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| Foto: Marta Grande |
—¿Se vuelve a sentir futbolista tras su experiencia en el fútbol griego?
—Sí, en Grecia estuve bien, a gusto, pero di con un entrenador que no apostaba por mí. Ellos pensaron que lo mejor era salir cedido y, la verdad, es que ahora estoy volviendo a coger las sensaciones de sentirme importante.
—¿Cuál es su situación contractual con el PAOK?
—Con el Granada ya no tengo ninguna relación. Al terminar mi contrato allí me ofrecieron renovar, pero pensé que había que poner fin a un ciclo y firmé dos años con el PAOK de Salónica. Ellos son los que me han cedido al Celta hasta junio.
—¿Valora seguir en Vigo más allá de este préstamo?
—No descarto nada. Lo que tengo claro, es que tengo que rendir cuando me lleguen las oportunidades para convencer a todo el mundo. Si no lo hago bien, nadie va a estar interesado en que me quede después del 30 de junio. Con este tema no me como la cabeza. Todo se podrá ver en un futuro.
—¿Qué le está llamando la atención del Celta?
—Me gusta mucho la importancia que se le da a la cantera y a la gente joven. El entrenador es idóneo para la filosofía del club. Hay un grupo fantástico y muy buen rollo.
—¿A Luis Enrique se lo imaginaba así como técnico?
—Me habían hablado de él. En persona su trato es genial. Me está ayudando y aprendo nuevas cosas. Es exigente y con las ideas claras. Espero ayudar como se espera de mí.
—¿Se ve jugando también de central por la izquierda?
—Soy diestro y en ese perfil he actuado normalmente en mi carrera. No obstante, eso lo tiene que ver el técnico.
—¿Está teniendo que adaptar mucho su estilo para cumplir con lo que le piden?
—El fútbol es intensidad y competir. Con 31 años ya tengo bastante claras las cosas que piden los entrenadores. En ese aspecto no tengo problemas con Luis Enrique.
—¿Augura sufrimiento similar al de la pasada campaña para salvar la categoría?
—Esta categoría es complicadísima. Ahora parece que estamos con la cabeza un poco sacada, pero yo estoy preparado para sufrir hasta el final. La afición, la ciudad y los jugadores, todo el mundo debe estar dispuesto para luchar hasta el último minuto.
—En esto tiene experiencia...
—Hace dos años con el Granada tuvimos que esperar un minuto sobre el césped en Vallecas para confirmar que estábamos salvados y bajaba el Villarreal. Llevo dos experiencias de este tipo y creo que puedo ayudar en situaciones límites.
—¿Visitar al Villarreal es de las peores salidas que hay?
—Sí, será un partido similar al del Athletic en cuanto a intensidad y a presión. El fútbol que propone Marcelino es de no dar un balón perdido. Ahí están los números y lo están haciendo genial. Va a ser muy complicado. Si salimos con la marcha del lunes, será un partido vibrante y espectacular.
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