El Celta inicia el lunes contra el Athletic una serie de seis partidos en la que tratará de tomarse la revancha de lo sucedido en la primera vuelta, cuando ante los mismos rivales (Athletic, Villarreal, Getafe, Elche, Atlético y Levante) encadenó su peor racha de la temporada.
El equipo de Luis Enrique Martínez sumó un único punto en esos seis encuentros, lo que le llevó a caer por primera vez a los puestos de descenso. Ahora, el conjunto celeste afronta estos compromisos en su mejor momento y con el objetivo de reducir la distancia con respecto a esos 40 puntos que, a priori, deberían bastar para lograr la permanencia, según las cuentas que el propio técnico hizo en la previa del choque de Granada.
'Tenemos que ganar cinco o seis partidos para salvarnos', afirmó Luis Enrique el pasado jueves. Con los tres puntos del estadio de Los Cármenes en el bolsillo, 15 puntos más en las dieciséis jornadas restantes se antojan más que suficientes para continuar una campaña más en Primera División. El objetivo puede parecer sencillo, pero no lo es tanto. No en vano, en los mismos partidos de la primera vuelta el Celta alcanzó los 14 puntos (cuatro victorias, dos empates y diez derrotas) gracias a su triunfo sobre el Valencia (2-1) en la décimo novena jornada.
El equipo de Luis Enrique, por lo tanto, apenas tiene que mejorar sus números de la primera vuelta para alcanzar la permanencia y es ahora cuando más margen de mejora tiene. Comenzó bien la temporada contra Espanyol, Betis y Granada (5 puntos) y ante los mismos rivales alcanzó su mejor momento en la segunda vuelta. Los dos triunfos consecutivos ante béticos (4-2) y granadinos (1-2) han aupado a los vigueses hasta la undécima posición de la tabla y han dejado la zona de descenso a cinco puntos vista, la distancia más amplia del presente ejercicio.
El reto, ahora, es mejorar los resultados obtenidos ante los seis próximos rivales, empezando el lunes contra el Athletic. Luis Enrique encajó su primera derrota como técnico del Celta en el partido que sirvió para inaugurar el nuevo San Mamés, finalizado con un 3-2 a favor de los vascos después de que Charles marcase el primer gol en el reconstruido coliseo bilbaíno y fallase un penalti con 1-1 en el marcador. Aquel día, además, Santi Mina se convirtió en el goleador más joven de la historia del Celta en Primera División. El vigués volvería a marcar ante el Athletic en la ida de la eliminatoria copera entre ambos conjuntos, un duelo que el equipo vigués ganó 1-0 y ahora sirve como referencia al vestuario celeste para confiar en sus posibilidades ante el cuarto clasificado de la categoría.
Posteriormente, el Celta visitará el campo del Villarreal –con el que empató 0-0 en Balaídos– y tratará de vengar sus derrotas ante Getafe (2-0), Elche (0-1), Atlético (2-1) y Levante (0-1).
Borja Barreira / Atlántico Diario
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