Debo reconocer que no soy un asiduo lector de la prensa deportiva catalana, y que por tanto desconocía el funcionamiento exacto de sus periódicos. Del diario Sport ya vimos que su servicio de documentación está un poco oxidado después del resbalón sobre los derechos de Nolito que tenía el Benfica un mes después de que el Celta anunciase que se había hecho con el cien por cien del jugador.
Del Mundo Deportivo, ahora que durante varias semanas han hablado de un jugador nuestro, Nolito, o más concretamente del interés del Barcelona en su contratación, la opinión que los celtistas tienen no puede ser peor. Desde que lanzó el rumor, nunca confirmado realmente por nadie de forma oficial o extraoficial, ha sido un cúmulo de despropósitos, uno tras otro, plagado de contradicciones, contra informaciones, y tiros a ciegas que ponen en duda la profesionalidad de quienes ejercen su profesión en ese medio.
No se han medido ni se han contenido. Lo que hoy era gris, mañana podría ser blanco. El periodismo se rige por la rapidez, la inmediatez, pero sobre todo por el “como anunciamos” , muy usado en Twitter y no solo por la prensa catalana. Se lleva en todas partes. Un buen ejemplo puede ser el tremendo desliz del ABC sobre el fichaje de De Gea, que podemos ver en esta imagen de Fran Balado. Ojo al “ABC fue avanzando todos los detalles”, y la sesuda columna de opinión “Truco final de Mendes”. El conejo se le ahogó en la chistera.
Hecho este pequeño paréntesis, regresamos con Mundo Deportivo y sus desvaríos sobre el caso Nolito. Cerrado el mercado de fichajes, vuelve a la carga sobre el andaluz con una noticia cuyo titular es esperanzador: “Nolito ya vale por contrato 30 millones”. Ojo, por contrato. Y eso que no se anunció la renovación, y que hace unos días decían que en el mismo contrato la fecha en la que cambiaba su valor era el 21 de agosto. ¿Lo recordáis verdad?.
Sucede que el esperanzador titular y el desalentador cuerpo de la noticia se contradicen, y de hecho, justo debajo del mismo, vemos que “Aunque el Barça sabe que salida del Celta podría negociarse en enero por 18 kilos”. A ver, ¿Sube o no sube la cláusula del jugador?. Gabriel Sans, el autor de la noticia, desarrolla su pálpito (imposible llamarlo de otra manera) avanzando que el jugador renovará hasta el 30 de junio de 2021 con una cláusula de 30 millones de euros, pero que dicho contrato cuenta con un anexo para “contar con las máximas facilidades si el Barça llama a su puerta”.
Y lo deja ahí. Sin más. Firma una cláusula de 30 con el famoso anexo (viene de serie en todos los contratos y hay que arrancarlo si no interesa) de dar facilidades al Barcelona. Todo eso está muy bien, pero si el jugador ha dicho que solo se iría al club catalán, y que está muy contento en Vigo, ¿Qué necesidad tendría el Celta de subirle el sueldo al jugador si en enero se irá por la misma cantidad de dinero al Barcelona? ¿Y para qué esa absurda ampliación de contrato?.
Que no digo yo que los directivos no puedan hacer cosas absurdas -véase el caso Denis Suárez y el Barcelona- pero si viene de un pálpito de Mundo Deportivo uno siempre piensa que es absurdo.
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