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| Foto: M. Moralejo / La Voz de Galicia |
La Voz de Galicia publicaba ayer una fotografía que resume muy bien por qué este Celta B engancha mucho más que otros equipos sin obtener los resultados de años precedentes. Para todos los amantes de la cantera este es un equipo muy especial, que se está aprovechando de una de las generaciones más prolíficas de la historia de A Madroa.
La quinta de 2003, o la quinta de los Hugos, en honor a dos de sus integrantes, está copando el filial. El pasado sábado, como bien recordaba en su publicación La Voz de Galicia, cinco futbolistas nacidos en 2003, y que han ido creciendo juntos en las categorías inferiores del club, fueron titulares, y todos ellos tuvieron, en mayor o menor medida, una importante cuota de protagonismo.
Tincho Conde, Damián Rodríguez, Hugo Sotelo, Hugo Álvarez y Miguel Rodríguez, jugaron de inicio este partido. Todos ellos acumulan un buen número de minutos con el filial, y también han entrado en convocatorias con el primer equipo, salvo en el caso de Damián, que es el único que cuenta con ficha del Celta Gran Peña.
Tincho Conde es un lateral izquierdo, con mucha proyección ofensiva y capacidad para el desborde. El pasado sábado provocó el penalti que suponía el 2-1. Damián Rodríguez es un mediocentro defensivo que fue clave en los esquemas de Giráldez en el juvenil la pasada temporada, además de ejercer como capitán en muchos partidos.
De los Hugos, Álvarez y Sotelo, solo se puede hablar maravillas. Los dos debutaron con el primer equipo de la mano de Coudet cuando estaban en el juvenil. Clase infinita para llevar la manija del equipo. Miguel Rodríguez, en dinámica del primer equipo desde hace dos temporadas, es una de las grandes esperanzas de la cantera celeste. La pasada campaña anotó 11 goles, y en esta ya lleva 3.
Los cinco son futbolistas sobre los que se cimentará el Celta del futuro. A esta generación también se les unen otros jugadores como David de la Iglesia, o Javi Rodríguez, que el pasado miércoles debutó en un amistoso ante el Boavista con el primer equipo.
Futbolistas muy jóvenes, con mucho talento, y el suficiente descaro para adaptarse a una categoría tan complicada como la Primera Federación, en muchos casos recién salidos del juvenil. Pocas veces ha ilusionado tanto el filial como en esta campaña.
