Tanto monta, monta tanto


Foto: Jorge Landín
Hay puestos en un equipo que son cruciales y suelen tender hacia esa metafórica columna vertebral. Y hay uno en concreto que se supone punto de apoyo del resto y, como tal, básico en la salud futbolística de cualquier grupo. Y en el sistema de Luis Enrique Martínez, esa piedra angular se sitúa en el pivote defensivo.

Hasta la fecha, Borja Oubiña era el dueño absoluto de dicha posición por méritos propios. Sin embargo, un bajón en su rendimiento provocó que el técnico apostase ante el Athletic por situar en ese puesto a Michael Krohn-Dehli. El cambio, que podría resultar traumático, es asumido con naturalidad por el resto del equipo, aunque suponga variar matices, sobre todo para el resto de centrocampistas.

Así lo explica Álex López, compañero en la medular el pasado lunes de Krohn-Dehli. El ferrolano considera que 'cambia un poco el estilo del jugador que tienes en el pivote' y lo analiza en profundidad: 'Michael es más asociativo, más de jugar hacia delante y quizás de menos equilibrio. Pero el trabajo que hizo el lunes ante el Athletic fue impresionante. La presión y la intensidad de todos con las líneas adelantadas ayudó'.

El canterano celeste admite que la presencia del danés en vez de Oubiña hace que 'tengamos que aportar un poco más defensivamente, no perder tanto la posición porque lo que nos aporta Borja es un equilibrio muy importante en este equipo y sobre todo con este sistema. Cambia un poco el rol de cada uno'.

La labor del pivote tiene peso tanto en el juego ofensivo, al ser el primer peldaño en muchas ocasiones de la salida del balón, como en la defensa, al tener que comandar la presión sobre el rival y echar una mano a los centrales en las coberturas. Ante el Athletic, el centro de la retaguardia lo conformaron Andreu Fontás –que también ha ejercido de pivote pero al que Luis Enrique no quiere perder más atrás– y Gustavo Cabral, quien vivió con normalidad la nada habitual suplencia de Borja Oubiña el pasado lunes.

Para el defensor, este cambio se inscribe dentro de una forma de actuar del técnico celeste que, muchas veces, lo ha dejado a él mismo fuera del equipo: 'El míster siempre va buscando variantes. En este caso le tocó entrar a Michael y salir a Borja. El que entre siempre va a estar dispuesto a dejar el cien por cien'.

A la hora de definir la labor realizada por el internacional por Dinamarca, Cabral reseña que 'lo hizo muy bien, se sintió muy cómodo él y nos sentimos muy cómodos todos. Aunque también cuando juega Borja estamos bien', aclara.

A diferencia de Álex López, el argentino no cree que el cambio de nombre en el pivote les suponga a los centrales variar su habitual papel, ya que el grupo tiene interiorizados los movimiento juegue quien juegue. 'No cambiamos. Ya tenemos una idea de juego que se va hablando durante la semana. No varía según quien juegue. El mister quizás lo ve de otra forma y busca el jugador que convenga para cada partido', razona el defensor celeste.

Santi Alonso / Atlántico Diario

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