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| Foto: Atlántico Diario |
Cuando empezó la temporada aplaudimos el cambio de rumbo que le ha dado el club al Celta B. Después de años con muy pocos canteranos en la plantilla del filial, la apuesta de este verano ha sido clara y decidida. Un entrenador de la casa como Claudio Giráldez, que sube del juvenil al Celta B, y muchos futbolistas de A Madroa, con la presencia de muchos de los componentes del Juvenil de División de Honor de la pasada temporada.
Era un equipo que ilusionaba, incluso aunque los resultados de comienzos de temporada no fueron los mejores. El cambio experimentado por el equipo necesitaba un tiempo de adaptación, y los jóvenes futbolistas de Giráldez demostraron que con tiempo podían demostrar que estaban listos para sobrevivir en una categoría tan complicada como la Primera Federación.
Y no solo lo han hecho, sino que están enamorando al celtismo. Desde la victoria ante el Rayo Majadahonda, en la décimo segunda jornada, el filial suma 6 triunfos en 9 partidos, a los que hay sumar otros dos empates, para un total de 20 puntos en 9 jornadas. Muy buenas cifras para un equipo que ha pasado de intentar escapar de la zona de descenso a empezar a mirar con descaro las plazas de promoción de ascenso, que ahora tiene a tan solo 4 puntos de distancia.
Pero incluso en esta racha de buenos resultados se puede ver una mejoría notable. Los tres últimos partidos han sido muy buenos. Goleada a Unionistas, un inexplicable empate en Fuenlabrada, que solo se explica por la falta de acierto e incluso de fortuna, con varios lanzamientos al palo, y el partidazo de ayer frente al Linares Deportivo, destacando especialmente una maravillosa primera mitad. Y no nos olvidemos que el equipo jienense estaba por delante del filial en la clasificación. El mérito de lo logrado es notable.
Mucha parte de culpa del rendimiento del equipo la tiene Claudio Giráldez, un técnico que ya brilló con el juvenil, y que está demostrando una gran adaptación a una categoría en la que es debutante. Bajo su dirección muchos de los componentes de la plantilla están alcanzando su mejor nivel. Lautaro está completando su mejor temporada, Miguel Rodríguez crece en cada partido, y aún así no se notó su ausencia ayer, y los jóvenes como Hugo Álvarez, Hugo Sotelo o Damián crecen en cada partido. Sin olvidar la madurez de Iker Losada, los buenos minutos que aporta Raúl Blanco, o el descaro de Javi Rodríguez a pesar de su inexperiencia en la categoría.
El Celta B es, a día de hoy, uno de los equipos que merece la pena ver en esta categoría, y está ilusionando al celtismo como pocas veces. El futuro está asegurado con estos chicos, y el presente es muy divertido.
