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| Foto: Xoan Carlos Gil |
Si algo quedó ayer claro es que
las rachas acaban rompiéndose tarde o temprano. Durante esta temporada 13/14 el celtismo había vivido hasta tres inciertos momentos de angustia, con
finales felices o tristes, según se diese la situación.
Hablamos de la pena máxima.
Los penaltis.
Hasta el partido de ayer se daba la circunstancia (o casualidad, según se mire) de que
ningún gol por penalti había entrado en la portería contraria en un partido disputado por los celestes, ya fuese este a favor o en contra, todo hay que decirlo...
Corría la cándida 3ª jornada cuando el Celta visitaba por primera vez el Nuevo San Mamés. Con 1-1 en el marcador
Herrerín derribaba claramente a Nolito en el área grande. Gil Manzano decreta penalti y muestra amarilla al carcerbero bilbaíno, apareciéndose así una oportunidad de oro para los vigueses.
Charles colocó el balón, se preparó... pero
aun no era el momento. El brasileño envió
muy alto un balón que de haber entrado podría haber significado el empate en tierras vascas. Athletic 3-2 Celta.
Otra vez sería.
Poco más tarde en la Jornada 8 el equipo visitaba al Atlético de Madrid. Corría la mitad del primer tiempo cuando una
inocente entrada a Filipe Luis de un David Costas
todavía en proceso de adaptación provocaba que el hispano-brasileño
acudiese a los 11 metros. Claro penalti señalado por Undiano Mallenco.
Por suerte esta vez,
el destino todavía no quería que la pelota entrase.
El ex-céltico chutaba
centrado hacia la izquierda de Yoel, muy fácil para la parada del vigués. Finalmente y a pesar de todo, 2 a 1 para el Atlético.
Hubo que esperar 5 meses para que un colegiado, esta vez Hernández
Hernández, volviese a pitar una pena máxima. Sería en la Jornada 28 de
nuevo en contra, ante el Levante. Una
entrada por detrás de Jonny a
Casadesús hacía que ese loco partido pudiese ver cómo los valencianos
empataban el choque. David
Barral ajustó demasiado y el balón golpeó con
fuerza el larguero. Indirectamente,
Yoel evitaba el segundo gol de
penalti en contra de la temporada y el Celta ganaba un partido vibrante
por un gol a cero... y aun a estas alturas de la temporada no se había visto
ningún tanto desde el punto fatídico.
Llegamos por fin al día de ayer, jornada 31, partido de esos en los que si no logras ganar, tienes que al menos rascar puntos por lo que pueda pasar más adelante... Minuto 87 y Martínez Munuera pita
mano de Fazio, discutida por los sevillistas debido a la pugna que mantenía el central italo-argentino con
Mario Bermejo.
Llegaba el momento clave del partido y el momento inédito de la temporada: Nolito se plantaba delante del portero, y de un
potente pero colocado derechazo ajustaba el disparo a la izquierda de un engañado Javi Varas. Al final, Celta 1-0 Sevilla, y eso que parecía no existir, existió, y dio 3 puntos: bendito penalti a favor.
Como anécdota o curiosidad,
el Celta es a día de hoy el único equipo de la Liga BBVA que tras 31 partidos esta temporada
todavía no ha encajado ni un solo penalti, aunque desde ayer, por fin, sabemos que también
de penalti y en los últimos instantes podemos ganar un partido desde los 11 metros.
Jose Montero