Charles: "Acepto las disculpas de Rat, lo ocurrido queda dentro del campo"


Foto: Marta G. Brea
Charles, jugador brasileño del Celta, recibió este lunes las disculpas de Rat, después de la agresión el pasado sábado en Vallecas: "Recibí su llamada, arrepentido y preocupado por mi estado. Acepto sus disculpas. Para mí lo ocurrido queda dentro del campo".

Por otro lado, el delantero del conjunto céltico aseguró que este martes "sabré si tengo que operarme o hay suerte y evito pasar por quirófano. Os tendré informados. Gracias por el cariño en este momento", manifestó el futbolista en su cuenta de Twitter. De esta manera, su concurso contra la Real Sociedad, el próximo sábado en Balaídos, es más que dudoso.

EFE



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Precios para el Celta - Real Sociedad


Foto: RCCV
El RC Celta afronta este sábado un importante encuentro ante uno de los conjuntos en mejor forma de la Liga, la Real Sociedad (Balaídos, 16.00 horas). Las entradas para este encuentro, en el que el empuje de la afición celeste volverá a ser determinante, mantienen los precios habituales a lo largo de toda la temporada: entre 15 y 25 euros para Sub-24 y entre 25 y 50 euros para adultos.

El campeonato liguero se acerca a su fin, con los equipos apretando cada vez más para alcanzar sus respectivos objetivos. El del Celta, la permanencia, no está lejos de conseguirse, pero para ello será fundamental la unión de equipo y afición, una comunión que siempre ha servido para sobreponerse a cualquier situación, por imposible que resultara. Los cánticos y el aliento del celtismo en las gradas será clave para conseguir tres valiosos puntos.

 
ENTRADAS
ADULTO
SUB 24
TRIBUNA
50
NO DISPONIBLE
RÍO ALTO
40
25
RÍO BAJO
40
25
PREFERENCIA
35
15
GOL
25
15
MARCADOR
25
15
FONDO
NO DISPONIBLE
NO DISPONIBLE


Las entradas ya están a la venta en la oficina de abonados, donde podrán adquirirse hasta el viernes en horario de 10 a 14 y de 17 a 20 horas o el día del partido en las taquillas del estadio desde las 10 hasta el inicio del encuentro. Los billetes también están disponibles las 24 horas del día en las taquillas online: www.celtavigo.org/taquillaCelta.

Nota de prensa
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Luis Enrique fue menospreciado ayer por De la Morena


Foto: AFP
En El Larguero, programa nocturno de deportes de la Cadena SER, de la pasada madrugada del domingo al lunes su director, José Ramón de la Morena, ha tenido una lamentable mención sobre el entrenador del Celta. Luis Enrique tuvo que escuchar como el de Brunete menospreció su trabajo y trayectoria recordando su relativo fracaso en la Roma. Todo surgió a la hora de comentar como lo está realizando Pizzi en el Valencia en comparación a su anterior entrenador, Unai Emery, ahora en el Sevilla.

En una conversación con Pedro Morata y Cayetano Ros, corresponsales de la cadena de Prisa en Valencia, De la Morena suelta la siguiente sentencia que transcribimos literalmente:

A veces los periodistas tenemos lo que merecemos. Si algo tiene Unai [Emery] es que es educado y asequible con todos los medios de comunicación. Ahora se ha puesto la moda esa de decir [ex-jugadores] 'yo soy entrenador'. Mira Luis Enrique, que está a ver si salva al Celta. Y ya estaban diciendo que sonaba para el Barcelona. Le dieron la Roma sin haber hecho nada, y ahora la Roma es segunda, y con Luis Enrique no entró ni en Europa. Hay entrenadores que se les da una facilidad...que por el hecho de haber sido buenos jugadores, ya tienen que ser fantásticos entrenadores. Pues mire usted como entrenador no sabe hacer la O con un canuto.

Que cada uno saque sus propias conclusiones. A continuación podéis escucharlo vosotros mismos (a partir del minuto 15).



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El Celta se enquista en la falta de gol


Foto: Kiko Huesca
Dos goles en los últimos siete partidos, o lo que es lo mismo, en 630 minutos, es el pobre balance con el que el Celta se ha plantado en el mes de abril. Justo en el último tercio de la Liga, cuando las teorías Darwinianas entran en escena para recordar que solo los más aptos sobreviven, los vigueses se han quedado sin pólvora.
El gol de Nolito ante el Levante y el penalti que el gaditano marcó al Sevilla son todo el botín ofensivo de los célticos desde la jornada 26. Una captura muy pobre que sitúa a los vigueses como el equipo que menos tantos ha celebrado desde el mes de marzo en toda la Primera División.

El de los célticos es, sin duda, un caso atípico, puesto que han sido capaces de exprimir su paupérrimo balance ofensivo al límite para convertir esos dos goles en seis puntos, un éxito al alcance de pocos equipos. Rivales directos como pueden ser el Almería, ha visto cómo en sus últimos siete partidos los 10 goles que anotaba solo se traducían en 4 puntos, mientras que equipos como Osasuna, que salen a punto por gol (cuatro).

Teniendo en cuenta que la salvación se encarece semana tras semana, casi todos los conjuntos, desde el undécimo -Málaga con 38- hasta el colista -Betis con 22- intentan apurar el paso. Por eso resulta sangrante esa falta de definición de los célticos. Y es que hasta los béticos han dado un paso adelante en su ofensiva, marcando 8 goles en sus últimos siete partidos, y cosechando un botín de 8 puntos, la mitad que el Rayo, el equipo más en forma de la mitad baja de la clasificación. Con el triunfo del sábado, los de Jémez firman 12 goles en siete encuentros, y la friolera de 16 puntos, un ritmo que solo el Málaga ha sido capaz de aguantar. Con 12 goles, los de Schuster han sumado 13 puntos desde marzo.

Una historia conocida

Aunque la sensación es que a estas alturas de Liga cada gol vale más, lo cierto es que esa carencia no es algo nuevo para el Celta esta temporada. Desde la quinta jornada, que acabó con el 0-0 ante el Villarreal, hasta la novena, los de Luis Enrique hicieron saltar las alarmas al marcar un solo gol. Tras el empate ante los levantinos perdieron 2-0 en Getafe, 0-1 con el Elche, marcaron un 2-1 sin premio en el Calderón, y perdieron 0-1 frente al Levante. Un gol y un punto en cinco partidos que generaron muchas dudas, y al que los vigueses pusieron coto con la goleada 0-5 sobre el Málaga. En aquel partido Álex, Augusto, Nolito y Charles se sacaron la espina del gol. Ese que, en los últimos tiempos, solo encuentra el gaditano, y que ahora los vigueses necesitan con urgencia.

