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| Foto: RC Celta |
El Celta B logró un empate en un partido que tuvo dos partes claramente diferenciadas. En la primera el filial céltico se encontró con un gol a los 50 segundos de partido, y a partir de ahí estuvo bastante discreto, pero en la reanudación, con cambio de esquema y nuevos futbolistas dominó el partido y mereció bastante más que el punto cosechado.
De inicio Claudio Giráldez apostó por una defensa con tres centrales, Javi Domínguez, Barcia y Carlos Domínguez, con Carrique y Medrano en los laterales. Repetía también Joel en portería. San Bartolomé y Calderón en la sala de máquinas, Losada como enganche, y arriba Miguel y Lautaro.
El partido no pudo empezar mejor ya que a los 50 segundos se adelantó el filial céltico tras una gran arrancada de Lautaro superando a la tibia defensa rival para probar el disparo en dos ocasiones, con sendos rechaces del meta visitante. Losada, con la caña, aprovechó para embocar con la cabeza el balón al fondo de las mallas tras el segundo rechace.
No podía empezar mejor el partido, pero lo cierto es que a partir de ahí el filial se contagió del ritmo cansino del Deportivo, un típico equipo de Primera Federación, que supo llevar el juego hacia sus intereses. También ayudó un parón de más de seis minutos después de que la siempre noble afición deportivista lanzara de todo a los jugadores del Celta B mientras celebraban su gol.
El Celta B se limitó a alguna arrancada por velocidad de Miguel Rodríguez, y alguna contra con Lautaro o Iker Losada, aunque sin excesiva fortuna. El Deportivo, por su parte, avisó en el minuto 21 con un lanzamiento de Narro que impactó en el larguero tras un centro bastante pobre, que de poco preciso casi sorprende a Christian Joel.
Transcurría la primera parte entre bostezos, con mayor dominio del Deportivo, más obligado por el resultado, cuando en el minuto 40 Diego Villares lograba el empate tras un buen pase de Ibai Gómez.
La segunda parte comenzó con un panorama similar al de la primera, por lo que al cuarto de hora Giráldez decidió mover el árbol, dando entrada a Javi Gómez en lugar de Sergio Barcia, rompiendo la defensa de cinco. A partir de ahí el dominio del filial céltico se fue acrecentando. Martín Calderón probó a Mackay con una falta lejana.
A renglón seguido se retiró del campo Ibai Gómez, de los pocos jugadores del Deportivo que lo parecen, y su equipo lo notó. También se tuvo que retirar Miguel Rodríguez, con problemas musculares de los que no pudo recuperarse. Entró en su lugar Raúl Blanco.
Se le acumulaban los problemas al Deportivo, que también perdió por lesión al talentoso Mario Soriano, entrando en su lugar otra persona vestido de futbolista. Con los cambios en ambos equipos el campo se fue inclinando del lado celeste, aunque incapaz de transformar el dominio tan siquiera en ocasiones claras.
De hecho quizás la más clara de la segunda parte la tuvo Diego Villares, que casi firma un doblete con un buen disparo que repelió Christian Joel, enviando el balón a saque de esquina. Unos instantes antes habían entrado Hugo Álvarez, Yoel Lago y Pablo Durán, saliendo del campo Iker Losada, San Bartolomé y Lautaro. Pablo Durán, muy activo durante todo el tiempo que estuvo en el campo, puso a prueba a Mackay con un disparo cruzado que no parecía muy peligroso, pero que el guardameta coruñés convirtió en un uy al tener que atraparlo en dos tiempos.
El partido se fue muriendo con los dos equipos bastante contentos por el resultado final. El Celta B porque suma un nuevo punto que le va alejando de los puestos de descenso, y el Deportivo porque, más de cuatro años después, ha vuelto a puntuar en un campo de Primera División.
