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| MONTSERRAT DÍEZ |
El regreso de Michael Krohn-Dehli al once titular fue una de las grandes novedades que preparó Abel Resino para enfrentarse al Mallorca. El danés, que había perdido su condición de titular indiscutible con la llegada del toledano, reclamaba más minutos y ayer tuvo la oportunidad desde el inicio. Sin embargo, el nórdico no es el que era en los primeros meses de competición y lo demostró sobre el césped del Iberostar Estadio.
A pesar de que fue mejorando algo con el paso de los minutos, Krohn-Dehli es de esos futbolistas a los que se le debe exigir más. Acostumbrado a echarse el equipo a la espalda durante un buen tramo de la temporada, al danés parecen haberle abandonado las fuerzas, evidenciando una condición física muy lejos de la óptima, lo que le impide ese despliegue que le había convertido en un referente en el juego del Celta, que nota su falta de chispa y confianza.
La primera mitad no invitaba al optimismo. Krohn apenas intervino. Para muestra, el hecho de que tardó siete minutos en tocar su primer balón y la lentitud que exhibió en un contragolpe. Su actuación en los primeros cuarenta y cinco minutos invitaba a pensar en una sustitución al descanso, ya que no encontraba su sitio ni en ataque ni en defensa, permitiendo las subidas del lateral Alan Hutton con demasiada facilidad y perdiendo balones fáciles en el propio campo del Celta que pudieron causar un disgusto a la zaga viguesa.
Sin embargo, el nórdico mejoró algo sus prestaciones tras el paso por vestuarios. Durante la temporada, Krohn ha jugado sus mejores minutos en las postrimerías de los partidos, cuando le iban pesando las piernas al resto. Ayer, sus prestaciones fueron mejorando aunque lejos de lo que acostumbraba. Fue creciendo el centrocampista en gran parte gracias a las acciones a balón parado. Sin Orellana ni De Lucas sobre el césped, Krohn fue el encargado de lanzar faltas y córners y de sus botas salieron algunas de las mejores oportunidades que tuvo el Celta para adelantarse en el marcador.
Entre ellas, las más destacadas fueron un saque de esquina que terminó en una volea de Borja Oubiña desde la frontal que se fue alta y una falta lateral que encontró la cabeza de Túñez, que agarrado por Geromel topó con la mano de Aouate en una buena acción del cancerbero hebreo.
Fue su última aportación al equipo antes de ser sustituido a falta de siete minutos para la conclusión del encuentro por Danijel Pranjic, que en los últimos choques le había ganado la partida en la batalla por la titularidad.Krohn-Dehli veía así desde el banquillo la desgracia del gol en el último minuto del descuento que complica la vida al Celta, que necesita una reacción urgente desde el próximo lunes, una reacción para la que necesitaría volver a encontrar la mejor versión de Krohn-Dehli, al que el equipo necesita como referente.
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