Nuevo empate en casa de un Celta que mereció más, pero al que le faltó empuje para batir a un pobre Eibar que se va a casa muy contento por el punto conseguido. Rafinha tuvo la más clara sobre la bocina, pero envió su disparo demasiado alto. El equipo de Óscar García sigue en puestos de descenso y con una jornada menos para el final del campeonato.
Óscar García no sorprendió con un once bastante parecido al de las últimas jornadas. Rubén Blanco en portería, defensa para Kevin, Murillo, Araujo y Olaza. Por delante de ellos Okay, Fran Beltrán y Rafinha, y arriba Sisto, Santi Mina y Iago Aspas.
El Celta dominó el juego durante todo el partido, pero carente de profundidad. El Eibar se defendía con las líneas juntitas e intentaba alguna contra con Orellana como su mayor peligro, aunque sin fortuna en el día de hoy. Sergi Enrich incomodó bastante a la defensa celeste en los primeros compases del partido.
Como decíamos, el Celta tenía el balón y el domino, pero muy pocas ocasiones que llevarse a la boca. La más clara en la primera mitad llegaría en el minuto 37, una doble ocasión salvada en primera instancia por Dimitrovic, y posteriormente por un defensa que sacó el balón cuando se colaba en la portería azulgrana.
Al borde del descanso fue Pione Sisto el que tuvo una oportunidad tras robar el balón el la frontal del área y enviar un remate que se encontró con el portero visitante. Así se llegaba al final de la primera parte, y tras el descanso más de lo mismo. El Celta seguía llegando, pero le faltaba acertar en el último pase.
Iago Aspas lo intentó en varias ocasiones con disparos que buscaban hacer daño a Dimitrovic, pero el meta guipuzcoana respondió siempre bien. La polémica llegó en el minuto 62 cuando fue sustituido Sisto para dar entrada al Toro Fernández. El danés se marchó visiblemente enfadado, con aspavientos hacia el banquillo.
Posteriormente ingresarían al terreno de juego Denis y Hugo Mallo, pero dio la sensación de que el Celta fue perdiendo fuerza, bien por el cansancio o bien porque los cambios no aportaron lo que esperaba el técnico catalán.
En el minuto 80 llegó una ocasión muy clara con un lanzamiento de falta botado por Lucas Olaza, que no encontró rematador pero tampoco fue despejado, impactando en el poste tras botar dentro del área. Y en el 89 la más clara tras una extraordinaria jugada de Aspas, que puso el gol a Rafinha, pero al brasileño se le fue el lanzamiento alto.
No hubo tiempo para más. El Celta suma un punto que no le saca de pobre y seguirá una semana más en puestos de descenso.
