Sin gol no hay salvación


Foto: Faro de Vigo
En las últimas temporadas el Celta siempre tuvo problemas en defensa, convertido en uno de los equipos más goleados, lo que solucionaba con su capacidad para marcar goles. Todos los entrenadores que pasaron por el club coincidían en la necesidad de mejorar el apartado defensivo, dando por hecho que los goles llegarían por la calidad de los futbolistas. 

Hasta que llegó la sequía. El Celta tuvo problemas el año pasado, especialmente durante la ausencia de Iago Aspas, y los está teniendo en el presente ejercicio. El equipo crea pocas ocasiones, y además no tiene el acierto suficiente para desequilibrar los partidos. Ayer volvió a irse con el marcador a cero, algo que ya le ha pasado en ocho ocasiones esta temporada. Desde la llegada de Óscar García al banquillo celeste solo se había quedado sin marcar en el partido disputado ante el Real Valladolid en casa. 

El equipo vigués tras 21 jornadas disputadas 17 goles a favor, los mismos que el Real Valladolid y el Espanyol. Solo el Leganés, con 16, ha marcado menos tantos este curso. El Mallorca, que supera en un punto a los celestes, acumula 22 dianas. Este evidente problema ante la portería contraria está condenando al Celta, y apunta a ser un factor determinante para la salvación. 

Y el futuro no es prometedor. Si el Comité de Competición confirma la sanción a Iago Aspas, el Celta acudirá a Mestalla sin su máximo goleador. El moañés no está al nivel de otras temporadas, pero ha marcado 7 de los 17 goles que acumula el equipo hasta el momento. Ni Santi Mina ni el Toro Fernández están respondiendo a las expectativas, y eso deja al Celta con una grave carencia ante la portería contraria que le puede condenar al descenso. 

Los refuerzos del club en este mercado de invierno han sido, hasta la fecha, un defensa central y un pivote defensivo. Tal vez sea necesaria una apuesta en posiciones más avanzadas, que es donde el Celta está fallando. Aunque también es cierto que la ausencia de gol no es solo responsabilidad de los delanteros, sino de las graves carencias de creación de juego que está mostrando el equipo. Se generan pocas ocasiones y al Celta le cuesta un mundo atacar en posicional, unido a la nula capacidad de armar contras peligrosas. Estos son dos aspectos que el equipo debe mejorar si quiere seguir un año más en la máxima categoría. 

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