David Costas aprovechó el cierre del mercado de fichajes para cambiar Vigo por Mallorca. Será un cambio importante para el canterano, que dejará la Primera División para intentar competir en una Segunda División que tal vez le brinde las oportunidades que no le iba a brindar la máxima categoría en este momento. Para él será un paso atrás para coger impulso y regresar más preparado a Vigo.
Esa es la teoría, y seguramente sea la práctica. Lo hemos visto en Vigo en propia piel, el caso más recordado es el de Míchel Salgado, que siempre se utiliza como ejemplo de las bondades de las cesiones, pero sin ir tan lejos tenemos también el ejemplo de Jota Peleteiro, que aunque no volvió a jugar en el Celta, se fue traspasado a Inglaterra por una jugosa cantidad. Y también al revés, caso de Oier Sanjurjo, sin minutos entonces en Osasuna, y regresando un año después por la puerta grande.
Con la juventud de Costas los minutos que dispute esta temporada le vendrán de maravilla para consolidar su carrera como futbolista. Además, el estilo de juego que pondrá en práctica el Mallorca de Ferrer se adapta al estilo en el que mejor ha rendido el de Chapela. En el primer equipo con Luis Enrique, que utilizaba un sistema similar, pero también con David de Dios en el juvenil. Las categorías inferiores del Celta, en la medida de lo posible, utilizan el 4-3-3 siempre que pueden.
Pero además, el estilo de futbolista que es David Costas casa muy bien con este tipo de juego. Se requiere un central al que no le queme el balón en los pies y que sepa que hacer con él. Si buscan algo así, Costas es su hombre. Y eso se verá a lo largo de la temporada. Para el Celta sería fantástico que el jugador creciese en su paso por Mallorca. Primero para ser una alternativa a los actuales centrales, y también por el hecho de no “perder” a un jugador de la cantera en el camino.
En lo personal, Costas tendrá que conjugar un doble reto. El propio, basado en conseguir el mayor número posible de minutos, la experiencia necesaria para ser útil al Celta, y en lo colectivo el objetivo del ascenso, marcado por el propio Costas en su presentación como nuevo jugador del Mallorca. Esta será la tercera intentona de un club que se había acostumbrado a estar en Primera tras más de tres lustros consecutivos.