Lorena García Calvo / La Voz de Galicia
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La maldición madrileña del Celta


Andalucía se ha convertido en un paraíso para el equipo que dirige Luis Enrique. La mayoría de los 36 puntos cosechados este curso se lograron ante conjuntos de esa autonomía. La antítesis del Sur la representa Madrid. Cuatro escuadras representan a la capital española. Es decir, 24 puntos, doce en Balaídos y doce a domicilio, que se dirimen ante dos rivales directos en la lucha por la salvación –Rayo Vallecano y Getafe- y frente a dos potencias del fútbol nacional –Atlético de Madrid y Real Madrid-.

Los cuatro desplazamientos a la comunidad autónoma de Madrid se han saldado con un desenlace amargo. Ni el apoyo de la afición (en la capital está instalada la peña Morriña Celeste) ha ayudado a los hombres de Luis Enrique a salir vivo de los duelos ante Getafe, Rayo, Atlético o Real Madrid. Ante estos dos últimos la derrota era lógica. El Celta dio la cara ante los dos grandes, aunque la falta de acierto en el área contraria impidió la sorpresa. En el Vicente Calderón la derrota fue por la mínima (2-1) mientras que en el Santiago Bernabéu Jesé desatascó el partido para los de Carlo Ancelotti (3-0).

El panorama cambia con los encuentros disputados en Getafe y en Vallecas. El Celta firmó posiblemente dos de sus peores partidos de la presente temporada. En el Coliseum Alfonso Pérez las rotaciones no surtieron efecto y dos acciones a balón parado sirvieron para que los azulones se quedasen con los tres puntos (2-0). El pasado sábado, los celestes tampoco pudieron hacer nada para romper la maldición madrileña. Rochina y Bueno, en dos ocasiones, impidieron al equipo vigués dejar encarrilada la permanencia.

Madrid se demuestra que es territorio vedado para este Celta. En Balaídos el balance tampoco ha sido positivo. El Rayo Vallecano asaltó sin problemas el coliseo vigués en la primera vuelta (0-2), idéntico resultado que logró hace varias semanas un Atlético de Madrid que aprovechó dos errores defensivos de los vigueses. La única ocasión en la que los hombres de Luis Enrique lograron arañar un punto ha sido contra el Getafe, un empate (1-1) ante un conjunto que llegaba a la ciudad olívica en clara dinámica negativa. La inferioridad numérica (los azulones jugaron con uno menos casi toda la segunda parte) no fue suficiente para remontar el tanto inicial de Lafita.

En definitiva, un punto de veintiuno posibles. La antítesis del balance con los equipos andaluces. El Celta puede maquillar este registro en la penúltima jornada. El Real Madrid visita Balaídos. Todo indica que jugándose el título en un pulso histórico con Atlético de Madrid y FC Barcelona. ¿Logrará el equipo de Luis Enrique romper la maldición madrileña?

Carlos I. Castrillón / Faro de Vigo
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Nolito: "Es un partido para olvidar"


"Ellos salieron mejor que nosotros. Los tres goles fueron un poco de mala suerte. El equipo no estuvo a su nivel, pero tampoco jugó mal. Es un partido para olvidar y hay que pensar en el sábado. Si ganamos, nos salvamos y estamos tranquilos. Hay que seguir porque nos quedan seis partidos que son seis finales. Nadie dijo que sería fácil", destacó Manuel Agudo 'Nolito' ayer en el aeropuerto de Peinador.

El Celta, con 36 puntos, está a un paso de la permanencia, pero el futbolista gaditano asume que un exceso de relajación puede complicarles la vida. "No nos podemos dormir. La salvación va a estar en 39 o 40 puntos. El del sábado es un partido muy difícil contra la Real que tenemos que ganar como sea", explicó Nolito, que considera que la irregularidad en los resultados es algo normal en la clase media y baja de la Liga. "Este equipo tiene capacidad para salvarse tranquilamente, pero es muy complicado encadenar dos o tres victorias seguidas. Exceptuando a los tres primeros y al Sevilla, que consiguió seis triunfos, el resto tiene resultados irregulares", explicó.

Por último, Nolito destacó la importancia de los duelos ante rivales directos que le esperan al Celta. "Nos quedan tres partidos contra rivales directos: Almería, Valladolid y Osasuna. Tenemos que intentar salvarnos lo antes posible para disfrutar los últimos partidos tranquilos", señaló.

Antes, no obstante, toca enfrentarse a la Real Sociedad, partido que Yoel espera ansioso. "Lo afrontamos con ganas, esperando que llegue ya. Cuando hay una derrota, se espera que llegue pronto el siguiente partido", explica el guardameta vigués, que considera que la goleada del Rayo fue excesiva para los méritos de unos y otros: "Ellos tuvieron un poco más de suerte y aprovecharon sus ocasiones, pero el resultado es demasiado abultado. La primera parte estuvo mucho más disputada y en la segunda, a partir de la expulsión, nosotros tuvimos el balón".

Por su parte, Jonny Castro reconoció que al Celta le faltó intensdiad en Vallecas. "Ellos fueron un pelín más intensos que nosotros e incluso se vio cuando jugaron con uno menos. Cuando expulsaron a Rat, estuvieron más intensos que nosotros y no pudimos meter ningún gol", explicó el lateral vigués, que igual que su compañero Yoel cree que el 3-0 fue excesivo. "El resultado ha sido un poco abultado. En la primera parte el partido estuvo igualado y lo más justo habría sido el empate. Después, metieron rápido el segundo y nos dejaron tocados", indicó.

Borja Barreira / Atlántico Diario
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Cinco puntos de ventaja para las últimas seis jornadas


Foto: LFP
La 32ª jornada del Campeonato Nacional de Liga ha dejado al Celta en una situación, aunque todavía holgada, un tanto más complicada que hace siete días, tras la victoria ante el Sevilla en Balaídos. El Celta pierde un punto de renta, pasando a tener cinco puntos de ventaja con respecto al equipo que marca el descenso, que no es otro que el Getafe, que ha vuelto a los puestos marcados en rojo tras su derrota postrera en Elche. Precisamente los ilicitanos son uno de los grandes beneficiados de la jornada gracias a ese gol, que le deja con 4 puntos de renta sobre el propio Getafe. 

