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| Foto: Jorge Landín/Getty Images |
Uno de los aspectos que más preocuparon en el partido de Copa del pasado miércoles fue la pérdida de identidad del Celta. El equipo de Berizzo siempre ha sido fiel a su personalidad, la que le ha convertido en un equipo totalmente reconocible, pero en Mendizorroza parecía otro. El comentarista de a pie de campo, Xabi Mendía, que probablemente no ha visto muchos partidos del equipo vigués esta temporada, insistía al final del encuentro en los parecidos que tenían tácticamente Celta y Alavés, refiriéndose al orden defensivo.
Es evidente que Celta y Alavés no tienen mucho en común, aunque algunos aspectos de su juego sí lo pueden ser. Pero no desde luego en lo grueso, ni mucho menos en el orden defensivo, ya que el sistema defensivo que utilizan ambos entrenadores nada tiene que ver. En definitiva, que el Alavés consiguió que el Celta se pareciese a él, y eso aventuraba un final dramático. Así fue.
De cara a lo que viene por delante, y la primera parada es el estadio Vicente Calderón, el Celta tiene la misión de recuperar sus señas de identidad, de salir a hacer una presión decidida, de volver a retomar la posesión y los ataques verticales con muchos hombres al ataque, con incorporaciones de la segunda línea y los laterales. Un juego veloz, sorprendente, y con pegada arriba. Todo lo que le faltó ante el Alavés, y que solo exhibió durante alguna fase de la segunda parte del partido de ida, cuando pudo dejar enfilada la eliminatoria en caso de estar más acertado cara el gol.
No será fácil el reto en el Vicente Calderón, porque Simeone es otro técnico que tiene la capacidad de convertir los partidos en lo que más le interesa, en lo que quiere el Atlético. Pero el Celta ya ha demostrado que puede ganar en ese estadio, e incluso haciéndolo sin traicionar a sus principios, aunque con unas alegrías ofensivas mucho menos evidentes de lo que nos tiene acostumbrados.
Con el partido del jueves, en la Europa League ante el Shakhtar, a la vuelta de la esquina, la recuperación de la identidad, y de las armas que han llevado al equipo hasta donde está ahora será clave para triunfar y plantarse en los octavos de final.
