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MARTA G. BREA |
Tan sólo cinco días después de enfrentarse y superar
futbolísticamente, que no en el marcador, a todo un señor conjunto como el
Athletic Club, el Celta afronta esta noche un nuevo examen de categoría ante la
auténtica revelación del campeonato. El Villarreal, recién ascendido a Primera,
aunque con fútbol y puntos de equipo importante, espera la visita de los de
Luis Enrique, inmersos en la relativa calma del centro de la tabla tras
encadenar un mes notable que ha servido para despejar dudas y encarar el futuro
con optimismo.
Con el Betis muy
lejos y los complicados desplazamientos que tanto Rayo Vallecano como
Valladolid, los dos equipos que marcan la zona de descenso, deben realizar este
fin de semana –los vallecanos al Camp Nou y los pucelanos al Vicente Calderón-,
a los celestes se les presenta una nueva oportunidad para seguir echando tierra
de por medio con sus rivales directos. Sacar un buen resultado del Madrigal,
donde hasta ahora sólo han puntuado Real Madrid, Atlético de Madrid, Sevilla y
Getafe, se antoja complicado. No en vano, los castellonenses son por méritos
propios el quinto clasificado de la liga. Sin embargo, si en algún momento resulta
factible, es ahora, una vez que Luis Enrique parece haber dado con la tecla y
el equipo comienza a funcionar tras muchas semanas bañadas en un mar de dudas.
La búsqueda de ese
buen resultado deberá realizarse sin la referencia ofensiva del grupo. Charles,
con un proceso gripal, no ha viajado a la Comunidad Valenciana, por lo que el
técnico asturiano deberá encontrarle un sustituto. Wellinton, incorporado en el
mercado de invierno, continúa su puesta a punto particular, mientras Santi Mina
ha arrastrado problemas musculares durante toda la semana y no parece seguro
incluso que pueda entrar en la lista definitiva de 18 futbolistas.
Con todo, y
teniendo en cuenta que Mario Bermejo apenas ha gozado de oportunidades, la
opción de Rafinha como falso nueve cobra fuerza. El hispano-brasileño, en un
momento de forma espectacular, podría repetir en la demarcación que ocupó más
de una vez durante la pretemporada. Completando el tridente de ataque, Orellana
es indiscutible, mientras que el vértice restante podría ser ocupado por
Nolito. Por detrás, después de su jornada de descanso, es de suponer que
regrese Oubiña al pivote, así como Augusto Fernández al volante diestro.
Krohn-Dehli, tras su buen encuentro del lunes, semeja haberle ganado el sitio a
Álex López en el puesto restante. Atrás, repetirá la línea más habitual en las
últimas fechas: Hugo Mallo, Cabral, Fontás y Jonny, con Yoel Rodríguez bajo
palos.
En el rival también
hay ausencias importantes. Marcelino, técnico que logró el regreso del
submarino a Primera y que ahora está consolidándolo de forma sobresaliente en
la máxima categoría, no podrá contar con futbolistas importantes como Asenjo,
Cani, Uche y Aquino, todos ellos con un gran protagonismo en la dinámica del
equipo. Tampoco con el recién fichado Óliver Torres, quien todavía arrastra problemas
en el hombro.
Así pues, en pos de
sumar el cuarto triunfo consecutivo en El Madrigal, el Villarreal dispondrá
ante el Celta de un once iniciado por Juan Carlos en portería y una línea de
cuatro en defensa con Mario Gaspar, Musacchio, Gabriel y Jaume Costa. Bruno
Soriano y Trigueros llevan el timón del submarino en el centro del campo,
acompañados de Moi Gómez y Joan Román en las bandas. Arriba, con muchísima
movilidad, la velocidad y calidad del tándem formado por Gio Dos Santos y el
vigués Jonathan Pereira.
Fernández Borbalán,
del colegio andaluz, impartirá justicia en un encuentro que medirá la
progresión reciente de un Celta en dirección a una permanencia más cómoda que
la pasada. Los de Luis Enrique, a cierta distancia del peligro, no quieren
detener a las primeras de cambio el tren que tanto costó poner en marcha y
tratarán, en el feudo de la gran revelación del torneo, de aumentar el ritmo y
poner velocidad de crucero de camino a la salvación.