Varios equipos han dado pasos importantes esta semana para el objetivo de la salvación. El  que mejor está situado en este momento es el Málaga, que con sus 38 puntos ve la permanencia mucho más cerca. También el Rayo, que mantiene su buen momento de forma y supera al Celta por el goal-average particular. Paco Jémez dijo tras el partido que su objetivo era acabar entre los 10 primeros. También para Osasuna ha sido una jornada positiva, luego de ganar en Almería y salir del descenso. 

El Real Valladolid, por su parte, empató en casa ante el Valencia, lo que le permite abandonar los puestos de descenso ya que tiene ganado el goal-average al Getafe. Probablemente el gran damnificado de la semana, amén del Almería, ha sido el Granada. Los de Alcaraz, que hace unas semanas estaban muy tranquilos, cayeron goleados en Málaga y tienen el descenso a tan solo tres puntos. Mención aparte merece el Betis, que fue derrotado por el Barcelona en el Camp Nou y está prácticamente descendido. A 9 puntos de la  permanencia y con la obligación de ganar todos los partidos de aquí a final de temporada para sumar 40 puntos, que no garantizan la permanencia. Objetivamente, está descendido. 

11 Málaga 38 
12 Rayo 36
13 CELTA 36
14 Elche 35
15 Granada 34
16 Osasuna 33
17 Valladolid 31
18 Getafe 31
19 Almería 30 
20 Betis 22


Próxima jornada 

¿Y en la próxima jornada qué? Pues otra jornada apasionante en la lucha por la permanencia. La jornada se abre el domingo con un tremendo duelo entre Osasuna y Valladolid, donde los rojillos pueden dar un paso de gigante hacia la permamencia. Su victoria le permitiría alcanzar al Celta, pero dejaría al Valladolid a una distancia más que interesante. El siguiente partido es el del Celta ante la Real Sociedad, con mucho en juego para los celestes. 

La jornada de sábado aún tendrá dos partidos con equipos implicados en el descenso. El Granada recibe al Barcelona a las ocho de la tarde, y a las diez un Madrid - Almería. Dos partidos complicados para estos equipos, que se supone que no rascarán nada positivo en sus duelos. Ya el domingo, el Betis puede firmar su sentencia definitiva ante el Sevilla. Los andaluces tienen que ganar todos sus partidos y esperar, todo lo que no sea sumar de tres en tres les condena efectivamente. Aún habrá tres partidos más con equipos implicados en la lucha: El Elche visita al Valencia, el Getafe recibe al Atlético y el Rayo jugará en Cornellá ante el Espanyol. La jornada se cierra el lunes con la visita del Málaga a San Mamés, aunque los de Schuster tienen una ventaja muy importante y parece que no sufrirán en exceso en la recta final de la liga. 

En definitiva, una jornada que puede ser muy buena para el Celta si logra derrotar a la Real Sociedad. Sería un paso casi definitivo. Sus rivales, los que están metidos en zona peligrosa, tienen partidos ante rivales muy complicados y se supone que no sumarán. Por tanto, es una ocasión única para tomar una ventaja que podría ser casi definitiva. 

Vie 21:00 OSASUNA - VALLADOLID
Sáb 16:00 CELTA - REAL SOCIEDAD
Sáb 20:00 GRANADA - BARCELONA
Sáb 22:00 MADRID - ALMERÍA
Dom 12:00 BETIS - SEVILLA
Dom 17:00 VALENCIA - ELCHE
Dom 19:00 GETAFE - ATLÉTICO 
Dom 21:00 ESPANYOL - RAYO
Lun 22:00 ATHLETIC -  MÁLAGA
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Tertulia de El Fútbol es Celeste (Rayo - Celta)



El Celta no dio la talla en Vallecas y recibió un duro varapalo contra un rival directo en la lucha por la permanencia. El planteamiento de Luis Enrique, la posible falta de intensidad, la aportación de Bermejo y el comportamiento de la afición son algunos de los temas que debatimos con Marcos L. Bacariza, administrador de moiceleste.com; Javier Encisa "JES", presidente de siareiros.net, y David Penela, portavoz de Comando Celta.
Como siempre en streaming justo aquí debajo, podéis descargarlo en Ivoox | El Fútbol es Celeste y suscribiros en iTunes | El Fútbol es Celeste o a través de Android con Google Listen | El Fútbol es Celeste.

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El equipo que hace feliz a Paco Jémez


Foto: EFE
Paco Jémez sería feliz si cada semana tuviese que enfrentarse al Celta. Nadie le entra al trapo de manera tan desmedida. El Rayo Vallecano, para lo bueno y para lo malo, es el equipo más transparente de Primera División. Vive entre el hermoso romanticismo de mantenerse siempre fiel a una idea independientemente de cuál sera el rival y el suicidio absurdo al que a veces le conduce esa conducta. Sus rivales saben perfectamente cómo va a comportarse y son conscientes de que en su afán ofensivo suele estar su perdición. Salvo el Celta. Luis Enrique en los dos partidos contra los vallecanos de esta temporada envió al equipo a jugar la clase de partido que mejor se adapta a la idea de Paco Jémez. Intercambio de golpes, intensidad, presión, llegadas constantes al área y muchos metros para que el Rayo pudiese correr. Lo hizo en Balaídos y también ayer en Vallecas. Ambos acabaron con derrota del Celta, la prueba de que ayer tal vez Luis Enrique tenía que haber frenado un punto su ansia y haber jugueteado con la locura del rival y el hecho de que precisamente para ellos el partido era mucho más determinante. Pero optó por conducir el partido a un escenario más alocado, justo lo que prefería su colega de profesión.

el medio desprotegido
Luis Enrique repitió la fórmula -utilizada casi siempre en casa- de situar a Krohn como pivote defensivo. Una idea de por dónde iban los tiros. Rafinha y Augusto le acompañaban en esa línea. Ese planteamiento obliga a extremar la colocación y la solidaridad de los que primero tienen que replegar. Fallaron ambas cosas. Convencidos de que el partido se instalaría en un permanente intercambio del golpes los futbolistas se preocuparon mucho por correr hacia la portería rival y muy poco hacia la propia. El resultado fue el abandono de Krohn, que se las vio y deseó para abarcar todo el campo que requería la situación ante futbolistas con talento para dar un pase en largo o jugarse un uno contra uno. Eso facilitó que con el paso del tiempo los ataques del Rayo tuviesen cada vez peor aspecto.

