El Celta venció en el último test de pretemporada, la prueba más seria antes de comenzar la competición frente a un Wolverhampton que tuvo un comportamiento bastante bronco en diversas fases del partido, y en el que ambos equipos fueron claramente a por la victoria como si de un partido oficial se tratase. Buena prueba, y buena victoria, lograda gracias a un penalti que transformó Iago Aspas. Muy buena primera mitad del Celta, y segundo acto un tanto más gris.
Eduardo Coudet puso de inicio un equipo que bien podría ser el que salga el próximo fin de semana frente al Atlético de Madrid en Liga, con Matías Dituro en la portería, defensa para Hugo Mallo, Aidoo, Fontán y Javi Galán. Renato Tapia ejerció de pivote, y por delante de él los habituales de la temporada pasada: Denis Suárez, Brais Méndez, Nolito, Iago Aspas y Santi Mina.
Tras unos primeros de tanteo, el Celta logró hacerse con el control absoluto del juego a partir del minuto 10, con largas combinaciones, abusando del primer toque haciendo imposible la presión del equipo inglés. Santi Mina protagonizó la primera ocasión clara del Celta, pero no estuvo acertado en el pase de la muerte a Nolito, que no pudo llegar al envío del vigués.
Sin tener ocasiones claras, las llegadas del Celta eran mucho más peligrosas que las de los wolves, y cerca de la media de juego el propio Santi Mina dio inicio a la acción del gol tras ser parado en falta dentro del área. El penalti lo transformó con precisión Iago Aspas.
En la segunda mitad cambió el partido, con un Wolverhampton mucho más agresivo, en todos los aspectos, que encerró durante varios minutos al equipo celeste. Fue entonces cuando emergió la figura de Dituro, que realizó dos buenas intervenciones, y la defensa, que tuvo la contundencia necesaria para evitar males mayores.
Medida la segunda mitad, Coudet comenzó a mover el banquillo, dando entrada a Carlos Domínguez y Cervi en lugar de Nolito y Javi Galán. José Fontán pasó al lateral izquierdo tras la marcha del extremeño. Más tarde entrarían Solari y Fran Beltrán en lugar de Aspas y Denis Suárez. Y sería precisamente Solari quien protagonizaría una de las mejores acciones de la segunda mitad, con un pase que se quedó demasiado corto.
En los últimos minutos, y sobre todo con los cambios, el Wolverhampton fue perdiendo fuelle, y el partido languideció con el marcador con el que se había llegado al descanso. El Celta cierra la pretemporada con tres victorias, un empate y sin encajar ningún gol. El próximo domingo empieza lo bueno contra el Atlético de Madrid.
