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| Foto: José Jordan/Getty Images |
El Celta visita esta noche (20:45) El Estadio de El Madrigal para medirse a un Villarreal que parece tenerle la medida tomada al equipo celeste en los últimos enfrentamientos. Desde el 5-0 de la pasada temporada, a la derrota en este mismo curso (0-1) en Balaídos, pasando por otros encuentros en los que los castellonenses derrotaron a los celestes.
Los de Juan Carlos Unzué llegan a este partido sabiendo que es la última oportunidad para engancharse a Europa. Pero la última de verdad, porque en anteriores ocasiones se hablaba de esta posibilidad, y a pesar de fallar los rivales se empeñaron en dar de nuevo a los célticos. En esta ocasión, y teniendo en cuenta que tan solo quedan tres jornadas por delante, el margen de error es mínimo.
Unzué dijo tras el partido ante el Valencia que Europa estaba mucho más complicada. Y no le faltaba razón al técnico navarro, pero el paso de los días hacen ver las cosas de otra manera, y el propio Unzué ya reconoce que aún existen opciones europeas, aunque es obligatorio ganar en Villarreal. No sirve ni tan siquiera el empate. Lo único que vale es la victoria.
Para lograrla el técnico ha viajado con 18 jugadores, incluido el futbolista del filial Víctor Pastrana, que ya estuvo ante el Valencia aunque no tuvo oportunidad de saltar al terreno de juego. Unzué recupera a Jonny, sancionado ante el Valencia, pero pierde a Roncaglia y mantiene las bajas de Radoja y Iago Aspas, todos ellos por lesión.
El equipo que presente de inicio ante el Villarreal probablemente se parezca mucho al de la última jornada, con la novedad de Jonny, que tiene un puesto asegurado en el lateral izquierdo. Al de Matamá lo acompañarán Cabral y Sergi Gómez en el eje de la zaga, y Hugo Mallo por el costado derecho. En la medular Lobotka y Wass tienen un puesto asegurado, mientras que Pablo Hernández y Jozabed pelearán por la otra plaza. Y arriba Sisto, Maxi Gómez y Brais Méndez, que volverá a hacer de Aspas en el estadio de La Cerámica.
El Villarreal ocupa la sexta plaza con 51 puntos, 6 más que los celestes, que no podrían alcanzar al equipo amarillo en caso de perder, con lo que las matemáticas exigen ganar y esperar un pinchazo de los otros equipos que están por delante en la clasificación. Parece imposible, pero también lo parecía salvarse en la temporada del 4,01%.