Unos carteros
Otro de los grandes problemas del Celta en ataque fue el abuso de la conducción que realizaron muchos de sus futbolistas. Muy sangrantes los casos de Rafinha -a quien se nota que aún no ha alcanzado el nivel físico de hace unas semanas- y de Augusto convertidos en "carteros" que parecían querer entregar el balón en mano a sus compañeros. Eso complicó la capacidad de sorpresa y facilitó el trabajo defensivo del Rayo. De poco le servía al Celta acumular gente en ataque si el balón pocas veces les llegaba con rapidez y en situación de ventaja. No es de extrañar que Nolito y Orellana -penalizado otra vez por ocupar la banda derecha-apenas tuvieran capacidad de desborde. Casi siempre se encontraban a la defensa rival perfectamente colocada, algo de lo que el Celta no podía presumir precisamente. Los boquetes se iban agrandando y era más complicado taponarlos.

el infortunio
De todos modos, este partido también hay que valorarlo en función del momento y del modo en que el Rayo consiguió hacerle daño al Celta porque sus goles siempre llegaron en jugadas en las que la fortuna no estuvo precisamente del lado de los vigueses. El primer gol nace en un resbalón de Hugo que deja abierto el pasillo en su lateral para que entre Falque, cuyo centro coge una parábola extraña tras ser desviado por Rafinha y finalmente Iñigo López desvía a gol el disparo de Rochina. El segundo gol es una tragada de Yoel -otra veces responsable de buenas noticias- y ahí se murieron las opciones del Celta que a partir de ese momento hizo un intento por salvar la cara que solo sirvió para acumular más decepciones y llevarse algún porrazo incomprensible como le sucedió a Charles al que le partieron la nariz en una acción intolerable de Rat.

los cambios
Tampoco encontró Luis Enrique en el banquillo la opción de cambiar el partido. Cuando en el descanso optó por devolver más solidez al medio con Alex López por uno de los tres puntas llegó el segundo gol que dejó el partido muy desnivelado. No dio tiempo a comprobar la efectividad del movimiento del entrenador del Celta. Son las cosas que suceden en Vallecas donde nunca se puede esperar un golpe de suerte. La poca que tenía reservada la historia se agotó el día que marcó Cellerino.

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Krohn-Dehli, el tuerto en el reino de los ciegos


Foto: Eduardo Candel 
Tan malo fue el partido del Celta que elegir al mejor jugador del encuentro es casi misión imposible. Pero en un choque cargado de errores y sentenciado a media hora del final no está de más destacar el trabajo de Krohn-Dehli. El danés está a las duras y a las maduras. Es una garantía de esfuerzo y tesón, más allá de lo acertado que pueda estar.

En la primera parte, Krohn fue prácticamente el único jugador del Celta que tuvo algo de criterio con el balón en los pies y, además, probó a un Rubén casi inédito en los cuarenta y cinco minutos iniciales. Tras el paso por vestuarios, el danés perdió demasiados balones –uno en el origen de la acción del 2-0–, pero nunca dejó de ofrecerse a sus compañeros y volvió a probar al guardameta del Rayo Vallecano en varias ocasiones. En cualquier caso, el de ayer no fue ni de lejos su mejor partido con el Celta. Sólo fue el tuerto en el reino de los ciegos. 

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Día mundial de la falta de inspiración


Foto: Atlántico Diario
El equipo vigués acumuló pérdidas y errores, individuales y colectivos, ante un Rayo que sólo pasó apuros cuando se quedó con diez jugadores por la expulsión de Razvan Rat. Para entonces, el resultado era ya 3-0 y la remontada, imposible.

Orellana por Álex López
Luis Enrique introdujo un solo cambio en el once, en cuanto a nombres, con respecto al que se enfrentó al Sevilla en la jornada anterior. Orellana entró en lugar de Álex López y ocupó la derecha del ataque, mientras que Rafinha, que había actuado más adelantado ante los andaluces, retrasó su posición al centro del campo.

Ataque de ida y vuelta
El técnico celeste previó que el partido contra el Rayo podía ser de ida y vuelta y así fue en los primeros minutos. Tanto el Celta como los madrileños buscaron la portería contraria desde el pitido inicial, aunque siempre con ventaja para las defensas.

Pérdidas
Celta y Rayo compitieron en perder el balón en zonas comprometidas, pero mientras los locales aprovecharon alguna, los vigueses no fueron capaces de hacer daño con los regalos del rival. En el minuto 18, Charles robó el balón al guardameta Rubén dentro del área, pero después no supo qué hacer con él.

Despiste defensivo
El encuentro estuvo igualado hasta el minuto 25, cuando un despiste defensivo del Celta permitió al Rayo abrir el marcador. Bueno abrió el balón a la izquierda, hacia Iago Falque, y la zaga céltica se descolocó. El centro del vigués al segundo palo lo remató de primera Rochina y la pelota entró en la portería tras tocar en Íñigo López.

Álex López por Orellana
Tras el primer gol, el Celta desapareció del campo y Luis Enrique trató de recomponer la situación en el descanso. Álex López entró por Orellana para tratar de fortalecer un centro del campo en el que sólo Krohn-Dehli actuaba con solvencia, ya que Augusto no tuvo su encuentro más afortunado y Rafinha se excedió en la conducción.

Error de Yoel
El Celta pareció salir más entonado al comienzo de la segunda parte, pero el segundo gol del Rayo acabó con sus esperanzas de remontar. La jugada comenzó con una pérdida de Krohn-Dehli en el centro del campo de la que se aprovechó Bueno que al llegar al área, muy escorado, sacó un disparo que parecía sencillo para el portero, pero Yoel falló y el balón se coló por debajo del cuerpo.

