A Vigo vuelve uno de los históricos de la Liga, que pelea por clasificarse para la Champions y al que habitualmente le acompaña un nutrido grupo de incondicionales. Esta vez, el club vasco solamente ha solicitado un centenar de entradas.
El comienzo del partido entre celestes y rojiblancos a las diez de la noche y que se celebre en día laborable retrae a muchos seguidores. Lo acusó el Barcelona el miércoles en el partido de ida de la semifinal de la Copa ante la Real Sociedad. Al Camp Nou acudieron 38.505 espectadores. El entrenador del conjunto azulgrana entendió el motivo de que no se cubriese ni la mitad del aforo del estadio barcelonés (98.772 asientos): "Si yo fuera simpatizante del Barça, el jueves trabajara y tuviera que ir a ver un partido a las 10 de la noche, no vendría", sentenció Gerardo Tata Martino.
Para evitar una estampida semejante de aficionados, el Celta ha lanzado una iniciativa para el encuentro del lunes, aprovechando que cuatro días después se celebra el día de San Valentín. Así, cada abonado celeste podrá adquirir una entrada por 10 euros para su misma grada, hasta fin de existencias, y de cualquier categoría en las oficinas de abonados del club, de lunes a viernes de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas. El día del partido contra el Athletic de Bilbao, estas entradas para acompañantes estarán a la venta en las taquillas del estadio. Si alguna grada está agotada, los abonados de ese graderío podrán adquirir la entrada para otro sin el aforo completo.
El club céltico anunció ayer que ya se habían retirado 1.000 entradas. A ellas hay que añadir las cien que han solicitado desde Bilbao y a las que el Celta ha puesto un precio de 40 euros para cada una de ellas.
Que el partido se juegue el lunes por la noche retraerá a muchos seguidores del Athletic. En el partido de la temporada pasada, Balaídos acogió a medio millar de aficionados del conjunto vasco, entre los que se encontraba una amplia representación de la peña Herri Norte. Este colectivo mantiene estrechos lazos de amistad con los Celtarras y estas citas suelen convertirse en una jornada de hermandad entre vigueses y bilbaínos. En aquella ocasión se disputaba la trigesimocuarta jornada de Liga y el Celta necesitaba sumar los tres puntos para evitar el descenso.
El último Celta-Athletic de Liga se jugó el viernes 3 de mayo de 2013, a partir de las nueve de la noche. El celtismo convirtió Balaídos en una olla a presión. Asistieron 24.824 espectadores, que festejaron por todo lo alto el tanto del empate de Aspas en los últimos minutos.
A finales del año pasado, ambos equipos jugaron en Vigo el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa. Fue el sábado 7 de diciembre y Balaídos registró una entrada de 20.585 espectadores. Fue el de mayor asistencia de esa eliminatoria copera.
Dos meses después, el conjunto vasco visita de nuevo al Celta, que en casa ha jugado en dos ocasiones esta temporada en lunes. La primera fue ante el Espanyol, en el partido inaugural del curso. Era agosto y 21.672 personas se dieron cita en el coliseo vigués. Ante el Levante también se jugó un lunes. Una noche de intensas lluvias que registró la peor entrada de la temporada en Balaídos, con 14.636 aficionados.
Excepto miércoles y jueves, el Celta ha jugado partidos de Liga en Balaídos los otros cinco días de la semana. Sábado y domingo son, por el momento, las jornadas más repetidas, con cuatro y tres duelos, respectivamente.
En cuanto a la asistencia media en la Liga, el Celta ocupa la novena plaza, según los datos de la primera vuelta del campeonato. Balaídos posee una media de 20.243 espectadores, lo que representa el 68,6 por ciento del aforo del estadio (29.500 asientos). El rival del lunes, lidera esta clasificación. El nuevo San Mamés, que estrenó el Celta, reúne a 36.245 aficionados de media, el 98,9 por ciento del aforo actual de un estadio en el que resta por construir una grada.
Jaime Conde / Faro de Vigo
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