Ha llegado la hora de la verdad para el Celta. Tras dos victorias consecutivas en sendos desplazamientos a Murcia y a Huelva, además del triunfo copero frente a la U.D. Las Palmas, la competición liguera regresa a Balaídos, y lo hace de la mano de uno de los máximos aspirantes al ascenso de categoría, uno de los, a priori, principales rivales de los de Paco Herrera para alcanzar el sueño de jugar la temporada que viene en Primera División. A partir de las 18:00, se enfrentarán en el verde del coliseo vigués dos escuadras que el curso pasado se quedaron a las puertas de la gloria, aniquiladas por el mismo enemigo, y que este año buscan revancha. El inicio ha sido muy prometedor para ambos, con dos victorias para cada uno en Liga, al tiempo que han superado la primera eliminatoria de Copa. Llegan pues invictos al duelo de esta tarde, el cual será una importante prueba de nivel para ambos conjuntos, una piedra de toque para reflejar en qué punto inician la temporada y cuánto le falta a cada uno para poder aspirar a la meta final.
Los de Paco Herrera llegan pletóricos de moral. El doble desplazamiento inicial se saldó con dos victorias: la primera más holgada en la Nueva Condomina, y la segunda más sufrida ante el Recreativo. En estos dos encuentros hemos visto un Celta demoledor frente al arco rival. Paco Herrera puede presumir de arsenal ofensivo, pues son múltiples las variantes con las que cuenta para cubrir la parcela ofensiva. El tridente De Lucas, David y Bermejo estaba funcionando a la perfección hasta la lesión de este último, quien, con una fractura de clavícula, estará cerca de dos meses de baja tras pasar por el quirófano. La vacante que deja el delantero cántabro ya cuenta con varios candidatos, principalmente dos: el primero de ellos un Iago Aspas que solucionó la papeleta en Huelva y redondeó la victoria el jueves pasado frente a Las Palmas; en segundo lugar, el recién fichado Orellana, que si bien lleva poco tiempo sumergido en la disciplina céltica, dejó muy buenas sensaciones en su estreno frente al conjunto canario.
Así pues, es probable que o bien el moañés o bien el chileno acompañen a De Lucas y a David en el frente de ataque. Por detrás, estará un Álex López que empieza a coger los galones que se le exigen; tras su gran partido el domingo pasado, rubricado con su primer gol de la temporada, guardó descaso en Copa, por lo que estará a pleno rendimiento para jugar frente al Elche. En el doble pivote, lo lógico es que repita un Natxo Insa que cada vez parece más acoplado, además de Bustos, quien descansó el jueves a favor de un Oubiña que, poco a poco, debe ir recuperando el gran nivel que ostentó otrora.
En defensa el panorama es bien distinto. El equipo no ha dado la talla frente en los dos compromisos ligueros, con errores que bien podían haber costado los tres puntos; el jueves, sí se consiguió dejar la puerta a cero, pero también es cierto que el planteamiento ultradefensivo de los canarios no exigió demasiado a la zaga viguesa. Regresa al once Hugo Mallo tras su convocatoria con la selección española sub21, sustituyendo a un Bellvís que ha sido de lo mejorcito defensivamente del equipo vigués. En el flanco izquierdo volverá a actuar Roberto Lago, mientras que el centro de la defensa es para Catalá o Túñez (Herrera puede optar por dar descanso al primero) y Jonathan Vila. Además, la portería vuelve a ser territorio de Yoel. Por lo tanto, duro test para la retaguardia local, que tendrá enfrente a futbolistas muy peligrosos como Ángel, Xumetra o Palanca, en lo que será una prueba de fuego para comprobar el nivel del entramado defensivo celeste.
Enfrente estará, como ya hemos dicho, un rival que, como el Celta, cuenta sus partidos con victorias: goleada al Girona en Montilivi y victoria a última hora frente al Murcia, además del holgado triunfo del miércoles en el Nuevo Colombino. Se trata de un equipo equilibrado: sólido en defensa y notable en ataque. Bordalás ha conseguido darle ese puntito de competitividad y agresividad que lo convierte en un grupo aguerrido, incómodo. Tras más de veinte años entre Segunda y Segunda B, el cuadro valenciano se quedó la temporada pasada a las puertas del ascenso a Primera, cayendo en la final del play-off frente al Granada. Este curso son una clara apuesta para copar, como mínimo, los puestos que dan derecho a disputar la fase de ascenso. Sustentados en una fiable seguridad defensiva, cuentan con jugadores arriba capaces de hacer daño, lo que lo convierte en un bloque temible.
El Elche saltará a Balaídos con Juan Carlos en portería; línea de cuatro con Carpio en la derecha, Albacar en la izquierda y centro de la zaga para Etxeita y Pelegrín; Luque y Rúper, quien sustituye al lesionado Mantecón, estarán en la sala de máquinas, mientras que Palanca por la izquierda y Xumetra por la derecha, ocuparán los costados; en punta de ataque, y con la baja segura de Kike Mateo por lesión, actuarán el goleador Ángel y, muy probablemente, Luismi Loro, en detrimento de Nicki Bille.
Prueba de nivel para un Celta que empieza a disputar su verdadera Liga. Frente a otro de los candidatos debe dar la talla y demostrar, como todos pensamos, que el ascenso puede y debe ser una realidad. Es más que probable que los de Bordalás se dediquen a esperar al Celta, cediéndole el peso del encuentro, conscientes de que es como más sufre el conjunto de Herrera. Será vital, pues, la aportación de gente como Álex López o el propio Natxo Insa en la construcción de juego, así como la movilidad y participación de la gente de ataque. Si a esto le añadimos una buena actuación de la línea defensiva, el equipo vigués tendrá mucho ganado.
Piñeiro Crespo dirigirá un encuentro en el que se espera una buena entrada en el coliseo vigués. Al fin y al cabo, el horario acompaña y se trata de un duelo directo entre dos aspirantes al ascenso, por lo que, además de los tres puntos en juego, lo que esta tarde ocurra en el estadio del Val do Fragoso puede incidir en un futuro, al estar también en juego el gol average entre dos equipos que pueden acabar la competición con números similares. Así pues, importante encuentro para el Celta, primer gran duelo de la temporada, prueba de fuego para un grupo que busca bañarse en As Travesas el próximo mes de junio.
