 |
| Foto: RCCV |
Mario Bermejo era ayer un hombre feliz. El delantero céltico, de 35 años, se ha recuperado en menos de seis meses de la grave lesión de rodilla sufrida a finales de la pasada temporada y ha retomado los entrenamientos con la ilusión de un chaval. "Me siento como cuando empezaba a entrenar con el Racing de Santander en Primera División y veía la posibilidad de ir convocado en algún partido", explicó el veterano punta tras el entrenamiento vespertino celebrado ayer en A Madroa. Y precisó: "Tengo esos nervios y esa tensión de querer agradar al entrenador y a mis compañeros para que me den la oportunidad de ir convocado. La misma sensación que tenía con 15 años la tengo ahora con 35".
Bermejo se probará mañana en el amistoso de homenaje a Fernando Cáceres que se celebra en La Romareda con la mente puesta en el compromiso liguero de Anoeta ante la Real Sociedad. "Participaré un rato en el partido que hay en Zaragoza. Me viene bien porque no va a haber mucho contacto. Pero la sensación de volver s sentirse futbolistas es importante. Debido a este hecho se ha adelantado el alta pero ya estaba trabajando pensando en la semana de la Real Sociedad y en ponerme a un nivel adecuado para poder competir", apuntó.
El delantero santanderino abogó por una rápida aunque escalonada integración en la vida competitiva del equipo. "Evidentemente no estoy para jugar 90 minutos, pero sí para ir entrenado poco a poco, si el míster lo cree conveniente y ve que tengo capacidad física para competir diez o quince minutos en un partido, Creo que podría aportar", dijo. Y agregó: "Es un poco prematuro porque aún no han pasado seis meses de la lesión, pero yo no pienso en lo físico, sino en volver a jugar un partido, que es mi máxima ilusión".
Bermejo vuelve además decidido a aportar goles, que es lo que se le pide. "Los goles forman parte de mi trabajo y ojalá pueda participar y marcar muchos goles. Hay uno más para sumar. En Balaídos nos cuesta arrancar e intentaré apoyar el equipo, con mi esfuerzo, mi trabajo y mis goles", destacó el punta, que agradeció el cariño recibido en los meses en que ha estado lesionado.
