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| Foto: Xoan Carlos Gil |
Levy Madinda no está viviendo una temporada agradable en el terreno deportivo. Su presencia en el equipo ha sido muy escasa, participando apenas en 4 partidos de Liga, siempre como suplente, donde ha acumulado 47 mintuos. El de Gabón incluso es un descarte habitual en las convocatorias, ya que solo ha estado en la lista definitiva en siete ocasiones. En Copa disputó 45 minutos ante la Unión Deportiva Las Palmas, pero su marcha con la selección para disputar la Copa de África le impidió poder estar ante el Athletic.
Son cifras muy pobres, que contrastan con lo vivido el pasado año, cuando disfrutó de 654 minutos repartidos en 18 partidos, cinco de ellos como titular. Incluso el año anterior, tras la llegada de Abel Resino, pudo jugar 161 minutos en cinco partidos, siendo titular en una ocasión. La diferencia es que entonces compatibilizaba el filial y el primer equipo, lo que le permitía tener minutos con el B si era descartado para el primer equipo.
Es evidente que no está siendo su año. Berizzo no acaba de confiar en él, o el jugador no logra convencerlo, pero el caso es que su participación está siendo parácticamente nula. Una pena para un futbolista que promete mucho, y que ha demostrado casi siempre que ha tenido alguna oportunidad, que puede aportar al equipo. La competencia es feroz en su posición. Augusto Fernández, Krohn-Dehli, Álex López, y hasta Pablo Hernández, son jugadores de entidad que le están restando protagonismo a Madinda, que no obstante debe tener paciencia y esperar a que llegue su momento.
Desde luego, el jugador no está dispuesto a rendirse. El pasado domingo, tras conocer que quedaba una vez más fuera de la lista, publicó un mensaje en su cuenta de Twitter que dejaba a las claras su predisposición para triunfar en el mundo del fútbol: “Mucha gente en este momento debería bajar los brazos, pero yo nunca lo haré porque he sufrido mucho para llegar donde estoy, así que a pelear”.
A pelear, esa es la consigna de Madinda, que no está dispuesto a dejar pasar su gran oportunidad. Ha llegado al primer equipo después de pasar por diversas visicitudes, controversias con antiguos entrenadores, dificultades, en definitiva, de las que pudo salir airoso hasta llegar a jugar con los mayores. Ahora está atravesando un duro momento, pero está claro que tiene la capacidad de revertir y enderezar la situación. El tiempo y el trabajo serán sus aliados.
