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Foto: RC Celta |
(EFE) El entrenador del Real Valladolid, Sergio González, ha advertido este viernes de que su próximo rival, el Celta de Vigo, es "un buen equipo" pero que con Iago Aspas "se convierte en grandioso" porque es "un jugador determinante: da asistencias, desborde y goles".
El cuadro gallego "tiene laterales ofensivos, fútbol por dentro, son verticales y, además, Iago Aspas les da esa calidad y esa pausa que hace mejores al resto", ha añadido durante una comparecencia telemática.
El objetivo del Real Valladolid, de cara a este importante choque del domingo, es "seguir dando pasos hacia delante, dejar poca distancia entre líneas, tapar los pases por dentro y quitar la acción de peligro desde esa posición, tratando de hacer daño en sus debilidades, con personalidad y energía suficientes".
Para esta cita, Sergio González no podrá contar con Pablo Hervías, Marcos André, Raúl Carnero y Kiko Olivas, ni tampoco con Waldo, que cuenta con permiso del club por cuestiones personales, pero recupera a El Yamiq "no para salir de inicio pero sí para jugar veinte o treinta minutos si fuera necesario", ha explicado.
Asimismo, también recupera a Lucas Olaza, tras cumplir el ciclo de sanciones, y ha aclarado que en principio habrá una continuidad respecto a los últimos partidos, "intentando matizar lo que se ha hecho bien y corregir lo que no se ha hecho tan bien, porque además no hay elementos para llevar a cabo una revolución".
"Hay que intentar generar con balón más ocasiones porque más claras sería difícil", ha apuntado el técnico, quien podría volver a apostar por Kike Pérez como media punta, ya que "da piernas, trabajo, es fuerte y genera superioridad en el inicio del juego".
Pero también existe la opción de regresar al 4-4-2 habitual, con dos delanteros, y para ello verá las funciones de jugadores del Celta como Tapia o Denis para matizar el once titular, ya que considera clave "poder pillarles en sus transiciones, y saber lo que necesitamos cuando tenemos la pelota, sobre todo, tras robo", ha matizado.
Precisamente, en cuanto a la posibilidad de que regrese el delantero Weissman al equipo de inicio, ha comentado que, si bien su reacción cuando le cambió ante Huesca, ni le gustó, ni consideró que fuera lo mejor para el equipo, "quedó en una anécdota" y ha remarcado que "sería ingenuo anteponer una cuestión personal sobre lo profesional".
"Cuando yo fui jugador también reaccioné de la misma manera y, en ese caso, él se cabrea, más que por ser sustituido, porque las cosas no salieron como quería y buscaba dar la vuelta a eso. Cuando le toque jugar, lo que tiene que hacer es rebelarse con un buen partido y con goles", ha precisado.
Para el entrenador del Real Valladolid "plantearse bloques de partidos queda en un segundo plano", ya que "solo importa el próximo encuentro ante el Celta y pensar en lo que el equipo puede dar, competir bien, tener mejores sensaciones aun y lograr la victoria, porque con tres puntos todo se vería de diferente manera", ha concluido.