renovación seguía dando que hablar. Lago no renovó, pero prefirió seguir en el Celta, que le daba la oportunidad de debutar en Primera. No tardó mucho en adaptarse a la exigencia de la categoría, aunque al equipo le costó un poco más. El del Calvario vivió un año marcado por los rumores que le situaban en el Getafe. A partir del 1 de enero de 2013 era libre para negociar y firmar con cualquier equipo. Y así fue. El Celta disputó en enero un partido de Copa del Rey ante el Real Madrid en el Bernabéu, y viajó desde allí hasta Barcelona, donde jugaba el fin de semana un partido de Liga ante el Espanyol. 

Durante la mini concentración del equipo en la capital catalana, Roberto Lago estampó su firma como jugador del Getafe para la siguiente temporada. Unos meses antes, Carlos Mouriño había asegurado que el Celta no se podía permitir el salario que pedía el jugador. Un dato tal vez exagerado. La firma de aquel contrato en Barcelona no gustó a Paco Herrera, que insinuó en rueda de prensa que su rendimiento podía bajar por este hecho. Más tarde se retractó de sus propias declaraciones.

El caso es que Paco Herrera no acertó. Roberto Lago siguió dando el mismo rendimiento, aportando la misma brega que durante los cinco años anteriores en el club. El Celta rondó el descenso y se vio en Segunda durante muchas jornadas, pero terminó salvándose de forma agónica ante el Espanyol, en el que supondría el último partido de Lago como jugador del Celta. Más tarde, se despediría del club y de la afición en una conferencia de prensa en la que las lágrimas hicieron acto de presencia: "No es fácil despedirme después de 18 años en este club. Aquí me he criado como futbolista, pero también como persona. Todos los valores que tengo son gracias a este club. Todo lo que he vivido en el Celta no creo que lo vuelva a vivir en otro sitio” aseguró el futbolista de O Calvario al mismo tiempo que dejaba abierta la puerta para un posible regreso en el futuro: “salir y tener éxito fuera y luego acabar mi carrera donde ha nacido todo ese éxito sería magnífico".

El  ya exjugador celeste buscaba nuevos retos. “Era el momento de crecer. El Getafe es un club consolidado en Primera y que lucha por entrar en Europa. Quizás había otras opciones con más nombre, pero escogí esta porque creo que era lo mejor para mí” afirmó. Asimismo, reconoció que el aspecto económico fue una parte decisiva para tomar la decisión: “esto es corto, tengo casi 28 años y por eso creo que es el momento de ver cómo se me valora fuera”.

Para concluir, Lago admitió que los últimos meses habían sido complicados, con gente dudando de su compromiso con el club. No obstante, prefirió recordar los episodios felices de estos 18 años como jugador celeste: “el ascenso del año pasado y salvarse esta temporada en la última jornada después de estar prácticamente condenados fue algo espectacular, una cosa maravillosa". Quiso acordarse también de los dos entrenadores que han marcado su carrera, Rafa Sáez y Paco Herrera: "Rafa me hizo debutar en juveniles de División de Honor con dos años de antelación y luego en Segunda división B también apostó muy fuerte por mí. Con Paco Herrera me acabé consolidando en el primer equipo. Han sido tres años magníficos y a muchos de nosotros nos ha ayudado a madurar tanto dentro como fuera del campo", destacó. Finalmente, se despidió con estas palabras: “ahora me tocará apoyar al equipo desde fuera, como cuando era pequeñito. Seré un vigués y un celtista de corazón".

Con el Getafe firmó un contrato por cuatro temporadas, que le ligaría a la entidad madrileña hasta el 30 de junio de 2017. 

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Roberto Lago ficha por el campeón de la liga chipriota


Roberto Lago jugará  las dos próximas temporadas en el Apoel de Nicosia, el club más laureado de Chipre, y que ha ganado las cuatro últimas ediciones de la liga chipriota, alcanzando un total de 25 títulos. El futbolista vigués llega libre después de cumplir tres años de contrato en el recién descendido Getafe. El cuadro de Nicosia está entrenado por el ex internacional español Thomas Christiansen. 

Allí se enfrentará a antiguos compañeros suyos en el Celta, ya que en el AEK Larnaca, subcampeon en las dos últimas ediciones juegan Jorge Larena, Murillo, Catalá y Joan Tomàs, que compartieron vestuario con el lateral izquierdo durante sus años en el primer equipo del Celta. 

