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| Foto: Marta G. Brea |
A Madroa, 13:15 horas de ayer. Los futbolistas del Celta se retiran al vestuario después de dos horas de entrenamiento. Todos menos uno, que permanece corriendo alrededor del terreno de juego.
Es Toni Rodríguez (A Coruña, 1990), que responde con más trabajo –si cabe– a las escasas oportunidades que ha tenido en los dos últimos meses. El canterano ha pasado de disputar doce de los quince primeros partidos de Liga (once como titular) a quedarse fuera de la convocatoria en las cinco últimas jornadas. Pero Toni no desespera, consciente de que el fútbol cambia a velocidad de vértigo y de que en cualquier momento tendrá una nueva oportunidad.
Ha pasado de ser un fijo en el once a ni siquiera entrar en la lista de convocados. ¿Cómo lo lleva?
Como cualquier futbolista que está en esta situación. No jugar es desagradable, todos queremos hacerlo y entrenamos para ello, por lo que siempre que no juegas es una decepción. Pero en fútbol tenemos la suerte de que cada siete días hay un partido, nuevas ilusiones, y piensas en seguir, entrenar bien y demostrarle al entrenador que tienes que volver a entrar en el equipo.
¿Verse fuera del equipo es más decepcionante después de haber jugado tantos partidos?
No, yo lo entiendo como una parte de mi profesión. He estado en otras situaciones de no jugar, mucho más complicadas que la actual, y siempre he salido adelante con trabajo, ilusión y ganas. Espero que esta vez no sea diferente. Cada día vengo a entrenar con ilusión, a tratar de dar lo mejor de mí. A partir de ahí es el míster el que decide en qué jugadores deposita la confianza para el partido. Evidentemente, cuando te ves fuera fastidia, pero está en mi mano seguir trabajando y apretando al cien por cien para que el míster me tenga en cuenta y vuelva a jugar como lo estaba haciendo hasta hace poco.
Luis Enrique ha asegurado que volverá a tener una oportundiad. ¿Confía en que realmente será así?
En fútbol nunca sabes cómo van a ir las cosas. Por experiencia propia. Todos saben cómo ha cambiado mi situación en el último año. El fútbol es impredecible, completamente imprevisible. Y como ya tengo esa experiencia me centro en trabajar para demostrarle al míster que estoy ahí. ¿De qué estaremos hablando en dos meses? Pues no tengo ni idea porque hace dos meses mi situación era completamente diferente.
En enero se habló de un posible interés del Lugo. ¿En algún momento se planteó salir cedido?
No sé qué se dijo, pero el club, mi agente o el míster nunca me comentaron nada. Además, hace poco que renové mi contrato y lo que deseo es seguir jugando como estaba haciendo hasta hace algunas semanas para devolver esa confianza al club y al míster.
¿Pelea por jugar como lateral o cree que tiene opciones de volver a actuar en posiciones más adelantadas?
Esta temporada estoy jugando de lateral, estoy entrenando ahí y me encuentro muy cómodo. Nunca sabes lo que puede pasar en el fútbol, pero creo que el míster tiene claras las posiciones y no hay nada que me haga pensar que voy a cambiar de posición.
¿Cree que ahora es mejor lateral, que ha progresado desde que comenzó a jugar como defensa, la pasada pretemporada?
Sí, claro, por supuesto. Cada vez estoy más cómodo, pero al final todo depende de cómo esté el equipo. Cuando está muy bien, disfrutas en cualquier posición; y cuando está mal, sufres en cualquier posición. A lo mejor desde fuera puedes pensar que un día un jugador está mejor y otro peor y en parte es cierto, pero todo está relacionado con cómo está el equipo. Pasa en cualquier posición, desde el portero al delantero. Cuando el equipo acompaña, todo resulta más fácil.
Su posición ha sido motivo de debate durante buena parte de la temporada e incluso se le llegó a silbar en algún partido en Balaídos. ¿Cree que no se ha sido justo con usted?
Para nada. Hemos hecho buenos partidos, tanto individual como colectivamente, en algunos tuvimos la recompensa del resultado, en otros no, y en otros el rival fue mejor que nosotros. El término justicia es poco específico en el fútbol. Si ganas, la gente te aplaude; si pierdes, te pita. Es así de simple.
Hace varios meses aseguraba que si el equipo mantenía la misma línea, los resultados llegarían. Y así ha sido. El juego no ha mejorado en exceso, pero los resultados sí...
Nosotros hemos tenido muy clara la forma de trabajar desde pretemporada. El míster nunca dudó y hemos seguido insistiendo en una idea parecida, aunque con matices. Por esa perseverancia, casi sin darte cuenta, los resultados llegan. A veces hay partidos en los que eres muy superior y no te llega, pero luego el fútbol te devuelve la moneda en partidos que se pueden escapar en varias fases y al final suena esa flauta que en otras ocasiones te condenó y te llevas los tres puntos. Nuestra idea es merecer ganar, hacer las cosas mejor que el rival, y ésa es la manera en la que al final llegan los resultados.
¿Cree que la clave ha estado en el mayor acierto de cara al gol o el equipo ha crecido además en cuanto a mentalidad?
No sabría decirlo. Evidentemente, ahora metemos muchas ocasiones de las que hacemos. Al principio, lo hacíamos todo bien pero por una cosa o por otra no éramos capaces de meterla, y ahora nos hemos quitado esa tensión o ese miedo para hacer gol. No llegamos más, pero sí tenemos más acierto.
El lunes tendrán que confirmar su buen momento ante el mejor equipo de la Liga, excluyendo a los tres 'grandes'.
Sí, el Athletic es un gran equipo, el rival más complicado con diferencia después de los tres grandes. Tanto por sus futbolistas como por la forma que tienen de jugar. Tienen un estilo muy peculiar, con mucha movilidad, le ponen las cosas muy difíciles al rival y todos los equipos sufren mucho contra ellos, incluidos Madrid y Barcelona. Pero es un buen momento para nosotros y vamos con mucha ilusión. Sabemos que en Balaídos ahora la pelota nos entra como no nos entraba antes e intentaremos dar otro paso hacia delante, sobre todo en confianza.
¿Ve al equipo con capacidad para seguir creciendo en el juego y en la clasificación?
Por supuesto, el equipo tiene mucho margen de mejora. No sentimos que hayamos tocado techo y el míster nos incide todas las semanas en aquellos aspectos que podemos ir mejorando. Si somos capaces de plasmar esa mejoría en los partidos, a la larga se tiene que reflejar en la clasificación, pero el objetivo es muy claro, conseguir la salvación. Sabemos que en la segunda vuelta es más difícil sumar y lo que queremos es no perder ninguna oportunidad porque después se sufre, se pasa mal, y tenemos la experiencia del año pasado. El final fue muy bonito, pero lo pasamos todos bastante mal.
Borja Barreira / Atlántico Diario
