Contra la caducidad de la alegría


JORGE LANDIN
El próximo lunes se cumplirá exactamente un año del ascenso del Celta a Primera División. Dos días antes, aquel equipo que ilusionó después de abandonar la Segunda cinco arduas temporadas después se juega mantener el sueño de estar en la élite. Sueño que, sobre todo, soñaron los trece futbolistas de la plantilla viguesa –doce que siguen en ella más Cristian Bustos– que se han estrenado esta campaña en la máxima categoría y que se niegan a abandonarla.

Primero Paco Herrera y después Abel Resino han puesto sobre el césped a más de una docena de jugadores que nunca habían catado la Primera División. Entre ellos, futbolistas tan básicos en el equipo como los canteranos Iago Aspas, Roberto Lago, Álex López, Hugo Mallo o Andrés Túñez. Este último tiene muy claro que apurarán al máximo las opciones de continuar con los mejores porque 'la ilusión de cualquier chico que juega al fútbol es llegar a Primera. Lo logramos por méritos propios, ascendimos con muy buen juego y ahora queremos seguir. Porque es lo que siempre quisimos y a lo que siempre aspiramos'.

El caso del santiagués, como el de Mallo o, en principio, el de Álex López es más obvio, ya que se cuenta con ellos para la próxima campaña pase lo que pase el sábado. En distinta situación, pero no con diferente sentimiento, afrontan el choque Aspas y Lago. El segundo ya sabe que seguirá en Primera con el Getafe y el segundo saldrá del club hacia algún otro conjunto de élite, ya sea en España o en la Premier League.

A lo largo de la temporada hay otro grupo de futbolistas que no han contado tanto, pero que también guardan en su retina la primera vez que pisaron un campo de fútbol en un equipo de Primera. En tal tesitura se inscriben Cristian Bustos, que se fue en invierno cedido al Sporting en busca de más minutos, Sergio Álvarez, meta suplente que cumplió a la perfección con su papel en la ausencia de Javi Varas hasta su propia lesión, Samuel Llorca, a quien la lesión apenas le permitió jugar poco más de media hora, o Toni Rodríguez, quien, analista él, apunta que 'hemos podido probar la categoría, el equipo tiene más potencial del que hemos demostrado y es una pena no haber podido mostrarlo. Tenemos el sábado la oportunidad de ganar y seguir en Primera el año que viene y en eso concentramos toda la energía'. El canterano considera que 'lo que pase en Riazor no está en nuestra mano, así que es mejor no gastar energía pensando en eso. Lo que sería imperdonable es que ese resultado se diese y nosotros no fuésemos capaces de sacar el que nosotros necesitamos ante nuestra gente'.

Por último, existe otro grupo de futbolistas que han dado el salto desde el filial o, incluso, desde el equipo juvenil, para echar una mano en momentos puntuales. Servicio que, en el caso de Jonny, se ha convertido en permanente tras la lesión de Mallo. El vigués muestra su empeño por seguir en Primera 'sobre todo tras pasar cinco años en Segunda. Todos en el vestuario tenemos esa ilusión, pero la gente de casa más que nadie queremos ver al Celta en Primera'.

Junto al lateral, también han catado las mieles de la élite, aunque fuese fugazmente, el delantero Santi Mina, el portero Rubén Blanco, en esta decisiva recta final, y el mediocentro Levy Madinda. Este último, sumado a la causa por Resino desde su llegada, refrenda que 'tengo ganas de jugar otra vez en la máxima categoría el próximo año y en este club'.

Santi Alonso / Atlántico Diario

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