Es evidente que cualquiera de los tres rivales que le podían tocar al Celta podía plantear problemas, como también lo es que tanto en el vestuario del Alavés como en el del Celta querían el mismo emparejamiento. Sobre el papel, los vitorianos y los vigueses eran los rivales más asequibles antes del sorteo, y buena fe de ello da un vídeo subido por Marca, en el que se escucha la reacción del vestuario tras conocer que al Celta le tocaba el Alavés.
La sala de prensa de A Madroa está separada por una pared del vestuario, así que es muy habitual que se cuelen risas, gritos y la música que suena mientras los jugadores se están cambiando y al que le toca ese día comparece ante los medios. En este caso, el grito de entusiasmo es clarísimo en cuanto se conoce el resultado del sorteo. Luego, como siempre, no hay nada hecho sobre el papel. Ahora mismo, los jugadores del Celta y del Alavés creen que han tenido mucha suerte y que están ante una oportunidad única de jugar una final. Pero solo uno de ellos está en lo cierto. Ojalá sean los celestes.
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