Falta de intensidad
Los vigueses pagaron su falta de intensidad en un partido que la requería a raudales. La acción del tercer gol fue un buen ejemplo de la desidia de algunos jugadores celestes. Trashorras sacó una falta y el rechace llegó a Álex López en la frontal del área, pero el ex céltico llegó a tiempo de robarle la pelota y disparar a puerta, aunque Bueno desvió el lanzamiento cerca del área pequeña y se apuntó el tanto.

Expulsión y falta de gol
El choque ya estaba sentenciado, pero la expulsión de Razvan Rat por una agresión a Charles, en el minuto 63, daba alguna opción al Celta. Al menos, de recortar diferencias. Sin embargo, los vigueses siguieron demostrando que ayer no era su día y, aunque encerraron al Rayo y dispararon a puerta en numerosas ocasiones, fueron incapaces de batir a Rubén. La permanencia debe esperar. 

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Rat emula a Tassotti 20 años después


El Mundial de 1994 persigue a Luis Enrique. El asturiano, entonces jugador del Real Madrid, sufrió en aquel verano una brutal agresión por parte de Tassotti, defensa italiano, en los cuartos de final de la Copa del Mundo. La imagen del centrocampista sangrando y llorando de impotencia le ha perseguido desde entonces, hasta el punto de haber pedido públicamente no volver a ser portada de ningún periódico por esa fotografía.

Pero hay situaciones en las que resulta imposible no recordar aquel momento. La noche del sábado, durante el Rayo - Celta, Luis Enrique vio desde el banquillo como un jugador suyo sufría lo que le pasó a él hace veinte años.

En un contragolpe, Charles pasó el esférico hacia un compañero. Al caer, le recriminó algo al lateral local. Con la acción ya en el otro costado, ambos avanzaron unos metros hasta que el rumano le propinó un codazo y le rompió la nariz.

La gran diferencia reside en que el colegiado sí lo vio, y el defensor del Rayo fue expulsado. En la rueda de prensa, Luis Enrique se empeñó en restarle importancia. "Los jugadores no quieren hacerse daño", "el fútbol es un deporte de contacto" y "hay que ayudarse, no pasa nada" fue todo lo que dijo al respecto.

A buen seguro que al entrenador asturiano se le pasó por la cabeza aquel desagradable momento acontecido veinte años atrás. Una situación que, por algún motivo, parece perseguirle pese al empeño del ahora técnico del Celta de Vigo en que caiga en el olvido.

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Charles: "Espero evitar una operación"


Foto: LOF
Charles Dias, delantero brasileño del Celta, sufrió ante el Rayo Vallecano una fractura desplazada de los huesos propios de la nariz que fue reducida por el doctor Juan Cota y antes de ser sometido a un TAC el lunes, es optimista y espera «evitar una operación». El lateral izquierdo rumano del Rayo, Razvan Rat, agredió a Charles con un cabezazo que le fracturó la nariz y provocó que fuese sustituido a los 68 minutos en la derrota del Celta.

Charles contó el dolor que aguantó para la colocación del tabique y apura ahora las opciones de evitar pasar por el quirófano. «Nada más recibir el golpe supe que me había lesionado», reconoció. «Nunca había tenido una lesión así y el dolor cuando el doctor me lo colocó fue enorme. Lo tuvo que hacer dos veces. La primera en el campo pero no estaba bien y cuando llegué al vestuario me dijo, aguanta que va a ser un segundo, perdona pero tengo que hacerlo, y lo pasé mal pero sentí el sonido de cómo se colocaba».

Charles no entiende que se le pasó por la cabeza a Rat para asestarle un cabezazo y prefiere olvidar la acción: «Prefiero no hablar de la jugada. No sé lo que se le pasó por la cabeza, pero te aseguro que no esperaba que me lanzase un cabezazo y por eso no pude evitar el impacto».

Los servicios médicos del Celta realizarán mañana un TAC a Charles que dictaminará si debe pasar por quirófano o lo evita. El delantero es optimista y confía en poder jugar con una máscara el próximo sábado ante la Real Sociedad.

«Sé que tengo la nariz rota pero hasta mañana no tendré la certeza de me tienen que operar o puedo evitarlo. Soy positivo y espero evitar una operación. Hoy me levanté bien, sangraba un poco pero me ha dicho el doctor que es normal que lo haga durante dos o tres días. Quiero ser optimista. Espero poder estar el sábado contra la Real Sociedad», concluyó.

EFE
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Álex López sufre una lesión muscular en su gemelo izquierdo


Foto: Eduardo Candel
Las malas noticias no suelen llegar solas. A la ya conocida lesión de Charles, que sufre una fractura desplazada de los huesos propios de la nariz y es duda para el encuentro que disputará el Celta el próximo sábado en Balaídos ante la Real Sociedad, se ha unido Álex López, quien sufre una lesión muscular en su gemelo izquierdo, y al igual que Charles, es duda para este partido. 

Los servicios médicos del Celta realizarán mañana al futbolista ferrolano una ecografía para conocer con mayor precisión el alcance de la dolencia. El ferrolano fue suplente en Vallecas y saltó al campo en la segunda mitad, concluyendo el partido a pesar de sus molestias físicas. Incluso, ya en el descuento, protagonizó una de las mejores ocasiones del Celta con un disparo desde la frontal del área, finalmente repelido por la zaga vallecana. 
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La Otra Crónica: balón desastre


Foto: Pablo García
Campo maldito, derrota segura. Eso pensaban muchos a la hora señalada en Vallecas, lugar en el que el Celta se jugaba la tranquilidad en una temporada que, sin duda, hay que calificar de irregular. Y es que no le coge el punto ya desde los años noventa el Celta a este Rayo que parece que todo lo puede en su vetusto pero caliente estadio. Ni los más de quinientos celtistas repartidos en el viejo barrio madrileño pudieron erguir a su equipo en una noche a la que el calificativo 'nefasta' se le queda muy corto.

Arriesgaba el Lucho, fiel a su estilo durante la temporada, situando una vez más a Krohn-Dehli en el pivote defensivo. Pero esta vez ese riesgo sí era patente. Porque lejos de jugar a la vera de Balaídos, en ese campo ancho y de césped cortito hecho para el dominio local, los del técnico asturiano se enfrentaban a un campo pequeño y acostumbrado a la presión. No era la mejor idea ante un Rayo que Paco Jémez madura cada vez más alejándolo de la inocencia ofensiva de sus peores momentos. Quizá la opción acertada no era dominar, sino esperar.