En las últimas semanas se había especulado con la posibilidad de que recalase en el Panathinaikos de Atenas, aunque finalmente se ha decantado por la liga chipriota, en la que juegan un buen número de futbolistas españoles. 
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Roberto Lago, en la lista de hijos pródigos de Mouriño


Foto: Gonzalo Arroyo Moreno/Getty Images
Carlos Mouriño es un apasionado de la cantera, y concretamente de la viguesa y celeste. En la entrevista concedida a Onda Cero, Rubén Rey le preguntó por un equipo compuesto por Rafinha, Aspas y Denis Suárez, a lo que el presidente contestó: “Imposible”, al tiempo que se felicitó por el hecho de que repitan constantemente que les gustaría volver al Celta algún día. 

El Presidente recordó que alguno de los jugadores que se fueron, tuvieron que irse porque el Celta necesita el dinero de la venta, y formuló en voz alta el deseo de volver a tenerlo a todos en el club, incluido Roberto Lago. El del Calvario no suele aparecer en los listados de pretensiones de Carlos Mouriño, y lo hace porque el presidente lo nombra, justo cuando su contrato termina con el Getafe, después de tres años en el club madrileño, que ha descendido hace un par de semanas. 

Roberto Lago fue uno de los canteranos que dejó Vigo sin la excusa de la necesidad económica del club para vender. El lateral zurdo se marchó gratis, ya que terminaba contrato y fue imposible un acuerdo para la renovación del mismo. Ahora vemos que, no sabemos en qué medida, el canterano está en la lista de deseos de Carlos Mouriño.
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Santi Mina e Álex López non xogarán coa selección galega


Foto: Manuel Queimadelos Alonso/Getty Images
Os xogadores  Santi Mina e Álex López non estarán coa selección galega o vindeiro venres, segundo informou no día de onte a Radio Galega a través do programa Galicia en Goles. No caso do ferrolán a súa ausencia está máis que xustificada, tendo en conta que o Sheffield Wednesday está pelexando polo ascenso á Premier League. No caso de Santi Mina, o futbolista vigués está de xira co seu equipo en Singapur, motivo polo que tampouco poderá xogar o venres en Riazor. 

Quen tamén pode faltar no partido perante Venezuela é Roberto Lago, xogador do Getafe, que se segue a recuperar dunha doenza que lle impediu xogar nos últimos partidos da tempada. 
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Tres ex célticos bajaron a Segunda este domingo


Tres ex jugadores del Celta descendieron este domingo a Segunda División con sus respectivos equipos. Roberto Lago, Trashorras y Yoel, perdieron la categoría, aunque en el caso de Yoel, seguirá en el Valencia, club poseedor de sus derechos. 

Roberto Trashorras anotó uno de los goles del Rayo Vallecano en la insuficiente victoria ante el Levante. El de Rábade llegó a Vallecas hace cinco temporadas, después de salir del Celta en un convulso mes de agosto. Desde entonces se ha consolidado en el equipo y la categoría, convirtiéndose en la gran referencia del equipo de Paco Jémez, que durante estos años se ha salvado con cierta holgura. A sus 35 años, le queda una temporada más de contrato con el Rayo, y lo más probable es que siga en Segunda División. 

El caso de Yoel es diferente al de sus compañeros. El descenso es una mancha en su trayectoria, pero regresará a su club, el Valencia, el próximo verano. Eso sí, no lo tendrá fácil para hacerse un hueco en la plantilla. Yoel salió cedido en el mercado de invierno tras no jugar ningún partido, -era el cuarto portero- y en Vallecas empezó jugando, pero en el mes de marzo perdió la titularidad y no la recuperó. Le queda un año más de contrato en Valencia. 

El último de los célticos descendidos este domingo es Roberto Lago. El suyo es un caso curioso. Dejó el Celta en el verano de 2013, justificando su salida por la mejoría deportiva que suponía irse a un equipo consolidado en Primera como el Getafe, un proyecto más ambicioso que el del Celta. En las tres temporadas que ha militado en el cuadro madrileño siempre fue superado por su ex equipo, y mientras ahora llora un descenso, el Celta celebra una clasificación europea. Una lesión le ha impedido estar en las últimas jornadas. Tiene un año más de contrato. 

A estos tres jugadores se suma el levantinista Juanfran, que descendió hace un par de semanas, y dejará el fútbol después de más de 20 años en la élite,  y a punto de cumplir la cuarentena. 
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Carlos Vigaray y Roberto Lago, bajas en el Getafe para recibir al Celta


Foto: Marca
El defensa Carlos Vigaray, con un esguince en el pie izquierdo, y el lateral zurdo Roberto Lago, que se recupera de un golpe intercostal que lo mantiene de baja desde el 30 de enero, no jugarán el sábado frente al Celta de Vigo en el Coliseum Alfonso Pérez. Vigaray se lesionó en el entrenamiento del martes y el miércoles, en la sesión matutina, ya no estuvo con el grupo pendiente de unas pruebas médicas que han dictaminado que sufre un esguince en la pierna izquierda.

