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| Foto: Atlántico Diario |
El Celta asume esta noche (20:45) otro reto con la visita del Real Madrid. El campeón de las dos últimas ediciones de la Champions League viaja a Vigo muy necesitado en la clasificación, alejado del Barcelona, y superado por Valencia y Atlético de Madrid, necesita de forma imperiosa la victoria para arreglar una temporada que, hasta la fecha, está resultando bastante mala, al menos en la competición doméstica.
Pero el Celta tampoco está para regalar los puntos. La necesidad convierte al Madrid en un equipo peligroso, pero también puede transformarse en ansiedad si el equipo celeste es capaz de entrar bien en el partido. La historia reciente nos dice que el Madrid casi siempre gana en Balaídos, y eso es lo que tiene que cambiar Unzué, que ya sabe lo que es ganarle al Madrid sentado en el banquillo celeste.
Además, el técnico navarro tiene a su disposición a toda la plantilla, a excepción de Guidetti, que tiene pie y medio fuera del equipo. El resto de los jugadores están listos. Sin sancionados ni lesionados, una situación idílica que permite al técnico navarro poner en liza el mejor equipo que pueda imaginarse para tratar de hacer daño a un herido Real Madrid.
El equipo estará muy condicionado por el hecho de jugar ante Barcelona y Madrid en apenas tres días. Ante el conjunto catalán descansaron jugadores como Cabral o Pablo Hernández, que cuentan con muchas opciones de ser titulares, y además retiró del terreno de juego muy pronto a Wass y Sisto, otros que estarán seguro esta noche en la foto del once inicial. También regresará Rubén Blanco, el portero que está empleado el entrenador céltico en la competición de la regularidad.
Ganar o al menos puntuar sería un refuerzo anímico muy importante para encarar la segunda vuelta de la competición, aunque antes habrá que terminarla con un partido ante el Levante el próximo domingo. Pero eso será otra historia.