No esperó el Celta y quizá desde ahí comenzó a cavarse su propia tumba. Quiso llevar la iniciativa y de hecho lo hizo, pero con resultados inertes y pobres de cara a la portería rival. Mucha conducción, mucho pase lateral y pocas intenciones hacia el arco local. El Rayo, por contra, mucho más práctico. Sabedores de los defectos del Celta, buscaron la lucha en el juego aéreo y la intensidad por momentos desmedida. La poca protección que tenían Krohn-Dehli en el centro del campo fue la grieta que los vallecanos dinamitaron sin dudarlo ni un momento.

Iago Falque, acostumbrado a complicar al equipo de su ciudad, hizo prácticamente lo que quiso en la primera parte con un Hugo Mallo que no recibía las ayudas habituales de un Orellana perdido en la banda derecha. Por ahí, y por la superioridad cabeceadora de Larrivey ante Fontàs, comenzó a construir el plácido triunfo el Rayo. El Celta seguía teniendo el balón y descontando una ocasión clara a balón parado que no pudo finalizar bien Iñigo López, la peligrosidad celeste se medía con el termómetro empapado en frialdad. A los madrileños les llegó con asustar y aprovechar una cadena de despropósitos para adelantarse. Sin haber hecho mucho ruido, pero mordiendo a las primeras de cambio.

El 1-0 se posó como una losa inamovible en las espaldas de un Celta que quería pero no podía. Es difícil afirmar que los vigueses hicieron un mal partido en lo que se refiere a su estilo y al movimiento de la pelota. Simplemente no era el día, el escenario ni el rival adecuado para jugar de esa forma. Trashorras se hizo con el mando y Rafinha lo intentó. No era su día, como tampoco el de Yoel. Primer fallo achacable a su responsabilidad total en lo que va de temporada que supuso el 2-0 y la mutilación definitiva de las esperanzas célticas en el partido. El guion poco cambió de una mitad a otra: el Celta moviendo el balón e intentándolo y el Rayo a lo suyo. Intensidad, juego directo y buen criterio con el balón en los pies. Se les puso tan de cara el partido que hasta Jémez se permitió hacer cambios defensivos cuando llegó el definitivo 3-0.

Lo intentó Nolito con insistencia y también con infortunio, superado por la defensa rayista e incluso por un árbitro que barrió para casa y le amonestó por un penalti de libro. Poco habría cambiado ya que el Celta había sido derrotado de forma clara y justa. El equipo adolece en el último mes no ya de falta de gol, sino de falta de peligro. Charles, agredido vergonzosamente por el expulsado Rat, apenas pudo hacer más que pelearse con todo el mundo. Juego que ni le conviene a él ni le conviene a un Celta que se vuelve a meter en la zona peligrosa tras la oportunidad clara de finiquitar la permanencia. Tocará seguir remando, pero cada vez con menos jornadas y con más igualdad.

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El Celta B cae tras encajar dos goles en el descuento


Foto: Jesús de Arcos
Thaylor adelantó a los célticos, que encajaron en los minutos 92 y 94. Durísimo varapalo para el Celta B, que en el descuento ganaba, de forma merecida, un partido clave. El Celta B, empujado por una afición magnífica, se adelantó por medio de Thaylor, pero en los minutos 92 y 94 encajó sendos goles a balón parado para sufrir una derrota de máxima crueldad.

Buen arranque de un Celta B que dejó claro desde el inicio que sólo le valía la victoria. Buenas llegadas ante un rival que no podía apenas combinar por la gran presión de los locales, que pusieron una enorme intensidad. A los 9 minutos, el Sorting B mostró sus bazas: Veloz contragolpe con pase final hacia y Álex García, quien erró en boca de gol.

La jugada, clara, retrajo un tanto a los vigueses, más agarrotados por la responsabilidad. Las ocasiones desaparecieron en esa fase del choque, más igualado y anclado en el centro del campo. A los 20 minutos, Antón lanzó desde lejos, pero atrapó bien el meta rival. El filial había recuperado el control. 

A los 23 min8utos, Yelko recogió un rechace en el área pequeña, pero su lanzamiento, a bocajarro, lo tapó Ayala. Gran ocasión para los célticos, que volvían a apretar arriba. Y cuando mejor estaban. nueva contra del Sporting. Esta vez Rubén desvió de manera magistral el remate, en el mano a mano, de Álex García.

Tras el descanso, Ayala desvió con apuros un buen lanzamiento de Antón. Y un minutos después, en el 2 de las segunda mitad, Thaylor aprovechó un rechace del meta tras disparo de Borja Iglesias para marcar. El filial tomaba ventaja en los primeros instantes.

Y pudo aumentarla poco después, a los 11 minutos con un penalti cometido sobre Borja Iglesias. Ayala detuvo el lanzamiento desde los once metros del delantero santiagués.

El Sporting B, que seguía de esta manera en el partido, dio un paso adelante en busca del empate ante un Celta B que defendía con orden su valiosa ventaja. Rubén salvó, de nuevo de manera prodigiosa, un remate a bocajarro de Bustos a los 35 minutos de juego. El rival apretaba, el filial celeste sufría, aiunque a los 38 minutos una gran contra pudo sentenciar el partido, pero la vaselina de Samuel salió ligeramente elevada. Como un remate de Borja Iglesias ante Ayala un instante después. Dos grandes ocasiones para cerrar el partido.

Y la desgracia llegó en el descuento. A los 92 minutos, saque de esquina, varios rechaces y Rachid remata a la red. Varapalo tremendo, que aún se agudizó dos minutos después, en el 94: Falta que lanza Álex Menéndez y nuevo gol del rival. Dolorosa derrota.

