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| Foto: EFE |
No pasará a la historia el partido de esta noche en Butarque, pero lo que se recordará serán los tres puntos conseguidos con el Celta, con gran efectividad y sin desgastar a los titulares para el partido de Copa. Poco más se puede pedir. Debutó Lemos en Primera, y lo hizo con un gran gol. En la segunda mitad sentenció Guidetti transformando un penalti cometido sobre Pione Sisto. Lo negativo, la lesión de Rossi, que se retiró en la primera mitad tras un pinchazo en el gemelo.
Muchos cambios en el once de Berizzo, que solo jugó con tres titulares y dio entrada a muchos jugadores poco habituales como Señé o Lemos. De entrada parecía que el Leganés empezaba fuerte, con mayor posesión y buscando una profundidad que nunca logró encontrar. A los 11 minutos tuvo la ocasión más clara con un gol anulado a Insua por clara fuera de juego.
Un error de Sergi Gómez le dio a los 13 minutos la oportunidad a Szymanowski, pero Fontàs corrigió el error. Esta acción ponía fin a los acercamientos del Leganés. A partir del cuarto de hora, el Celta empezó a tener más balón y a encontrarse cómodo en el terreno de juego, incluso sin desarrollar un gran partido.
A los 20 minutos, gran acción de Rossi, con un control orientado dentro del área. Lástima que un resbalón le hizo perder ventaja, pero la maniobra demuestra el futbolista que lleva dentro el italiano. Cinco minutos después fue Sisto quien lo intentó con una gran acción individual culminada con un remate sin consecuencias para Herrerín.
No había mucho fútbol, pero en el minuto 32 Álvaro Lemos regaló un bello gol. Recibió un balón de Señé en el área, se revolvió y chutó con la pierna izquierda ajustado al palo. Gran disparo ante el que nada pudo hacer un sorprendido Herrerín. Era el 0-1, que premiaba la eficacia del Celta en un partido de fútbol bastante ramplón.
La mala noticia llegó a cinco del descanso, cuando Rossi se retiró del terreno de juego por un pinchazo en el gemelo. Entró en su lugar Guidetti, que apenas tuvo tiempo para calentar. Sin mucho más se llegó al descanso, y tras el mismo no cambió mucho la decoración. El Leganés parecía incapaz de generar peligro, y el Celta defendía con comodidad.
Solo se sintió incómodo cuando el Leganés encadenó una serie de faltas laterales o saques de esquina, en las que el equipo vigués siempre sufre. Sergio tuvo luces y sombras, aunque finalmente no hubo ningún error que lamentar, ya que los pepineros no tenían su noche.
En el 66, una espectacular acción individual de Pione Sisto acabó con un penalti transformado por Guidetti, que cerraba totalmente el partido. El Leganés, herido de muerte, fue incapaz de recuperarse, y el Celta vivió un plácido final de partido, en una cancha que, a priori, podría ser complicada por el estado del césped, y el apoyo de la afición local.
En los instantes finales entraron Jonny y Jozabed, y tuvo una clarísima ocasión el Leganés, pero Guerrero falló en boca de gol, con la portería vacía. No era la noche del Leganés. El Celta se lleva tres puntos muy importantes, que le permitirán encarar los dos partidos que vienen a continuación y enfocarse en la oportunidad única que ofrece la Copa del Rey.
