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| Foto: RC Celta |
La reciente adquisición del versátil futbolista brasileño Jailson ha supuesto un giro inesperado en la estrategia del Celta durante este mercado de invierno. Rafa Benítez, aliviado por la llegada del jugador a coste cero, ha visto mitigadas las carencias en el medio centro defensivo y la defensa central, áreas que inicialmente consideraba prioritarias. Ahora, el enfoque del técnico se centra en reforzar el potencial ofensivo del equipo, buscando específicamente un centrocampista con llegada y capacidad para aportar goles y desborde en la última fase del campo, según informa Faro de Vigo.
El club, bajo la dirección de Marco Garcés, actual director de fútbol, está inmerso en la búsqueda de un futbolista que sea capaz de competir en igualdad de condiciones con los titulares actuales. Marián Mouriño, dispuesta a complacer los deseos del técnico, está dispuesta a realizar esfuerzos financieros para asegurar la contratación de este perfil específico. A pesar de las limitaciones típicas del mercado de enero, Benítez se muestra optimista, confiando en que los esfuerzos del club den sus frutos antes del cierre el próximo 31 de enero.
La operación de fichaje de Jailson no solo cubrió las necesidades identificadas por el cuerpo técnico, sino que también dejó margen salarial para abordar al menos otra contratación de relevancia. La salida de Agustín Marchesín hacia el Gremio de Porto Alegre proporciona al Celta un respiro financiero, permitiéndole mantenerse dentro de los límites establecidos por LaLiga. Señala Faro que el modus operandi, marcado por la colaboración entre Garcés y Benítez, se repetirá en la búsqueda del próximo refuerzo, donde el director de fútbol presentará candidatos que el técnico evaluará antes de dar el visto bueno a la operación.