En el caso de Roberto Lago, el futbolista gallego sigue aquejado de un golpe intercostal que lo mantiene de baja desde el 30 de enero. Para suplir la baja de Lago en el lateral izquierdo, la buena noticia para Fran Escribá es que podrá contar por primera vez con el defensa uruguayo Álvaro Pereira, que ya entró en la convocatoria la pasada jornada aunque no pudo jugar por sanción.

El futbolista uruguayo ha conocido esta semana la retirada de la sanción del Tribunal de Disciplina de la Asociación Argentina de Fútbol, que le impedía jugar durante ocho partidos por participar en una pelea tras el amistoso que disputó con su anterior equipo, Estudiantes, frente a Esgrima, justo antes de firmar por el Getafe.

El partido del sábado frente al Celta de Vigo, en el Coliseum Alfonso Pérez, es clave para el Getafe, que quiere poner fin a una racha de cinco derrotas consecutivas que lo han situado cinco puntos por encima del descenso.

EFE
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Roberto Lago no podrá jugar ante el Celta al estar lesionado


Foto: Alberto Martín
Hay un jugador del Getafe que lo primero que hace cuando se sortea el calendario es ver las dos fechas en las que coincide el partido de su equipo ante el Celta. Tanto en Vigo como en el Alfonso Pérez. Roberto Lago, vigués criado en la cantera de A Madroa y jugador del primer equipo durante seis temporadas, se marchó a Madrid hace ahora dos años y medios en busca de nuevas experiencias como futbolista. 

Su camino no ha sido tan brillante como el del Celta en su ausencia, pero está cumpliendo en el sur de Madrid, alcanzando cierta regularidad. Para su desgracia, la visita más especial de la temporada le va a pillar en el dique seco, ya que es baja desde el 30 de enero por un golpe intercostal que también le impedirá estar ante su ex equipo. 

El jugador vigués es la única ausencia del cuadro madrileño. Tampoco pudo estar en el partido de la primera vuelta jugado en Vigo. Una pena para él, que pudo disputar los cuatro partidos que enfrentaron a ambos equipos en las dos últimas temporadas. En esta, de momento, le toca esperar y ver los toros desde la barrera. Lago sigue siendo seguidor del Celta, y no dudó en hacer socia a su hija Valentina nada más nacer. Su puesto lo ocupará probablemente Álvaro Pereira. 

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Roberto Lago no podrá jugar este viernes ante el Celta


Roberto Lago no podrá disputar uno de los partidos que espera con más ansia cada temporada. Desde que abandonó Vigo hace dos veranos, el partido contra el Celta siempre es uno de los más esperados para el canterano, que jugó en el primer equipo durante seis temporadas, disputando más de 200 partidos en el lateral izquierdo. 

El del Calvario ha jugado en Vigo en las dos últimas visitas del Getafe, y en la última incluso posó con su hija recién nacida antes del encuentro. Sin embargo, en esta ocasión se quedará fuera ya que se recupera de una lesión en el sóleo de su pierna izquierda, que le ha impedido entrenar esta semana. En un principio, el defensa esperaba estar disponible para este encuentro, pero su lesión se ha retrasado más de lo normal, por lo que Balaídos no podrá recibirle. 

Su salida del club no gustó mucho a la afición. No aceptó la oferta de renovación del Celta, muy por debajo de lo que le ofrecía el Getafe, y en la rueda de prensa de despedida dijo que se iba para dar un salto en su carrera hacia un equipo consolidado en Primera, lo que no gustó mucho a un sector de la afición. El tiempo ha demostrado que deportivamente no ha mejorado con el cambio, y tampoco ha contado mucho para sus entrenadores en el cuadro azulón. 

Esta temporada comenzó mejor, siendo titular en los primeros encuentros y rindiendo bien, pero esta inoportuna lesión le ha estropeado esa proyección. Veremos como encaja nuevamente en el equipo cuando se recupere. Sea como fuere, el próximo viernes no será uno de los rivales del Celta en Balaídos. 

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[Vídeo] La pelea que le ha costado 4 partidos de sanción a Roberto Lago


La temporada ha finalizado para el ex jugador del Celta Roberto Lago, que fue sancionado con cuatro partidos por el Comité de Competición por “propinar varios puñetazos a un adversario con el que se había caído al suelo, cuando el juego había sido detenido por falta previa”, según recogía el acta del partido frente al Rayo Vallecano. En la refriega, tanto Lago como Aquino, el otro implicado, fueron expulsados, si bien el jugador vallecano podría finalmente jugar después de que el Comité de Competición haya estimado el recurso interpuesto por el club franjirrojo. 

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Top Canteranos: (10) Roberto Lago


Foto: Lavandeira Jr.
Esta semana os pedíamos que votaseis a los tres mejores canteranos de la era Mouriño, es decir aquellos que habían jugado partidos oficiales bajo el mandato del actual Presidente céltico. Tras vuestros votos, los cuales agradecemos, presentaremos a los diez más valorados en las próximas entradas. 

