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Foto: Miguel Riopa |
Tarde para olvidar en Balaídos. Al Celta no le salió absolutamente nada, y al Valencia casi todo, dibujando un resultado final injusto para los méritos de uno y otro, pero que debe de servir como reflexión para un equipo que hizo aguas en defensa. Lo mejor de la tarde fue la respuesta de la afición, que ovacionó al equipo cuando el marcador señalaba un duro 1-5. El resultado final. El resultado final se explica en dos goles con efecto psicológico, al término de la primera mitad y al comienzo de la segunda, que mataron al Celta.
A pesar de que en la previa se había especulado con la posibilidad de que Guidetti fuese titular, finalmente Aspas se recuperó de sus molestias y pudo jugar de inicio, con lo que el equipo fue el mismo que en jornadas anteriores, pero con Wass más escorado a la derecha y Orellana en la media punta.
El Valencia entró mejor al partido, tocando y dominando en los primeros minutos. No tardó en adelantarse en el marcador tras una buena acción grupal que acabó con el remate de Alcácer, que superó a Sergio con facilidad. El Celta encajó muy bien este golpe. De hecho, dos minutos después logró un tanto por mediación de Pablo Hernández, anulado por fuera de juego.
Los de Berizzo encerraron al Valencia en los siguientes minutos. Los de Nuno, cuando quisieron reaccionar, se vieron dentro de su área y con el conjunto celeste lanzando un córner tras otro. En uno de estos, tras varios cabezazos, Wass consiguió habilitar a Augusto para que éste enviase el balón al fondo de las mallas.
Los siguientes fueron los mejores minutos del Celta en el partido, que seguía encerrando al Valencia y provocando que Jaume tuviese que emplearse a fondo. Pero el Celta no fue capaz de aprovechar la ola, y encajó un golpe duro con el tanto de Parejo, ya en tiempo de descuento, gracias a una falta ejecutada de forma perfecta.
El Celta tenía por delante 45 minutos para igualar el partido, e incluso remontarlo, pero nada más comenzar la segunda mitad encajó otro duro golpe con el tercer tanto valencianista, que llegó tras un error calamitoso de Jonny, que cedió en corto a Sergio, aprovechando el delantero internacional el regalo para batir a un Sergio que apenas fue oposición.
Fue otro duro golpe, pero el Celta aún tenía arrestos para seguir intentándolo, y pudo recortar distancias en varias ocasiones. Primero con un envío al palo del Tucu, que no pudo aprovechar Nolito en el rechace, y en la acción posterior fue Fontàs el que remató, tropezando su disparo con dos jugadores valencianistas que estaban en línea de gol.
A los 20 minutos de la segunda mitad se acabó el partido con el enésimo desajuste defensivo aprovechado por Parejo. El Valencia no perdonó al Celta ninguno de sus errores, y el 1-4 dejó el partido visto para sentencia. Berizzo movió el banquillo, e incluso vimos a Drazic sobre el césped de Balaídos, pero no había manera de variar el rumbo. El conjunto visitante aún tuvo tiempo de anotar el 1-5 que cerraba la humillación céltica.
El resultado no debe engañar el análisis. El Celta no jugó tan mal, de hecho fue merecedor de mejor suerte, pero el Valencia penalizó cada error de los de Berizzo. Habrá tardes mejores. De momento llegamos al parón con mucho trabajo por delante y dos semanas para encajar esta derrota. Después toca derbi. Pero eso será otra historia.
Ficha técnica
Celta: Sergio, Hugo Mallo, Sergi Gómez, Fontás, Jonny, Augusto, Wass (Radoja, min.66), Pablo Hernández, Orellana (Drazic, min.82), Nolito y Iago Aspas (Guidetti, min.73)
Valencia: Doménech, Barragán, Mustafi, Rubén Vezo, Gayá, Andre Gomes, Parejo (Danilo, min.80), Javi Fuego, Cancelo, Bakkali (Santi Mina, min.51) y Alcácer (Piatti, min.67)
Goles: 0-1, min.12: Alcácer; 1-1, min.23: Augusto; 1-1, min.45; Parejo; 1-4, min.63: Parejo; 1-5, min.78: Mustafi.
Árbitro: Vicandi Garrido, del comité vasco. Amonestó a Javi Fuego, Gayá, Mustafi, Augusto.
Campo: Balaídos, 22.131 espectadores.