Borja Oubiña ha vivido su primera pretemporada normal desde hace cuatro años. La lesión en la Premier League le ha dejado en el dique seco durante casi cuatro años, más allá de algún escarceo con el ansiado regreso sin que llegase a concretarse nunca el verdadero retorno del capitán celeste. Este año se le pidió un esfuerzo y respondió. El vigués se incorporó a los entrenamientos antes que sus compañeros para que su preparación fuese perfecta de cara al campeonato liguero.
El esfuerzo puede haber encontrado su recompensa, ya que Oubiña está cada vez más cerca de aquel jugador que maravilló a Balaídos y que llamó la atención de Luis Aragonés, que lo hizo internacional, y de equipos muy importantes dentro del panorama español y europeo. Lo tendrá complicado para entrar en el once, porque la competencia con Bustos y con Natxo Insa será muy grande. Precisamente el valenciano compartió con él la medular del campo vigués el pasado jueves y fue claro: "Es fácil entenderse con el. Se coloca tan bien que hace que no pierdas nunca la posición", explicaba el centrocampista valenciano.
No fue el único satisfecho con el rendimiento de Oubiña, ya que el propio Herrera se encargó de alabar el partido del canterano: "Ciento veinte minutos, con la intensidad y el ritmo con el que se jugó, y al ritmo con el que jugó él, deja claro que quiere ser importante en el equipo y entiendo que así va a ser". Para el técnico catalán, la clave ha estado en la forma de llevar su recuperación: "A él le ha venido muy bien los cinco o seis meses que le tuvimos el año pasado, con los partidos y la cantidad de entrenamientos, para este año".
Todos sabemos el potencial que tiene Oubiña. Es una pena lo que ha sucedido en los últimos años, pues no hemos visto su mejor versión ni de lejos. El jueves ha empezado a parecerse, pero aún queda mucho trabajo por delante. Si Oubiña recupera su nivel, estando al 75% de lo que era, tendrá un sitio en el once inicial, y el Celta uno en Primera. Oubiña está ante la oportunidad de regresar al fútbol por lo alto, de volver a ser importante. Quiere y puede hacerlo. Suscribo plenamente el comentario leído en Faro de Vigo al día siguiente del partido: "Si hoy le duele la rodilla, sería la única explicación para que no juegue más".
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