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| Foto: LFP |
Renato Tapia ha sido uno de los grandes protagonistas de la semana debido a la sanción que ha recaído sobre él tras su expulsión en Anoeta del pasado fin de semana. El internacional peruano fue expulsado por "poner objeciones" a una decisión arbitral, y posteriormente se dirigió al colegiado en los siguientes términos: "¡Qué prepotencia!", lo que además ha supuesto dos partidos más de sanción, que se suman al de rigor por la expulsión, por "menosprecio" al colegiado.
Una decisión un tanto sorprendente, aunque con el reglamente en la mano no hay mucho que hacer, pero que contrasta con otras imágenes a las que estamos acostumbrados, cuando jugadores del Real Madrid o del Barcelona rodean al colegiado sin que tenga consecuencias disciplinarias. En esta misma jornada hemos podido ver a Vinicius, con insultos muy graves al árbitro del partido, que miró para otro lado mientras el brasileño se desgañitaba. El agravio comparativo genera mucha impotencia entre el celtismo y, en general, entre las aficiones de la mayoría de equipos de La Liga.
El Celta ha decidido no recurrir la sanción. Realmente no tendría mucho recorrido a la vista de la redacción del acta. No hay posibilidad de presentar pruebas, ya que el colegiado ha recogido las palabras de Tapia. Pero lo que quizás se ha echado de menos es alguna reclamación en público del club por estas decisiones.
Y esa es una sensación que también comparte el propio Renato Tapia. Informa El Desmarque, que menciona también en sus informaciones a la Radio Galega y la Cadena COPE, que el internacional peruano está decepcionado con el Celta por su silencio ante este asunto. Esperaba un gesto público por parte del club, que mientras escribimos estas líneas no ha llegado, por lo que considera una injusticia. El centrocampista se siente solo y poco protegido por el club.
