¿Quiénes son los culpables, los tramposos? La Fiscalía Anticorrupción está muy cerca de poner nombre y apellidos a más de un responsable de amañar partidos. Es su trabajo demostrarlo y encontrar las pruebas necesarias para que sean acusados, y lo están cumpliendo a su ritmo, el que exige una investigación de este calado y con la repercusión social que acarreará.
En este reportaje se recogen los testimonios —grabados— de varios protagonistas de la Liga española. Presidentes de equipos de Primera y Segunda división expresan en MARCA sus sospechas, sus impresiones y sus experiencias en primera persona acerca de la falta de honestidad en el fútbol. A la hora de recopilar todas las declaraciones, un nombre aparece incesantemente: el del propietario del Zaragoza, Agapito Iglesias. Más allá de la difícil situación social que vive hoy el club maño, con pitadas, manifestaciones y un sentimiento general de rechazo a su gestión, el señor Iglesias cuenta con muy poco afecto entre los principales protagonistas del fútbol nacional.
“Yo a Agapito ni le daría la mano. Para mí lo que ha hecho, tanto el año pasado, como lo que sé de él, hace que no quiera saber nada. Con esas personas ni quieres comer, ni relacionarte, ni nada”, explica a MARCA el presidente de un equipo de Primera que este año ha logrado evitar los puestos de peligro con relativa solvencia, pero que en anteriores temporadas ha vivido con angustia sus sospechas hacia el máximo mandatario del conjunto aragonés.
Nada de buen rollo
“Si el año que viene estamos en la misma categoría que el Zaragoza, le garantizo que no habrá comida de Directivas con ellos”, sentencia otro presidente, en esta ocasión de Segunda, que también se siente un daño colateral de la gestión de Agapito Iglesias. El propio presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, manifestó públicamente sus sospechas sobre Agapito, dejando bien claro en Radio MARCA que no pondría la mano en el fuego por él. Una desconfianza que le ha trasladado personalmente, de forma tajante, en alguna conversación telefónica.
Es llamativo que dos presidentes relaten la misma anécdota, prácticamente con las mismas palabras: “Un entrenador no aceptó fichar por el Zaragoza antes de que contratasen a Jiménez. Dijo en una mesa, con mucha gente delante, que no aceptó porque el dueño, Agapito, le dijo que ganara los primeros partidos, que de los ocho últimos ya se encargaba él. Ese entrenador ahora está fuera de España. Daba gusto verle jugar”, apunta. Durante las dos últimas temporadas la recta final de Liga del Zaragoza ha sido más que espectacular. En la 2010-11 los de Aguirre se salvaron en la última jornada en el estadio del Levante con una solvente victoria por 1-2 el 21 de mayo de 2011.
Un ‘humor’ muy especial
Tres días antes de aquel partido, varios presidentes acudieron a la final de la Europa League, el 18 de mayo, en Dublín, invitados por el agente FIFA Jorge Mendes. Durante ese viaje algunos relatan la anécdota de que, con dudoso buen gusto, vieron a Agapito Iglesias alardeando en un tono irónico sobre un posible amaño: “Delante de varios presidentes y algún agente, en la final de la Europa League entre Oporto y Sporting de Braga, le vimos alardear de que ya tenía arreglado el partido contra el Levante. De hecho, le preguntaron, y él contestó riéndose: ‘Ya está todo arreglado’. No dábamos crédito”, relata uno de los testigos. Cabe siempre la duda acerca del grado de ironía o broma de dicha expresión, pero no hizo mucha gracia a los presentes.
Sobre esta misma anécdota, otro mandatario cuenta: “Yo no escuché esa frase, pero sí recuerdo a Agapito, todo el rato colgado del teléfono, y los comentarios que le hacían sobre un partido que resultó ser escandaloso: el Levante-Zaragoza de hace dos temporadas, con dos goles de Gabi. Sé al 100% que ese partido se arregló. Cualquiera que vea aquel partido y lo investigue, sabe lo que fue”, concluye. “Lo que no puede ser es que haya gente que todos los años solucione sus puntos al final de la temporada. Es una desventaja para todos. Este año la situación ha explotado y, si dejamos la solución para el siguiente, pienso que será muy problemático. Lo que pasa es muy evidente”, denuncia otro implicado. “Todo lo que cuentan está en la Fiscalía, ellos saben lo que pasa. Falta que lo que sabemos se considere como pruebas válidas. Si lo que tienen ahora ya no vale como prueba, en la vida se va a solucionar esto”, lamenta otro.
En la 2011-12, el conjunto entonces ya entrenado por Jiménez, en una situación dramática, cuajó una remontada histórica en la que recuperó 12 puntos desde marzo hasta la conclusión del campeonato. Lograron la salvación imponiéndose con gran mérito a rivales directos y a equipos que se jugaban su clasificación para competiciones europeas. Sin embargo, tres de las cuatro últimas jornadas las disputó en La Romareda frente a rivales que ya no se jugaban prácticamente nada. Lograron la permanencia ganando en Getafe, en la última jornada, en un duelo en el que el conjunto madrileño sufrió tres expulsiones: Miguel Torres, Sarabia y Miku. Fue el segundo mejor equipo de la Liga si sólo se contabilizan las seis últimas jornadas.
“Para el Zaragoza-Levante del año pasado me dijeron que hubo una votación a mano alzada en el vestuario granota para ver si se vendían. Ganó el ‘no’, pero algunos votaron ‘sí’, y el partido fue una mierda porque sospechaban unos de otros. Ganó el Zaragoza”, cuenta otro de los presidentes consultados. “Casi siempre todo el mundo teme al Zaragoza en estas situaciones, pero es cierto que esta temporada tienen unos rivales difíciles de comprar. No sospecho ni del Betis, ni del Atlético”, añadió. Efectivamente, el Betis arrasó a los maños por 4-0 la pasada jornada.
No quiso dar su versión
Este diario ha intentado repetidamente ponerse en contacto con el propietario del Zaragoza para ofrecerle la posibilidad de defenderse ante las duras aseveraciones que le dedican algunos de los entrevistados, y dar su versión de los hechos y de las acusaciones que en este reportaje se relatan. Agapito Iglesias, por medio del departamento de prensa del club, rechazó esta posibilidad.
