Llega una nueva edición de “Te acuerdas de…” en la que hoy queremos recordar la figura de Salva, uno de los componentes de aquel Celta que disputó la final de la Copa del Rey en el año 1994, en el Estadio Vicente Calderón con el Real Zaragoza como rival.
Salva fue un delantero hábil, de gran movilidad, oportunista y escurridizo, que sabía aprovechar muy bien sus condiciones para superar al encargado de su marcaje. Entraba rápidamente por las bandas y desbordaba a sus marcadores por velocidad. Formado en las categorías inferiores del Real Zaragoza, milita durante varias campañas en el Aragón, filial del cuadro maño, con el roza el ascenso a 2ªA tras quedar Subcampeón del grupo II de 2ªB en la temporada 1987-88, pero empatado a puntos con el campeón, el Mollerussa de un jovencísimo Horcajada. De aquella no había fase de ascenso y ascendían directamente los primeros de cada grupo.
Al año siguiente en la temporada 1988-89 llegaría su soñado debut en la máxima categoría del fútbol español cuando contaba tan sólo con 20 años de edad. Seria en El Sadar ante Osasuna en una derrota maña por 2-0. Esa campaña el joven Salva disputaría un total de 15 partidos jugados de liga, y marcando 1 gol al Logroñés, en un año en el que los maños finalizaban la liga en 5ª posición, clasificándose para la Copa de la Uefa.
A la campaña siguiente regresa al filial de 2ªB con el que finaliza la liga en 8ª posición. En la temporada 90-91 vuel ve al primer equipo, en un año en el que Salva compaginó su presencia en el filial que rozó su clasificación para la fase de ascenso tras concluir 5º la liga, con su múltiples apariciones con el primer equipo que pasaba muchos apuros para mantener la categoría hasta el punto de tener que disputar una dramática promoción de descenso contra el Murcia al que acabaría goleando 5-2 en la vuelta después de empatar sin goles en la ida.
La temporada 91-92 seria su última en tierras mañas, sin acabar de consolidarse como un jugador importante en el primer equipo maño, por lo que al final de la campaña es cedido al Real club Celta de Vigo, que acababa de regresar a la primera división. Salva debutaba con el Celta en la primera jornada de la temporada 1992-93 en Riazor frente al Deportivo, y jugaba un total de 32 partidos anotando un gol al FC Barcelona en Balaidos.
Al años siguiente, Aguirrechu y Salva, que habían jugado la temporada anterior en calidad de cedidos, lograban obtener la carta de libertad para comprometerse con el Celta por dos años. Esa temporada 1993-94, Salva juega 23 partidos de liga, pero ese año sería muy especial por la excepcional participación del equipo en la copa del rey. El R.C. Celta llegaba a la final de la copa, que disputó el 20 de abril de 1994 en el Vicente Calderón, precisamente frente al Real Zaragoza, el anterior club de Salva.
Salva salió como titular en aquella final. El partido muy igualado, pudo resolverse a poco del final. La gran oportunidad llegó en el minuto 88, a dos del final, cuando la incursión de Dadie por la banda derecha terminó con un centro al área, donde Salva, entre dos defensas, conectó un fuerte testarazo a media altura, que llevaba etiqueta de diana segura. Sin embargo, el guardameta maño Cedrún, respondió con un desvío antológico, que frustró el triunfo del Celta. Después, el partido llegó sin goles a la prorroga, y el Celta terminó perdiendo en los penaltis. Pero aquel cabezazo siempre estará en la memoria de los aficionados célticos.
Al finalizar esa temporada, el ariete maño ficha por el Osasuna recién descendido a 2ª División con el que militaría dos campañas, para luego regresar a Galicia, en la temporada 96-97, para fichar por el Racing de Ferrol, donde juega 23 partidos, marcando 3 goles que no sirven para clasificar al equipo verde para la fase de ascenso, tras concluir la liga en una decepcionante 7ª posición.
Después de dejar Ferrol retorna a tierras aragoneses para jugar con el Binefar del grupo XVI de la Tercera División, con el que se proclama Campeón de Liga clasificándose para disputar la fase de ascenso a 2ªB. Después de este éxito con el ascenso a 2ªB regresa definitivamente a Galicia para jugar los últimos coletazos de su carrera con el Porriño Industrial del grupo I de la 3ª División, con el que también quedaría Campeón de Liga clasificándose para la disputa de la fase de ascenso a 2ªB.
En 1999 se retiraba del fútbol como jugador en activo. Pero Salva no abandonaría el mundo del fútbol ya que pronto seria designado Director Deportivo del Porriño Industrial, cargo que ocupa durante dos campañas en Tercera División.
En la temporada 2004-05 se incorpora al organigrama de técnicos de las categorías inferiores del Real Club Celta de Vigo, entrenando los primeros años al equipo infantil y posteriormente al equipo Cadete B.
