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| Foto: Ricardo Grobas |
Se acabó el calvario. Mario Bermejo ha puesto el punto final a un drama que duró seis meses. El cántabro, que hoy ha recibido el alta médica, espera ser uno de los refuerzos de un Celta que coquetea con los puestos de descenso por sus pobres registros en Balaídos, donde todavía no conoce la victoria.
El "nueve" celeste ha querido agradecer en sala de prensa el cariño que ha recibido por parte de la afición. "Desde lo más profundo de mi corazón agradezco a todos los que me han apoyado a lo largo de todos estos meses". El cántabro ha manifestado que no piensa en la rodilla. Su reto inmediato es ponerse en plenas condiciones para "ayudar a los compañeros". El ariete declaró que tiene ganas de volver a ayudar al equipo vigués.
Mario Bermejo saciará esas ansias de fútbol que tiene en el homenaje que se celebrará en Zaragoza por Fernando Cáceres, un histórico del Celta y del conjunto aragonés. Sobre su posible regreso en competición oficial, el santanderino señala que el físico que le falta "se suple con ganas e ilusión", dos características que, desde luego, no le faltan a uno de los líderes de este Celta. Pese a la derrota del sábado, el celtismo tiene motivo de celebración. "El Gladiador" está de vuelta.
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