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| Foto: LFP |
Querido Papi:
¿Qué tal estás? ¿Cómo van las cosas por ahí? Discúlpame por la demora en esta carta, pero últimamente las cosas se están complicando. No es nada grave y sin solución, pero debido a ciertas circunstancias alterno instantes de gran euforia con otros de mayor melancolía. En este contexto, tú también sufrirías, aunque te lo tomarías de otra manera. Normal. Aprendiste a sufrir en aquella infancia marcada por la Guerra Civil, esforzándote al máximo para salir adelante y aprendiendo un oficio sin apenas educación. Estudiaste en la Universidad de la Vida, esa formación que nunca termina. Añoro tus improvisadas clases. De chaval no les prestaba atención. En los últimos años fueron imprescindibles. Paciencia, esfuerzo y tranquilidad. Aplicaré tres de tus máximas. ¿Cómo le fue al Celta en Ipurúa? Rascamos un empate, aunque estuvimos muy cerca de llevarnos el triunfo. Habría sido un excepcional colofón a una semana en la que derrotamos a Sevilla y Barcelona. Casi todos los celtistas y las celtistas habrían firmado un '7 de 9' tras los tres encuentros, ¿no crees? Hay que estar contentos, muy contentos. Ahora, estamos cuartos en la Liga con 14 puntos, empatados con el Real Madrid, un punto por debajo del Barcelona y a dos del líder: el Villarreal. Todavía no hemos perdido y somos el equipo más goleador del campeonato. ¡Hasta aparece Nolito en la cabeza del 'pichichi', igualado a 5 tantos con Benzema y Cristiano Ronaldo!
Arropado por un buen número de aficionados que se desplazaron hasta Eibar, el equipo afrontaba un nuevo partido con la necesidad de hacer rotaciones y una desagradable sorpresa de última hora porque Guidetti no pudo superar un proceso gripal. Berizzo decidió dar descanso de inicio a Hugo Mallo, Wass y Aspas. Metió a Jonny como lateral derecho, Planas jugó en el izquierdo, el 'Tucu' Hernández suplió al danés y Bongonda jugó su primer encuentro como titular. El Eibar había comenzado bien la temporada y sabíamos que iba a plantear muchas dificultades. Se adelantó en el marcador a los 2 minutos tras un fallo defensivo. Borja Bastón remató al fondo de la red un saque de esquina. El resultado facilitó el planteamiento local y fastidió la táctica visitante. Tuvimos la intención de ser protagonistas, pero nos faltaba una referencia ofensiva arriba, no teníamos el toque, ellos ganaban la mayoría de los uno contra uno y también agradecieron la permisividad arbitral de Pérez Montero con el equipo de Mendilíbar. Bongonda estuvo a punto de empatar al cuarto de hora tras pelear un balón y marcharse por velocidad. La intervención de Riesgo fue providencial. De seguido, el 'Tucu' remató fuera de cabeza. Poco más hicimos en ataque con claridad en la primera mitad. El Eibar rondó un par de veces la portería céltica antes del descanso en dos rápidas transiciones, aunque tampoco había demasiados motivos para preocuparse.
En la reanudación, Berizzo metió a Aspas por el 'Tucu' Hernández y a los pocos minutos nuestro Celta ya avisó de sus intenciones con un remate de Orellana (omnipresente para variar), que se marchó pegado al palo derecho de Riesgo. El Eibar no se dejaba amedrentar, firmando dos claras oportunidades que Sergio evitó con seguridad. Su estirada para desviar el remate de Borja Bastón fue antológica. ¡Qué porterazo tenemos, Papi! La entrada de Wass por Radoja le dio todavía más movilidad a los celestes, que acumularon jugadores en campo contrario. En el tramo final del partido, el Celta se volcó sobre la portería del Eibar, pese a no estar muy finos en los últimos metros. Cuando el empate se veía venir, Iago Aspas firmó el 1-1 definiendo con clase una buena incorporación de Jonny por la derecha hasta línea de fondo. Para entonces ya estaba Drazic en el campo como recambio de Bongonda. Había ansias de remontada, muy factible por nuestra persistencia. Los locales estaban metidos atrás, bien 'juntitos', despejaban todo lo que podían e interrumpían con faltas la dinámica celeste. Estuvimos muy cerca, Papi. No fue un partido brillante del Celta, pero debemos valorar el esfuerzo del equipo, peleón hasta el último segundo. Lo del Eibar tiene un gran mérito. Están séptimos con 9 puntos, teniendo el presupuesto más bajo de la categoría. El año pasado se salvaron por el descenso administrativo del Elche y tratarán de no pasar apuros. Nosotros continuamos viviendo nuestro particular sueño.
Este viernes volvemos a Balaídos para medirnos al Getafe, situado en la mitad baja de la tabla con 6 puntos. Los han conseguido en casa. Fuera sólo conocen la derrota. Augusto será una baja importante, pero debemos acostumbrarnos a estos imprevistos. La gente ya está esperando que llegue el encuentro. Aún no he podido ir a Vigo desde que arrancó la Liga para vivir un partido en el campo. Por lo tanto, acudiré a la sede de Morriña Celeste, nuestra peña madrileña, para disfrutar del celtismo en buena compañía. El sábado te cuento... ¡Cuídate!
@marcosblancoh