Ficha técnica

Celta B: Rubén, Soto, Goldar, David Costas, Samuel, Borja Domínguez, Borja Fernández (Marcos Torres, min.74), Yelko Pino (Javi Rey, min.85), Antón, Thaylor (Añón, min.82) y Borja Iglesias

Sporting de Gijón B: Ayala, Benito, Erencia, Alain, Álex Menéndez, Alberto, Zambrano (Adma Toure, min.74), Guillermo (Guillermo, min.46) Rachid, Mera y Álex García, Alain (Castro, min.73)

Goles: 1-0, min.47: Thaylor; 1-1, min.92: Rachid; 1-2, min.94: Álex Menéndez

Árbitro: Escudero Marín, del comité castellano manchego. Expulsó a Davod Costas (min.94) y amonestó a Borja Fernández, Erencia y Mera

Campo: Barreiro, unos 1.500 espectadores

Crónica: Celtavigo.net

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Un Celta sin alma en Vallecas


Foto: Pablo García 
Como a cámara lenta, el Celta se encontró con una derrota de las que duele. Porque hasta el momento los reveses abultados en el caso de los vigueses se reservaban ante los grandes. Sin embargo, ayer un Rayo Vallecano que exhibió más definición y claridad de ideas, y sobre todo más ambición, hizo que los celestes perdiesen la que Luis Enrique había calificado como la primera final de la temporada. Quizás el 3-0 fue excesivo, pero puede que sirva de alerta para lo que se avecina.

el once
El equipo de gala
Luis Enrique no alteró mucho el guion que la lógica imponía, y se limitó a cambiar únicamente a Fabián Orellana respecto al equipo de inicio de la semana pasada. El chileno suplió a Álex López, pero su aportación en los 45 minutos que estuvo en el césped pasó desapercibida. El Orellana incisivo, veloz y letal de hace un par de meses se ha perdido por el camino, quizás al tiempo que sus posibilidades de acudir con su selección al Mundial. Como ya sucedió ante el Sevilla en Balaídos, Krohn-Dehli fue el elegido para el pivote, con Augusto y Rafinha como escuderos.

Actitud
La chispa se quedó fuera
El Celta se dejó en el banquillo la chispa y la actitud combativa hasta la médula que se supone a un equipo que puede dejar casi sellada la permanencia. Como si la tradición del estadio de Vallecas pesase sobre los célticos, nada más salir al estadio el equipo de Luis Enrique echó de menos más alma y ambición, un punto más de chispa y la alegría que su fútbol transmitía en otros momentos de la campaña. Es cierto que el marcador no ayudó, pero la sensación que exportaron los celestes no resultó, ni mucho menos, la esperada.

Planteamiento
Presión y fútbol práctico
El Celta prefirió dejar a un lado las actitudes contemplativas en lo que a fútbol se refiere, y decidió intentar atar el balón a sus pies. Pero desde el minuto uno la fuerte presión que ejercieron los madrileños le complicó la tarea, sobre todo, porque los celestes también intentaban ahogar la salida de balón del rival lo más lejos posible de la portería de Yoel. El fruto de las batallas tácticas fue un partido que desde el minuto uno parecía roto, aunque el Celta fue mejorando a medida que el cronómetro avanzaba. El marcador, sin embargo, fue el que se encargó de variar el panorama. Solo en el tramo final del partido, con el Celta con uno más, y achuchando, se vio al equipo más vigoroso y ofensivo.

La defensa
Errores muy caros
El primer desajuste defensivo del Celta se tradujo en un gol del Rayo que Íñigo López ayudó a colar en la portería. Fue un mazazo para los vigueses, que hasta el momento habían visto cómo Trashorras y compañía no encontraban la fórmula para rebasar su defensa. Los laterales, a los que Rochina y Iago Falque apremiaron, no pudieron mostrar su faceta más ofensiva, como buscan habitualmente, y eso se notó en el balance de ataque de los vigueses.

El ataque
Sin gol ni velocidad
Ante el Sevilla, en una oda al fútbol romo, tuvo que ser un penalti el que decantase el marcador a favor de los vigueses. Ayer, sin pena máxima de por medio, y con el marcador en contra, no hubo posibilidad ni de remontada ni de maquillar el resultado. Los celestes se pelearon con el gol. Superada la línea de tres cuartos, el equipo de Luis Enrique parece encontrarse un muro infranqueable, unas veces por los designios de la fortuna, y otras por el fútbol preciosista en el que se empeña el equipo. El gusto por los recortes, los pases imposibles, y por llegar con el balón jugado hasta el área pequeña convierte en una odisea franquear la portería rival. Los célticos piden a gritos más verticalidad, pero su fútbol se empeña en lo contrario. Ayer ni con las numerosas llegadas que tuvieron al quedarse el Rayo con uno menos, fue posible celebrar un gol. El balón parado y los contragolpes siguen siendo terreno vedado.

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Un faro en la tormenta


Foto: LOF
Después de cierto tibueos, algunas críticas por aparente exceso de peso y una buena dosis de infortunio traducida en balones al palo, el atacante andaluz está justificando de modo concluyente que el Celta no se equivocó con su fichaje el pasado verano. En un partido que se puso muy cuesta arriba, el andaluz fue un faro en la tormenta. Canalizó todo el juego de ataque de los celestes y fue el único que puso cordura a la hora de buscar el portal de Rubén. No vio recompensado su esfuerzo porque el colectivo no le acompañó y tampoco lo hizo el árbitro, que lo amonestó con tarjeta amarilla después de sufrir un penalti de Arbilla en una de sus múltiples internadas en el área rival.

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Miedos e incertezas


Foto: LOF
Las últimas semanas del Celta están siendo un constante tira y afloja en el que las emociones varían en función de los resultados que logra el equipo celeste. Tras la derrota en el Camp Nou no eran pocos los que veían complicaciones de cara al final de la liga. La inminente visita del Sevilla, que había logrado seis triunfos de forma consecutiva, el último de ellos ante el Real Madrid, hacía temblar al celtismo pensando en lo que podría suceder en caso de claudicar ante los de Emery. 

Ganó el Celta, en un partido en el que mostró carencias ofensivas pero supo aprovechar el penalty señalado por Martínez Munuera para llevarse el gato al agua. Entonces todo cambió. La euforia provocada por la victoria hizo pensar a gran parte del celtismo que ya estaba hecho, que la permanencia era solo cuestión de tiempo. Incluso Mouriño, en un alarde de escasa prudencia, aseguró que ya piensan "hace tiempo" en la próxima temporada, añadiendo que la continuidad del Celta en Primera era casi un hecho. 

