Rectificar es de sabios


Foto: Catherine Ivill
Cuando Luis Enrique ofreció su primera convocatoria como seleccionador español la ausencia de Iago Aspas cayó con sorpresa entre el celtismo. Todos, más o menos, dábamos por hecho que el moañés estaría en esa lista. Sus méritos están suficientemente probados después de ser el máximo goleador español las dos últimas temporadas, y contar con experiencia en la selección absoluta, donde además casi siempre rindió a buen nivel, como demostraban las cifras: 6 goles en 13 partidos. 

Sorprendía más viendo alguno de los nombres que sí entraban en la lista, especialmente el de Ceballos, un buen futbolista, abandonado durante las dos últimas campañas en el Real Madrid, donde apenas ha gozado de los minutos y la continuidad necesaria para seguir progresando. También aparecía Morata, muy mediático por jugar en el Real Madrid, pero cuya carrera ha ido en una peligrosa cuesta abajo en los último tiempos. Tanto que incluso Lopetegui tuvo que dejarlo fuera del Mundial de Rusia. 

A Aspas se le ofreció una segunda oportunidad cuando Diego Costa renunció a la convocatoria por motivos familiares, va a ser padre, lo que dejaba un hueco libre en la convocatoria, cubierto por el moañés, de quien esta vez se acordó el técnico asturiano. Y no solo eso. Lo vio trabajar, y no tuvo inconveniente en ponerlo de titular. Eso ya dice mucho del ex entrenador del Celta, que además ha reconocido su equivocación con Aspas. 

Sorprende porque si algún jugador debería conocer el asturiano es precisamente Aspas. Aunque él nunca lo entrenó, estuvo a las órdenes de su cuerpo técnico la pasada temporada. No olvidemos que el equipo que ahora dirige a la selección es el que dirigía al Celta el pasado año, cambiando a Unzué por Luis Enrique. En todo caso, el nuevo seleccionador ha sabido rectificar, y eso habla mucho y bien de él. Una gran noticia para la selección española, por la presencia de su mejor delantero y por la capacidad del técnico de corregir errores sobre la marcha. 

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