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| Foto: RC Celta |
Con la salvación matemática en el bolsillo, el Celta puede pensar en objetivos más ambiciosos. El primero y más obvio es el de tratar de acabar lo más arriba posible. A nivel económico no es lo mismo quedar octava que duodécimo, ya que parte del reparto de los derechos televisivos dependen precisamente de este aspecto.
Ese hecho basta para que ningún equipo se relaje en las últimas jornadas con la intención de sacar el mayor pellizco, pero además de ese objetivo, ya sin la presión del descenso, el Celta puede ambicionar otras metas, como el regreso a Europa, que parecía perdido tras la derrota en Anoeta, y que ahora se ha reactivado con las dos victorias consecutivas.
Vaya por delante que, al igual que lo era hace unas semanas, es objetivamente muy difícil poder acabar entre los siete primeros, pero no es imposible, y mientras que las matemáticas no digan lo contrario, se puede soñar, porque además es gratis e ilusionante.
La situación actual deja al Celta con 44 puntos, en novena posición, con el Villarreal en séptima posición con 49. Son cinco puntos más, pero los castellonenses tienen un partido menos, el que jugarán mañana ante el Getafe, un equipo que aún tiene pendiente la salvación. Las opciones del Celta pasan por un pinchazo del equipo de Emery, que precisamente será el próximo rival de los celestes. Si se da la premisa del pinchazo, y el Celta logra sorprender al Villarreal en el Estadio de La Cerámica habrá licencia para soñar. Por contra, si el Villarreal gana mañana, las opciones se reducen considerablemente, y además hay que contar con el Granada, que está por delante de los célticos, y está acabando la temporada a gran nivel. Sin ir más lejos, el pasado jueves derrotó al Barcelona en el Campo Nou.
Cuando finalice esta jornada y veamos la puntuación de los equipos será el momento de echar cuentas y ver las opciones reales que existen. Serán seguramente pocas, pero existirán, y la ambición de los jugadores, ya sin ninguna presión, puede servir para contagiar a la afición y hacernos soñar con un final aún más feliz.
