Vlado Gudelj vivirá este sábado una situación por la que ya pasó en diferentes ocasiones cuando todavía no había colgado las botas. El actual delegado del Celta, equipo cuya camiseta defendió y con la que logró la friolera de 110 goles en diferentes competiciones oficiales, aguarda entre expectante y tenso el partido contra el Espanyol. Y, sobre todo, con la ilusión de que la jornada tenga un final feliz para los de Balaídos después de una temporada llena de sobresaltos.
"Es mucho más complicado y difícil marcar un gol cuando tu equipo se está jugando la permanencia que hacerlo para lograr un título". El bosnio no tiene duda al respecto: "He jugado una final de Copa del Rey con el Celta y perdimos en la tanda de penaltis. Y aún siendo eso muy duro, para el profesional lo es mucho más descender a Segunda. Marqué un gol que nos dio el billete para la UEFA, pero sentí mucha más alegría cuando hice lo mismo en partidos frente al Logroñés y el Real Madrid con la permanencia en juego".
El Celta 2012-2013 se asemeja bastante al de la primera mitad de la década de los 90, cuando Gudelj llegó al equipo: "Las comparaciones son siempre odiosas. Al menos en dos temporadas tuvimos que esperar a la última jornada para salvarnos, aunque entonces dependíamos de nosotros mismos y eso siempre es una ventaja. Para el sábado, lo mejor es olvidarnos de todo y pensar en un Espanyol que no nos lo pondrá fácil. Si queremos ganarles, habrá que prepararse bien para este partido e ir a tope desde el primer minuto".
No pensar en otros resultados
Gudelj, que es una persona muy optimista, intenta no alejarse de la realidad: "Lo que suceda en Riazor queda fuera de nuestro alcance, por lo que únicamente tenemos que aguardar al desenlace de ese partido. El sábado puede pasar de todo y en los últimos meses ha habido constantes cambios de posiciones en la zona baja. Este año se van a necesitar pocos puntos para salvarse y mi deseo es que ganando nos podamos quedar en Primera, lo que significaría que la Real Sociedad habría al menos logrado un punto en La Coruña".
Con una fuerte ascendencia hacia unos jugadores que le respetan, especialmente los canteranos que todavía le recuerdan como futbolista en activo sobre el césped, Gudelj se permite enviarles una recomendación: "Estamos en una semana rara, que va a ser muy larga. La experiencia me dice que lo mejor es que estos días más que nunca estén centrados en el trabajo para tener el nivel anímico adecuado que les permita competir al máximo y nunca les entre el miedo a fallar. A nivel personal, puedo decir que confío mucho en ellos".
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