10º Roberto Lago (215 partidos / 8 goles) 

La décima posición del Ranking es para Roberto Lago. El del Calvario, con una salida del Celta un tanto abrupta, y que desilusionó a gran parte de la afición, obtuvo la última posición del Top Ten, aunque logró que varios aficionados se acordasen de él. Pocos jugadores como él encarnan la figura del canterano perfecto, aquel que llega en una edad muy temprana, y tras escalar por los diversos equipos de las categorías inferiores del club, logra debutar con el primer equipo. 

Ese fue el caso de Roberto Lago, que debutó en la Temporada 2007-08, tras el descenso del Celta a Segunda, y que se mantuvo como lateral izquierdo titular durante seis temporada, sin que ninguno de los futbolistas fichados para esa posición fuesen capaces de desbancarlo. Lago es uno de los canteranos que más partidos ha disputado con el primer equipo a lo largo de la historia celeste, acumulando 215 encuentros oficiales con la casaca celeste, en los que marcó 8 tantos. De hecho, se quedó a tan solo 13 partidos de entrar en el Top 25 de jugadores con más partidos en el Celta. 

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El Betis pide la cesión de Roberto Lago al Getafe


Foto: Pere Puntí
Roberto Lago, lateral izquierdo del Getafe, es una de las opciones que maneja el Betis para suplir al lesionado Alex Martínez. El club verdiblanco ya ha tanteado la posibilidad de conseguir la cesión del getafense, jugador al que ya quiso en su etapa en el Celta y que ahora es suplente de Escudero. El Betis ha mostrado su interés a través de representantes y le quiere para este mercado invernal. La primera premisa es que el coste sea menor. El Betis espera decidir quién será su nuevo entrenador y, según el gusto de éste, mover ficha por Roberto Lago.

Javier Hernández / AS
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Roberto Lago y la pequeña celtista


Foto: Kiko Viñas
Con mucha frecuencia entre el celtismo, y seguramente entre el resto de las aficiones, se produce una extraña competición sobre quién quiere más a su club, y tendemos con cierta facilidad a menospreciar el cariño que otros aficionados tienen por el equipo. Si además la comparación es con futbolistas, no existe ninguna duda. El profesionalismo se asocia inequívocamente con los mercenarios que defienden una u otra bandera en función del pagador. 

Es cierto que el fútbol profesional ha arruinado el romanticismo en el mundo del fútbol, pero prácticamente ninguno de lo que ahora mismo vamos a Balaídos o seguimos al Celta del modo que sea, ha conocido el balompié de otro modo. Los futbolistas son personas cuya profesión es el fútbol, y toman decisiones influídos por deseos personales, pero también sometidos a una gran presión de un entorno que intenta sacar el mayor jugo posible a sus carreras. 

Representantes, familiares, directivos de clubes asesoran y aconsejan a personas, en muchos casos excesivamente jóvenes, para que tomen una u otra decisión. Uno de los jugadores más castigados en los últimos tiempos entre el celtismo es Roberto Lago. El pasado domingo incluso fue silbado por una parte de la afición. No toda, pero sí lo suficientemente numerosa como para que su reacción trascendiese. 

A Lago se le critica su decisión de no renovar por el Celta y firmar por el Getafe, entendiendo que su decisión demuestra su falta de celtismo. Sobre la salida de Roberto Lago se podrían escribir muchas cosas, seguramente más de la cuenta. Es indudable que cobra mucho más en el Getafe, como lo también es que hubiera seguido en el Celta cobrando menos de lo que le ofrecían otros equipos. En muchas ocasiones sucede que nos faltan elementos de juicio para valorar ciertos actos en su justa medida. Tal vez este sea otro de esos casos. 

No sabemos si la decisión de Lago fue la más correcta, es dudoso que su carrera haya mejorado en el Getafe, y que podría haber hecho un esfuerzo aceptando la oferta del Celta. O a lo mejor el Celta estaba haciendo un gran esfuerzo realizando dicha oferta a un jugador que no acababa de encajar en sus planes. Todo son conjeturas, pero lo que muchas veces se pone en duda con excesiva facilidad es el celtismo del jugador. Y terminamos siendo injustos con él. 

Recientemente, el del Calvario ha sido padre de una niña, a la que llamó Valentina. La pequeña es socia desde el día que nació, como hemos hecho muchos otros padres celtistas, y el pasado domingo no dudó en posar con ella en Balaídos, junto al resto de sus compañeros del Getafe. Una mancha celeste en medio del rojo getafense. Roberto Lago es uno de los nuestros aunque juegue contra nosotros. 
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