Sin embargo, el destino ha dado una nueva vuelta de tuerca. El Celta cayó claramente en Vallecas, ganó Osasuna, que se pone a tres puntos, y el Málaga acaba de adelantar a los de Luis Enrique tras golear al Granada. De repente vuelven los miedos, las incertezas y los temores. El termómetro del celtismo está loco. Tan pronto aspiramos a Europa como somos carne de Segunda División. Todo ello, en cierto modo, provocado por un equipo que ha mostrado una irregularidad sorprendente en las últimas semanas. 

Pero, ¿hay motivos realmente para tener estos miedos a estas alturas?. Si hablamos de tendencias es evidente que sí. El Celta ha mostrado en los últimos encuentros una alarmante falta de pegada, pero incluso más que eso: Le cuesta incluso generar ocasiones de gol. Esto se ha manifestado especialmente cuando ha tenido superioridad numérica, algo que ha sucedido tres veces en las últimas semanas. Getafe, Málaga y Rayo Vallecano. Y ante todos esos equipos no ha sido capaz de hacer valer esa ventaja en el marcador. Ante el Getafe logró, al menos, igualar el marcador, y pudo darle la vuelta si el habitual palo de Nolito fuese gol, pero ante Málaga y Rayo mostró una tremenda impotencia, siendo incapaz de genera tan siquiera peligro. 

Otro motivo para el temor son esas dos últimas jornadas ante Real Madrid y Valencia, unido a la mejoría de los equipos de abajo. Sin embargo, el Valencia está flojo, apenas tiene cuatro puntos más que el Celta, y ya se le ganó en Balaídos. Y eso es a lo que hay que agarrarse. Cuatro puntos pueden ser suficientes, y quedan 18 por disputarse. Cierto que el Celta debe mejorar muchas cosas de cara a la próxima temporada, pero lo cosechado hasta ahora es el principal dato al que tenemos que agarrarnos. En 32 jornadas se han logrado 36 puntos. Falta simplemente rematarlo. La paciencia y la confianza debe ser el mejor aliado del Celta y del celtismo. El sábado hay otra final ante una Real Sociedad muy alejada de sus objetivos y con poco que perder en la clasificación. Es un buen día para rematar la permanencia y sería muy bueno que los miedos e incertezas, tal vez lógicos, no se contagien al equipo. 
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El celtismo anima hasta el final pese a la derrota


Foto: LOF
Excelente comportamiento de los aficionados célticos que se desplazaron a Vallecas, uno de los estadios en los que el Celta presenta peor bagaje como visitante. No desmayaron nunca en su apoyo pese al doloroso marcador e incluso con el 3-0, cuando ya puntuar se había convertido en un objetivo imposible, siguieron animando a los jugadores de Luis Enrique con sus cánticos.

Al cierre de esta edición no se habían producido incidentes o al menos no se tenía noticia de ellos. Varios hinchas gallegos señalaron en las redes sociales que efectivos de la policía se incautaron de banderas nacionalistas porque entendían que podían incitar a la violencia. También confiscaron alguno de los bombos y emplazaron a los que quisieran recuperar estos objetos a que acudiesen a comisaría a por ellos.

La fiesta céltica, aunque frustrada a la postre, comenzó durante el día en la sede de la peña Morriña Celeste. Otro colectivo capitalino, la Peña Celtista de Madrid, nombró socio de honor a Abel Caballero. El alcalde acudió a una comida en la que también estuvo el cantante Alberto Comesaña.

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Penúltima final en Barreiro


Foto: Jorge Landín 
Dos derrotas consecutivas, cuatro partidos sin ganar, una victoria en doce jornadas... Son los números del Celta B antes del encuentro con el Sporting de Gijón B esta tarde en Barreiro. Poco a poco, el filial celeste ha ido cayendo en la clasificación hasta colocarse en el penúltimo puesto, a dos puntos de la promoción para la permanencia y a tres de la salvación directa.

David de Dios creyó dar con la tecla el pasado 1 de marzo, cuando el Celta B consiguió tumbar al líder, el Racing de Santander (1-0), con un sistema novedoso, un 4-1-3-2 en el que Goldar se situaba por delante de los centrales y en el que Thaylor y Borja Iglesias compartían el protagonismo en ataque. Sin embargo, en los tres siguientes partidos el filial cosechó un empate y dos derrotas, lo que hizo que el técnico regresara al habitual 4-2-3-1 el pasado fin de semana en Ferrol. La derrota ante el Racing (2-0) puede obligar a De Dios a introducir nuevos cambios en el choque de hoy, el penúltimo en casa de la liga regular.

En cualquier caso, el entrenador no ha querido dar pistas y ha convocado a todos los hombres disponibles, incluidos el juvenil Samu y el central del primer equipo David Costas, que podrían entrar de inicio como ya hicieron en Ferrol.

El Celta B tratará de superar a un Sporting B que llega a Barreiro en la zona media de la tabla y en cuadro. Hasta nueve bajas acumula el equipo de Abelardo Fernández, que lo tendrá difícil para confeccionar el once.

El portero Dennis y el extremo zurdo Jony cumplen sanción, mientras que Pablo Pérez, Guitián, Fassani y Yacine siguen lesionados; Julio ha sido convocado por el primer equipo; y el técnico del filial rojiblanco decidió que Ndi y Meré jugasen ayer con el conjunto juvenil de División de Honor un choque importante por la permanencia contra el Bansander. De hecho, el guardameta juvenil Chechu tenía previsto viajar a Vigo en coche tras ese encuentro para completar la convocatoria. Con 41 puntos en su casillero, el Sporting B necesita otra victoria para sellar la salvación y tratará de lograrla ante un Celta B mucho más necesitado.

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Charles, fractura de tabique nasal


Foto: LFP
El delantero brasileño del Celta de Vigo, Charles Dias, sufrió una fractura en el tabique nasal en el partido que su equipo disputó frente al Rayo Vallecano, tras la agresión del lateral rumano Razvan Rat, según informó el técnico asturiano del conjunto gallego, Luis Enrique Martínez. "El fútbol es un deporte de contacto y los jugadores no quieren hacerse daño. Charles tiene fractura de tabique nasal. El árbitro ha visto que la jugada había sido peligrosa, pero hay que ayudarse y no pasa nada", dijo Luis Enrique, en rueda de prensa.

Charles se retiró del terreno de juego, sustituido a los 68 minutos, al sufrir esa rotura en una jugada que terminó con Rat expulsado con roja directa, al considerar el colegiado andaluz Pérez Montero que había sido agresión.

EFE
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